Narra ALEXIA/una hora previamente a lo sucedido en el capítulo anterior :
Ayer me había prometido una sola cosa, dejar que todo fluyera con calma y que por lo general, soy una de esas personas que se preocupan hasta por lo más mínimo, pero que aún así finge restarle importancia a todo, así que pensé “oye, estamos en otro país, en nueva escuela con nuevas personas, deja atrás a la niña tímida y solo intenta divertirte, pasarla bien…hace mucho tiempo que no actúas así “.
Hoy me levante temprano, Electric de KATTY PERRY sonaba a través de mi celular, mientras me cepillaba los dientes, afortunadamente, le había ganado la habitación principal a mi madre, así que ahora tenía mi propio baño. Recordé la nota de SHAWN.
“No pude ver la película, también me quedé dormido, aun así me gustó pasar tiempo contigo, nos vemos después”.
Me sentía como toda una estúpida por guardar la nota, aunque no me arrepiento de nada, pero debía admitir que me sentía algo extrañada por no recibir ni un mensaje por parte de él desde el sábado, considerando que desde que intercambiamos de números el siempre me escribía un “hola” que yo siempre respondía gustosa.
Te estas volviendo excesivamente paranoica, no eres su novia, el no tiene por qué escribirte a cada rato. — me dije a mi misma.
Se podía decir que mi cabello era bipolar, algunos días estaba lacio y sin forma alguna, otros días estaba rizado de una forma hermosa y otros ni siquiera los contaré, así que lo dejé suelto, cabe destacar que hoy se mostraba decente. Jamás fui buena con el maquillaje, nunca tuve amigas que me ayudaran con eso y mi madre no era la típica mamá que te deba un curso intensivo y se acaba el problema.
Siempre usaba un gloss y algo de rímel, ya me había duchado, así que fui a vestirme, para mi mala suerte, toda mi ropa estaba sucia, así que tuve sacar ropa del cajón de ropa que nunca me ponía. Tomé un míni-vestido azul marino que se veía usable, me llegaba cinco dedos arriba de la rodilla, tenía un pequeño agujero en la falda, pero no era de preocuparse.
Me puse una camiseta blanca por debajo del vestido, solo porque no me gustaban los vestidos de tirantes, y mis tenis blancos, bueno…estaban tan sucios, que los tenis eran más de un color beige que blanco, pero no me importaba.
Nota mental: a partir de hoy siempre usaré short’S debajo de los vestidos, solo para evitar incidentes como los del sábado.
Ja, ja, ahora que lo pienso, me parece recuerdo muy chistoso.
En el momento en el que, me estaba mirando a través del espejo del tocador, mi madre entró a mi habitación y se recostó en el marcó de la puerta, ¿a qué?, no lo sé, talvez a analizarme de arriba abajo. Porque eso era lo que siempre hacía ella, ¿¡por qué no me decía de una vez por todas que para ser su única hija, no le gustaba ni un poco mi cuerpo ¡?.
— Buenos días, cariño.— canturreo con su voz excesivamente melosa.
— Buenos días.— intente sonar con el mismo ánimo que ella, pero en realidad, sonaba más como una vaca desganada diciendo “muu”.
— Vaya ánimo el tuyo.— expresó ella con sarcasmo, mientras se acercaba a mi y caminaba en círculos alrededor de mi persona — ummm, ese vestido…— reprochó, con expresión de desagrado, el cual me hizo girar los ojos.
— ¿Qué tiene el maldito vestido?.— murmure en voz baja, incomoda por la situación, ella siempre hacía esto, criticaba hasta lo más mínimo de mi vestimenta, mi apariencia, incluso mi peso. Me veía forzada todo el tiempo a hacer oídos sordos, pero al final sentía que sus palabras eran verdad.
— ¿Qué dijiste?. — preguntó.
— Nada mami.— respondí con falsa inocencia — ¿Qué quieres decirme?.— pregunté, para nada interesada, pero si por obligación.
— No me gusta ese vestido, hace que tus piernas se vean más gordas de lo que ya son. — eso me había causado un nudo en la garganta — ni siquiera te ves bien con jeans, ash, no entiendo el por que eres así…ah, ya se, te pareces demasiado a las hermanas de tu padre, definitivamente, hubieras salido como yo, tendrías mis espectaculares piernas, y talvez un poco más de pecho, cariño, luces como un chico. — soltó de manera dramática, mientras ponía su mano en mi pecho, justo en mis senos.
Sip, adiós al espacio personal.
— El vestido no tiene nada de malo, mamá, me gusta mucho y es lo que me quiero poner hoy. — intenté sonar lo más amable posible al hablar, y por supuesto que no le daría el gusta de decirle que solo usaba este vestido porque todo lo demás estaba sucio, jamás.
— Bien, solo espero que luego, no estés preguntando el por qué no tienes un novio.— respondió ella, cruzándose de brazos y haciendo puchero.
— Para tu información, no ando buscando un novio, estoy perfectamente bien sola.— declaré secamente, por lo mientras, caminaba hasta mi cama y tomaba mi mochila, luego salí de mi habitación, pude escuchar como los pasos de mi madre por poco me pisan los talones.
Yo no soy la mala de la historia, en serio, es ella, dificultándome las cosas desde que papá no está, ella y yo nos distanciamos por obvias razones. Siempre estoy sola, mamá siempre está ocupada en el hospital, y cuando llega a casa solo se la pasa hablando de mis defectos (si es que no esta tan cansada como para quedarse dormida en el sofá).
— Oh, vamos, cielito lindo, yo a tu edad tenia media docena de chicos detrás de mi, no me vengas con eso de que no quieres uno…¿acaso es por lo de ASHER?.— ¿Qué si me afectaba su forma de hablar?, por supuesto, no entendía como tenía tanto descaro para hablar de ese tema en específico.
— Si, mamá, es por lo de ASHER.— respondí con sarcasmo, girando los ojos nuevamente — quiero enfocar mi mente en otras cosas, si logro lo de la fotografía, por fin sentiré que papá esta orgulloso, que logre algo…no necesitó a un idiota que me distraiga de mis objetivos.— ok, en este punto ya no recuerdo si lo que decía era del todo cierto.
Pensándolo por un momento, apuesto que alguna chica en mi lugar, le hubiese gustado tener una nueva relación luego del largo rato.
A mis queridos chicos del todo el mundo, quiero que sepan de que estoy consciente de no todos son iguales.
Mis más honestas disculpas.
Mi madre y yo bajamos las escaleras, caminé hasta la cocina y tomé mi desayuno, ¿adivinen qué?, era leche y cereales porque mamá tampoco es buena cocinando.
— Ya veo el por qué los chicos no se fijan en ti, eres una amargada.— expresó ella, en tono infantil, como si fuera a hacer un berrinche en cualquier momento .— bien, perdón si te ofendí…pero entender que no todos los chicos son iguales, entiendo que quieras tiempo y que no te sientas lista para otra relación.
¿Esto en serio esta pasando?, ¿mi madre apoyándome?, ¿ella estando de acuerdo conmigo?...¿será que la leche esta cortada?.
— Y no me molestaría si ese futuro novio tuyo tuviera mucho dinero.— oh, ya lo arruino, justo cuando más lo estaba creyendo. Justo cuando se había acercado a mi, y yo pensando que lo haría con la intención de abrazarme, ¡reaccioné mal!.
— Ay, mamá, por favor, ¿es enserió?.— le dije, alterada, levantándome de la mesa — ya me voy, apaga todas las luces antes de irte, recuerda que debemos ahorrar dinero.— hablé cortantemente, con mi mochila al hombro, mientras caminaba hacia la puerta.
— Vamos, cielito lindo, no te enojes, sabes que lo dije en broma, ¿Por qué no te quedas y así terminas de comer?.— pidió.
— No tengo hambre, llevo dinero conmigo, así compraré algo luego…y deja de llamarme “cielito lindo”, solo papá me decía así.— exclamé, antes de dar fuerte portazo.
El ambiente fuera de mi casa era muy diferente, todo era fresco y llevo de vida, durante esos últimos días, acepte que caminar hasta la secundaria jamás se había visto tan atractivo para mí. Papá siempre me llevaba a clases, así que nunca tuve la necesidad de caminar, y en ese momento, cuando más sola necesitaba estar, no sonaba tan mal caminar.
Esa última semana, me había dado cuenta de varias cosas, una de ellas era que aparte de JESSICA y SHAWN, no conocía a mas personas de aquí, y no, en mi antigua escuela jamás fui lo suficientemente social como para hacer muchos amigos. Apenas si tuve dos o tres amigas, pero estas no hicieron nada más que perjudicarme.
Otra de esas cosas era que me sentía más sola que de costumbre, como si fuera la única habitante del planeta, raro, ¿no?, odiaba sentirme así.
Ahora estaba dispuesta a ser muy sociable, incluso salir más, estaba harta de encerrarme en mi misma, así que “¿Por qué no?”. Desde mi primer día de clases no había parado de escribirle a JESSICA (oops, ahora recuerdo que prefiere que la llamen jess), quien parecía ser alguien muy agradable, me habló de que participaba en un blog de la secundaria y de que me daría un recorrido por dicho lugar.
Me alegraba contar con alguien como jess que se mostraba tan amable, y pensándolo bien, talvez debería ser más cercana a SHAWN, pensé en escribirle muchas veces, pero en cada ocasión, pensé : “¿y si cree que soy molesta?, ¿y si no le agrado y solo quiere ser amable conmigo por lastima?, ¿Qué tal si esta molesto?”. Después de tanto pensar decidí por fin, esperar a que el mismo me escribiera…pero nunca lo hizo.
En ese momento, mi mente estaba como:
ALEXIA #1: recuerda lo que habíamos hablado, deja de molestar con eso, SHAWN de seguro tiene mejores cosas que hacer.
ALEXIA #2: quizás este ocupado, o se quedó sin batería, o talvez ni siquiera haya revisado su celular…hay muchas variables.
ALEXIA #3: ¿acaso soy la única de nosotras que se ha dado cuenta de que talvez, a cierta chica por ahí le gusta cierto chico, pero no lo quiere admitir?.
Todas al unísono, menos la yo real: no, no eres la única.
Yo real: ¿Qué?, por supuesto que el no me gusta, es solo un amigo, ¡nos acabamos de conocer!.
ALEXIA #3: oh, vamos, chica, ni tu te crees esa gran mentira.
Yo real: claro que si, por que NO me gusta, solo me da curiosidad porque es diferente, eso es todo, solo quiero saber más de él.
Todas al unísono, menos mi yo real: aja, claro…
Sacudí levemente mi cabeza, en busca de despejarme, al darme cuenta de que hablar con más de una versión de ti misma no era considerado como algo normal. Seguí mi camino, al que al parecer se hizo más corto después de caminar todo ese tiempo, pensando en tanta tontería.
Noté que había llegado muy rápido a la secundaria, imaginando que talvez llegue a buena hora para mi clase, ya que no tenía un reloj de muñeca y mi celular estaba dentro de mi mochila, llegué hasta mi casillero y luego saqué de el lo que necesitaría para ese dia.
Miré hacia el casillero de SHAWN, lo recordaba porque este estaba a unos tres o cuatro casilleros de distancia con el mío. No me percaté de que alguien más llegó, era el dueño del casillero que estaba junto al mío, vestía de colores pastel, en un conjunto deportivo azul cielo que lo hacía ver llamativo, además de que una corona de flores blancas adornaba su cabeza.
Este chico era alguien que te producía un lindo sentimiento de solo verlo, todo en el gritaba “dulce” y “bonito” pero no de una forma negativa. Observé como el lindo chico de celeste como sacaba una libreta de su casillero, me mostró una sonrisa tímida al girarse de mi lado y luego comenzó a hacerme conversación.
— Hola, eres la chica nueva, ¿cierto?.— preguntó el, enfocando sus azulados ojos en mi, hablando con sutileza y un timbre de voz algo agudo.
— Bueno, creo que ya no me queda ese apodo, hoy cumplo una semana aquí.— respondí de forma afable, para luego extenderle mi mano — soy ALEXIA BROOKS.—
— LOUIS TOMLINSON, es un gusto, ¿sabes?, tenemos el mismo horario, creo que recuerdo tu nombre de algunas clases.— mencionó.
— Oh, siento si no me di cuenta de tu presencia en las últimas clases, ¿Qué puedo decir?, soy muy despistada.— me disculpe, mi vista fija en los casilleros — ¿de casualidad no has visto a SHAWN?, no estoy muy segura, pero suele venir temprano. — no me aguantaba la curiosidad.
— Bueno…creo que lo he visto entrar al salón de música, y por cierto, se cancelo la clase de arte, la profesora tuvo una emergencia personal.— respondió simple, mientras mantenía su peso en su pie derecho y miraba al cielo como si intentará buscar las respuestas ahí al hablar.
— Ok, creo que lo tengo, gracias. Me parece que iré a buscar a SHAWM…¿Dónde decías que esta ese dichoso salón?.—
— Solo sigue derecho, tiene un gran afiche en la puerta.— contestó, supongo que algo divertido por mi comportamiento.
LOUIS y yo nos despedimos y luego caminamos en direcciones opuestas. Una parte de mi no quería ir a buscar a SHAWN, pero otra parte de mi dedujo fácilmente que si estaba en el salón de música, entonces estaría posiblemente tocando, y yo quería volver a escuchar su voz cantar.
Caminé por el pasillo lentamente, al parecer la primera clase ya había empezado, porque muchos de los estudiantes que caminaban junto a mi en el antes concurrido pasillo, ahora lo habían dejado completamente desolado. Me detuve en el momento en que el un sublime sonido de piano entró en mis oídos, noté que estaba a sólo unos tres pasos de lo que se suponía que era el salón de música.
Me acerqué a la puerta y tomé la perilla, una vez que está estaba abierta, no emitió ningún sonido, aun así no es como si importara mucho, porque una vez abierta la puerta, el sonido del piano se intensificó de una manera que hizo que piel se erizara. Me sentía ansiosa de entrar, casi podía escuchar al dulce melifluo llamarme, pero los intensos cuestionamientos mentales no me dejaban en paz, pensar que SHAWN estaba ahi solo pues buscaba privacidad, solo me hacía sentir una invasora más de su espacio.
No tengo nada que hacer aquí.
Laying on the bathroom floor, feelingn nothing.
I’m overwhelmed and insecure, give me something.
I could take to ease my mind slowly.
Y una vez más, su voz logró hipnotizarme como la última vez, no reconocí la letra, así que al instante supuse que el la compuso, alimentada por la curiosidad, entre al salón.
Pudo haberse camuflado entre el oscuro de sus ropas y el color del piano, de no ser por su gran tamaño y su pálida piel, el único sitio iluminado era la sección de la puerta hasta el piano, el resto del salón permanecía en oscuridad.
Just have a drink and you’ll fell Better.
Just take her home and you’ll feell better.
Keep telling me that it gets better.
¿Does it ever?.
La pausa duró más de un minuto, ¿acaso ya había terminado la canción?, el piano ya no se escuchaba más y el salón se sumió en un completo silencio, o por lo menos eso había pensado, hasta que los sonidos del piano, fuesen sustituidos por lo que parecían ser sollozos.
Confirme que el ojimiel estaba llorando, al notar como sus ojos se sacudían levemente.
Y luego el piano comenzó a sonar de nuevo, esta vez con un ritmo más rápido.
Narrador omnisciente/hora actual:
ZAYN había llegado justo a tiempo para sus clases, aun se encontraba en el auto junto con MARCO, el pelinegro no paraba de mirar por la ventana. Ver a los demás estudiantes llegar en sus preciosos autos o escoltados igual que él, le hacía recordar lo afortunado que era, y a la vez en cierta forma, nunca sería igual que ellos.
Muy centrado en la vista que daba la entrada de la secundaria, ZAYN divisó a LIAM en su lujoso auto, saludando a todos, dicho chico era todo lo que ZAYN no era, ser sociable era una de las cosas que encabezaban la lista.
— Hey, ZAYN, muchacho…¡hazme caso, carajos!.— exclamó MARCO, hablando en un español muy fluido.
— ¿Qué fue lo que dijiste?.— preguntó el contrario, al no haber entendido las últimas palabras pronunciadas por el contrario.
— Pues que me prestes atención porque entras a clases en diez minutos. — respondió — ten, tu padre dijo que hubiese preferido dártelos en persona, pero estaba ocupado.— MARCO le extendió a ZAYN una pequeña funda de color negro, él pelinegro abrió la bolsa una vez que la tenía entre sus manos, descubriendo unos lentes de color negro con el reverso de estos en un intenso color rojo.
Eran lentes correctivos.
— Le dije que no quería usarlos, estoy bien.— habló en voz baja.
— Vamos, zee, tu padre me dijo que habías estado forzando la vista en clase y por eso estuviste teniendo dolores de cabeza. Son recetados de tu última consulta con el optometrista y debes usarlos siempre, mínimo solo en clases, ZAYN. — insistió MARCO.
MARCO era un chico que nació en México pero ha vivido casi toda su vida en estados unidos, dentro de casas de acogida y con familias adoptivas por problemas familiares hasta los doce, cuando su abuela recibió la residencia y pudo cuidar de él. Máximo le llevaba unos cinco o seis años a ZAYN, quien era como un hermanito para el.
— No quiero usarlos.— respondió cortante.
— ¿Por qué?, ¿piensas que te vas a ver feo o algo así?, porque si es así, quiero que sepas que me ofendes mucho.— MARCO señaló sus propios lentes con una expresión bromista, provocándole una sonora carcajada al contrario.
ZAYN borró de su rostro la sonrisa que anterior y efímeramente fue plasmada, y luego suspiró.
— No es eso, pero creo que ya me hacen suficiente burla solo por no pertenecer a un grupo, no quiero ser el clásico nerd, bueno…si es que ya no lo soy.— habló en su tono habitual, encogiéndose de hombros.
— Óyeme, tu no eres un nerd, por lo menos no hasta que tu mismo te llames así, solo tu tienes el poder de etiquetarte como algo, no los demás.— expresó el latino, usando ese tono cálido de hermano mayor por el cual, ZAYN sentía una mezcla de amor y odio. Al ver que la platica cursi, no surgía efecto en el chico, MARCO busco una solución más sencilla — o no tienes que ser un nerd clásico, ¿Qué tal un nerd sexy? —
— En serio que eres un idiota.—
— Soy tu idiota.— si, ambos jugaban al bromance como una forma de entretenimiento, solo porque MARCO creía que así ZAYN no estaría tan tenso.
— Ok, ok, mira, ya me puse los lentes, ¿ahora me vas a dejar en paz?.— preguntó el moreno entre risas, mientras se ponía sus lentes, y debía de aceptar que así todo se veía mucho más nítido.
— ¡jamás!, no hasta que aceptes casarte conmigo.—
— ¿Qué no mi padre es tu terror número uno?.—
— Claro que si, después de mi abuela.— ambos rieron.
— Nos vemos a la salida. — se despidió ZAYN, después bajar del auto y cerrar la puerta.
(…)
El área de la piscina era bastante grande, de un aspecto lujoso, pero bueno, ¿en el LEVINGE COLLEGE que no era lujoso?. La instructora creyó que sería una buena idea darles un descanso a aquel grupo de estudiantes, y en vez de seguir con la clase, prefirió que jugarán voleibol para que se divirtieran un rato.
— ¡Vamos, PARÍS, tu puedes!.— gritó un chico pelirrojo llamado MAX, la susodicha por este, lanzó la pelota lo más alto que pudo, pues le tocaba sacar, luego la golpeó en dirección al equipo contrario, donde THOMAS la recibió.
— ¡LIAM, reacciona!.— vociferó RYAN, quien respondió en dirección a LIAM, el cual no la logró atrapar, ni reaccionar de alguna forma, así que la pelota lo golpeó en la cabeza y luego cayó al agua.
— ¡es un punto para el quipo B!.— informó la entrenadora, después de soplar su silbato. El mencionado equipo celebró, mientras que todavía se podían escuchar risas por el incidente de LIAM.
— ¿LIAM, que demonios te pasó?, tenías que haberte concentrado.— reprochó DANIELLE, mientras que el susodicho se sobaba la cabeza.
— Estoy bien, no tengo una contusión chicos, gracias por preguntar, que amables son.— comentó el castaño, con sarcasmo, sus amigos no cambiaron de expresión — perdónenme, ¿si?, es que me distraje.— se disculpó, muy avergonzado, él no pudo evitarlo, desde que comenzó la clase no había parado de pensar en ZAYN, quien estaba en las bancas, riéndose con un tono de voz cálido, LIAM suponía, no, sabía que se reía de él. Así que lo miró fijamente y cuando el pelinegro por fin enfocó su vista en él, este se enserió y apartó la mirada.
En un buen acto de inteligencia, LIAM salió de la piscina mientras sus compañeros jugaban, seguidamente caminó hasta la instructora.
— ¿Instructora, puedo sentarme?, no me siento del todo bien.— preguntó, mientras se tocaba la frente con dramatismo y fingía hacer muecas del dolor.
— Ummm, claro, sécate y ve a sentarte junto a MALIK.— contestó, señalando la banca donde dicho pelinegro estaba sentado.
LIAM sonrió victorioso, mientras caminaba hacia ZAYN, quien lucia muy concentrado, haciendo trazos en su cuaderno de dibujo. Por supuesto que ZAYN se había percatado de la presencia de LIAM, tan solo intentaba ignorarlo, hasta que este quiso hablarle.
— ¿Por qué nunca estás en la piscina?.— preguntó el castaño, en voz alta, por lo mientras el moreno intentaba no despegar la vista de su cuaderno, no quería hablar con él. De repente recordó a su nana, y los muchos modales que le enseñó, y claro que se decepcionaría de él si dejara a alguien con la palabra en la boca, ¿no?, así que se obligó a responder.
— En primera, no se nadar, y en segunda…los juegos en equipo me ponen nervioso. — mencionó por lo bajo, luego observó a LIAM sentarse junto a él.
— Pues si no sabes nadar, para eso es la clase. Solo te lo digo por si no lo sabias.— mencionó de forma afable.
— ¡no me digas!.— habló con un sarcasmo cortante, girando los ojos — no estoy aquí porque quiero, es simple, además…vi muy bien desde aquí el golpe que te dio la pelota, fue increíble.— declaró entre risas, con una pequeña sonrisa en el rostro.
— Me alegra hacerte reír.—
— Claro, como sea.—
Era tan capricornio de su parte al enojarse, porque si, ZAYN muchas veces podía ser temperamental, pero más que molesto o irritado, se sentía ansioso, no todos los días te sentaba junto a él chico que te gusta y ambos estando semidesnudos, ¿no?. ZAYN seguía enfocando su vista en su cuaderno, cuando cabello cubría su rostro, y luego de que contrario se disculpara por ser tan entrometido, quiso tocar su cabello.
— No hagas eso.— pidió, para luego tomar el mechón de cabello que le estorbaba y ponerlo detrás de su oreja.
— Lo siento, de nuevo.— hizo una pausa— estas sonrojado.— mencionó, en el transcurso de detallar las facciones del pelinegro.
— Es un sencilla reacción corporal.— contestó seco, encogiéndose de hombros.
— Y sobre el beso…
— Solo me deje llevar, es todo, tu estabas confundido, debí alejarme de ti, pero en su lugar, sentí pánico y te dejé solo.— habló con aflicción, sus ojos mirando el piso, sintiéndose pequeño he insignificante en ese momento.
ZAYN era así de camaleónico con sus sentimientos, eventualmente, era como si siempre usará una máscara que no dejara mostrar a nadie, siente que si se muestra como genuinamente es, entonces lo verían vulnerable y le harían daño.
Es un pensamiento que a mi mismo, me parece irracional, eso algo muy loco, ¿verdad?, es decir, ¿Qué sentido tiene no verle sentido a tus propios pensamientos?.— reflexionó para si mismo el moreno.
¿Qué tan raro luciría él, saliendo corriendo con sus cosas en mano?.
— En parte, también fue mi culpa, no estaba ebrio, créeme, estaba muy lucido, yo…yo aún puedo recordarlo todo.— expresó con un aire pesado, tomando asiento junto a ZAYN, por lo mientras se secaba con una toalla.
— Me da igual.— LIAM estaba comenzando a sentirse incómodo con la actitud de ZAYN.
—Ah, ¿si?, pues yo no creo que seas tan herero como pareces, me correspondiste el beso.— esto era más que un experimento personal, en verdad que el castaño quería ver la reacción de ZAYN, quien se mantuvo bastante neutral. Pero claro que por dentro, se sentía como si estuviera a punto de desmayarse, tan solo la forma en que LIAM se acercó a ZAYN y le susurró aquellas palabras al oído, basto para desequilibrarlo, y claro que no le daría el gusto de demostrárselo.
— No esperaba que me besaras, eso me sorprendió. — se excusó olímpicamente — fue solo un beso, eso no quiere decir que sea gay.— añadió.
— ¿Entonces no eres gay?.— interrogó, insistente.
— No es de tu incumbencia y si no te molesta…me gustaría estar a solas.— ZAYN sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero no conocía otra forma de alejar a LIAM.
— ¿Acaso me estas corriendo, ZAYN MALIK?.— preguntó, fingiendo estar ofendido, mientras que se tocaba el pecho, dramáticamente.
— Si, eso mismo.— contestó sin dudar.
— Es una pena, porque pienso pasar el resto de la clase aquí.— ZAYN se sentía irritado con las palabras del castaño, pero no lo suficiente como para hacerlo notar — ¿puedo ver que estas dibujando?.— el pelinegro giró los ojos en fastidio, pero no se negó.
— Estaba aburrido, así que dibuje a los demás en la piscina…pero calvos.— LIAM se carcajeó al acercarse más a ZAYN y observar el dibujo en su libreta. En efecto, era un dibujo de sus compañeros en la piscina, jugando voleibol, todo lucia un cierto grado de realismo, a excepción de que les faltaba el cabello, incluyendo a las instructora, quien también aparecía en el dibujo y también carecía de cabello.
— Todos lucen graciosos, dibujas muy genial.— alago— por cierto, me gustan tus lentes.—
— Gracias.—
El momento fue interrumpido por el sonido del silbato, afirmando que el tiempo de clase se había acabado, luego todos se fueron a las duchas.
— ¿No vienes conmigo?.—
— Prefiero quedarme aquí, hasta que todos salgan.—
— ¿Seguro?.— insistió LIAM.
— Si, yo…
— ¡MALIK y PAYNE, corran a las duchas, el siguiente grupo está por entrar!.— ordenaron a sus espaldas.
Pánico, pánico, pánico.
(…)
SHAWN golpeó las teclas del piano en señal de frustración, se había equivocado en una de las notas, odiaba equivocarse, odiaba cometer errores, estos jamás le habían traído algo bueno, y de la forma más sincera, no entendía a las personas que decían “después de los errores, llega el triunfo”. Odiaba con todas sus fuerzas cometer errores, aunque mejor dicho, sentía más miedo que odio, o talvez una mezcla de ambos.
De un momento a otro, sus emociones cambiaban de una forma tan drástica, era algo que siempre le costó controlar, tan solo quería sentirse bien y no lo estaba logrando.
Porque ese era un día malo.
Y al no le gustaban los días malos.
Continuó tocando, intentando conseguir aquella melodía previamente establecida, con la cual se identificaba tanto. “I’m my blood”, así la había bautizado, el ojimiel recuerda cuando JOSHUA leyó los primeros versos de la canción y lo estableció como su himno personal.
I’m looking through my phone again, feeling anxious.
Afraid to be alone again, i hate this.
I’m trying to find a way to chill, cant breathe, oh.
¿Is there somebody who could help me?.
ALEXIA permanecía como una fiel espectadora al otro lado del salón, sintiendo como cada vello de su cuerpo se erizaba al escuchar la canción.
It’s like the walls are caving in.
Sometimes a feel like giving up.
No medicine is strong enough.
Someone help me.
I’m crawling in my sking.
Sometimes i feel like giving up.
But i just can’t…
— Puedes, puedes, puedes.— se dijo a si mismo, mientras pasaba sus manos por su rostro.
ALEXIA no tenía ni la menor idea de lo que le sucedía a SHAWN, y todo lo que había visto anteriormente, ponía en dudas sus creencias de que el susodicho fuese simplemente “diferente”, algo le decía que era mucho más que eso. Optó por caminar hacia él, en pasos cortos.
Tocó su hombro, una vez que estuvo junto a él.
— Hey, ¿te encuentras bien?.— SHAWN se alarmó al sentir la mano de ALEXIA en su hombro, haciendo que este diera un pequeño salto en su lugar y se llevara una mano al pecho.
— M-me asustaste, deberías hacer más r-ruido la próxima vez.— habló el ojimiel, sin tomarse la molestia de mirar a la chica.
— Huuuy, siento haberte asustado, ¿tan fea soy?.— bromeó.
— No, sigues siendo…i-igual de hermosa que siempre. — respondió con voz neutral y baja, ALEXIA no esperaba es a respuesta, sin embargo, no expresó ninguna muestra de sorpresa, solo caminó alrededor de SHAWN y tomó asiento junto a él.
El ojimiel comenzó a tocar una melodía que a ALEXIA se le hacía muy conocida, lo hacía con total fluidez, como si lo hiciera al derecho y al revés.
— Es BEETHOVEN.— mencionó la morena, el contrario, asintió y luego dejo de tocar— eres muy bueno.— alagó.
— Casi siempre me equivoco a la mitad, por eso no continuo. —
ALEXIA enfocó su vista en SHAWN, quien miraba las teclas del piano como si fuera la cosa más interesante en el planeta, las lágrimas se habían secado en su rostro y habían dejado su huella, una de sus mejillas estaba de un color violáceo, y al notar los moretones en los nudillos del ojimel, ALEXIA se preocupó, al punto de tomar las manos del chico entre las suyas propias y examinarlas.
— ¿Qué demonios te sucedió en las manos?.—
— Boxeé sin guantes.— respondió, encogiéndose de hombros y manteniendo su misma expresión neutral.
— ¿Quién boxea sin guantes?.—
— Yo, pero solo algunas veces.— comunicó, de forma monótona, volviendo a encogerse de hombros— ¿Cómo me encontraste?.—
— Te escuché cantar.—
Ambos jóvenes mantuvieron el silencio por varios segundos, o por lo menos hasta que ALEXIA quiso trazar con su dedo, el camino que habían dejado las lágrimas por el rostro de SHAWN.
— No hagas eso. — pidió, sintiéndose repentinamente por el contacto, no le gustaba que le tocaran el rostro.
— Lo siento.—
— ¿Te puedo hacer una pregunta?.—
— Claro.—
— ¿Nunca has sentido que por más que te esfuerces por ser perfecto, terminas haciendo todo mal?.— ALEXIA agrando los ojos, en serio que SHAWN se sorprendía con cada cosa que decía.
— Vaya…suena, uhum, muy complicado, yo…— hizo una pausa— no lo sé, supongo que soy ese tipo de persona que acepta que no es perfecta y sigue con su vida.— expresó, de la forma más empática que posiblemente le pudo nacer.
— ¿y que pasa cuando las personas lo notan?.— insistió SHAWN.
— ¿Notar que?.—
— Cuando notan que no eres perfecta.—
— Pues yo voy y le digo…”No me importa”.— respondió ALEXIA, el contrario escuchó todo atentamente, pero aún así seguía sintiéndose inquieto.
— Pero tienes defectos.—
— ¿Y que?, todo el mundo los tiene.— contestó.
— A mi no me gusta ser defectuoso, y lo soy a-aunque no quiera.— expresó, su tono de voz haciéndolo lucir afligido, aunque su rostro no mostrará ninguna expresión, sintiendo como sus manos temblaban.
— Yo no creo que seas defectuoso, hablas de ti mismo como un objeto que se daño y es inservible.— calló por un momento — tu no eres eso.
SHAWN no sentía nada bien en ese momento, sentía que no estaba controlando muy bien sus emociones, y sabía que pronto eso le pasaría factura. Tomó el dije de su collar entre sus dedos, jugaba con el para no calmarse.
Lo mismo que hacía desde hace años, desde que su madre se fue de casa.
Ni el sabía si debería estar triste o feliz por aquel recuerdo.
— ¿Tu piensas que soy raro?.—
— Ummm, bueno, seré sincera. No te pareces a ningún chico que haya conocido, y es en serio.— expresó sin dudas.
— Eso me hace raro.—
— Si, pero no del raro malo, sino dela raro bueno.— contestó.
— Se que soy muy diferente a los demás, siempre lo he sabido, sin embargo, no suelo estar consciente de eso la mayoría de el tiempo, al menos que este en compañía de alguien más.— se quedo pensando por un segundo— luego supe que no hacía las cosas bien, ojalá jamás lo hubiese sabido.—
— Yo, de veras que lo siento si no soy de mucha ayuda, quieres…¿te gustaría hablar sobre eso?, ¿así te sentirías mejor?.— él negó con la cabeza.
Ella entendía que no podía obligarlo a hablar, ahora era que estaba comenzando a comprender que hasta la persona más genuinamente sencilla, puede no sentirse bien.
Intentar darse a entender y lograr no nada siempre lo agotaba, ya no quería hablar.
Pero si te pregunta algo y tu no respondes, entonces ella no querrá ser tu amiga, ya sabe que eres raro, no lo arruines más.— pensó.
Y era tan ridículo que él, SHAWN MENDES, se preocupara por la opinión de alguien, cuando la casi siempre eso le importaba un comino.
— Mira esto.— ALEXIA tomó una de las manos de SHAWN y la unió con una de las suyas propias, a palma extendida — nuestras manos son iguales, pero muy diferentes, ¿no lo crees?.— él se encogió de hombros.
— Creo, la tuya es más pequeña, tu color de piel es muy diferente al mío también.— mencionó.
— ¡exacto!, todos somos muy distintos, pero iguales a la vez, nosotros no escogemos nuestra apariencia, ni nuestra personalidad, somos lo que somos y nuestros defectos vienen en el paquete de ser humano—
— ¿en serio crees eso?.—
— Claro, es más, yo no escogí mis talentos, te enseñaré.— ALEXIA puso sus manos en el piano y comenzó a tocarlo de manera torpe y desordenada, sin ritmo alguno.
Ni el mismo chico sabía el por qué esa acción, causó su risa.
— ¡basta, deja de tocar, eres terrible!.— gritó entre risas, mientras cubría sus oídos, ALEXIA se detuvo en silencio y con una sonrisa en el rostro — lo siento.—
— Nah, no te preocupes, fuiste muy honesto y eso me gusta.— opinó.
— ¿Puedes darme un abrazo?.—
— Me estoy empezando a dar cuenta de te gustan los abrazos. Por supuesto. — accedió ALEXIA, quien estiró sus brazos y lo abrazó— ¿te sientes mejor?.—
— Estoy bien.— fue lo único que dijo.
Sabía que dirías eso y se que estas mintiendo — fue una de las cosas que paso por la mente de la chica, una de las respuestas que quiso darle, pero aún así prefiero callar.
— Gracias por escucharme.— su voz sonaba más apagada que antes.
Alexia tenía tantas preguntas en ese momento…
¿Es normal identificar los sentimientos de alguien solo por su tono de voz y no por sus expresiones?.
¿Debí decirle que sabía que estaba mintiendo?.
¿Acaso es una opción preguntar el por que no utilizó sus guantes del boxeo?.
¿Acaso hay otra forma de mostrarle mi apoyo?.
— Para eso están los amigos.— contestó en su lugar.
— Eres mi amiga.— dictaminó de forma monótona.
— ¡por supuesto!, ¿acaso no quedo claro hace algunos días?.—
— Si, tienes razón.— él asintió repetidas veces.
— Oh, ¡ya se!, ven, vamos a la cafetería. — exclamó la morena, muy animadamente, levantándose del asiento y tomado a SHAWN del brazo, para así “arrastrarlo” con ella. Este no afirmó ni negó y solo se dejó guiar.N/A:
Hola, mis estrellitas, ¿como están?, ¿me extrañaron?, nah, mentira, se que solo extrañaron a mis Personajes. La verdad es que pasé por un bloqueo lector terrible, así que pensé recompensarselos con un capitulo largo.
Intentaré actualizar mucho más seguido, tengo algunos problemas personales y estaré un poco ocupada. Espero que noten los cambios en la ortografía, se que no soy perfecta, pero quiero que su lectura sea lo más cómoda posible.
Como pueden ver, este capítulo aprendemos un poco de más de SHAWN y vemos como la curiosidad de ALEXIA solo crece más y más, además de que vemos a ZAYN, uno de los personajes secundarios más cercanos a SHAWN. recuerden que nuestro protagonista es una persona autista altamente funcional, pero que sigue sin ser una persona corriente, además de que se que a muchos les parece ridícula la idea de que SHAWN oculte su autismo, pues eso es algo que se revelará muy pronto.
También les recuerdo que no soy experta en el tema y mucho menos soy psicóloga, pero aún así intento mostrarle un entorno lo más real posible, porque tampoco pienso inventarme nada.
Beban mucha agua, cuídense y no dejen de respirar, aquí se les quiere mucho, no olviden comentar y votar, sus opiniones y comentarios me inspiran a seguir.
Bromance: se refiere a una amistad íntima, no sexual, entre dos hombres.
B.a.w.i.t.s 🌟
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blue and white in the sky ( Shawn Mendes/fanfic ).
FanfictionSinopsis: "en algún momento...todos queremos tocar el cielo". Shawn mendes es un chico tímido y retraido, las chicas de su secundaria se sienten atraídas hacia el por ser "misterioso" y "enigmático", lo que no saben es que el tiene autismo. Shawn pi...