000 - Perfectos

209 18 0
                                    

La emoción irrumpía en mi cuerpo, tal y como me pasó en el primer "cumplemes" que había tenido junto a él, aquel chico que robaba mis suspiros y en el cual no podía dejar de pensar, en especial en estas fechas. Ya estábamos cerca del decimoséptimo cumplemes y seguía sintiendo aquellos nervios en el estómago de que un día especial se avecinaba y todo debía salir perfecto, todo siempre pensando en él y en su felicidad.

Por primera vez estaba haciendo una manualidad y por culpa de ello estuve semanas tirando proyectos a la basura: cartas, cartones, cartulinas, lana e incluso alambres terminaron apilándose en una esquina por culpa de mi incapacidad para las artes plásticas, pero finalmente encontré una chispa de esperanza en cuanto descubrí esa pequeña y moldeable maravilla llamada arcilla polimérica. No tenía talento en sí, pero definitivamente me había quedado más lindo que el peluche tejido a palillo, el cual más que un perro parecía algún tipo de hiena con rabia y algo de sarna...quizás bastante sarna.

-Mañana le doy una capa de pintura y terminaría la sorpresa... —mordí mis labios viendo la figurilla que había hecho y contuve mi sonrisa, de solo verla mi estómago comenzaba a sentir leves cosquilleos, los cuales aumentaron en cuanto escuché que tocaban la puerta.

Lo cual era raro porque había un timbre, y yo conozco a mi novio, el cual odia tocar el timbre por el ruido "irritante" que este hacía.

Rápidamente bajé para poder abrirle la puerta, pero en cuanto lo hice no pude evitar que mi sonrisa desapareciera y se mezclara con una suave mueca de preocupación, pues la cara del contrario era toda una película, una película que pude descifrar hasta cierto punto. Ese no era el Cheol de siempre, definitivamente estaba sucediendo algo.

-Jihoon... —me dijo, mi corazón se apretujó. Jamás me decía de esa forma, ni siquiera cuando estaba enojado.

«Oh no, por favor que no sea lo que pienso...por favor Diosito sabes que no soy tu seguidor más devoto pero no me hagas esto.»

-Dime —apenas contesté, ya sentía como el estómago se me subía hacía la garganta— Oh espera...pasa, no te quedes ahí parado, corre un poco de viento.

Me había costado un poco convencerlo de que pasara, pero en cuanto lo logré ni siquiera se sentó en el sofá...lo que sería lo normal, pero no, se quedó de pie junto a la puerta sin dejar de mirar hacia todos lados, menos a mi.

-Bueno pues... —dijo notando que yo no diría nada— La verdad es que quería hablar contigo, en especial porque sabes que te amo muchísimo y eres una de las personas más lindas que he conocido...fuera de lo físico...aunque lo físico también, claro.

«Oh mierda, por favor no.»

-Ajam... —en mi corazón aún había una luz de esperanza de que no sucediera lo que yo pensaba, tenía el pecho apretado y no podía dejar de jugar ansioso con mis manos, incluso llegando al punto de enterrar mis uñas en mis palmas, odiaba toda esta situación.

-Pero he estado pensando el último tiempo y...creo que lo mejor sería que terminemos —Me miraba con una mueca de tristeza.

«¿Escucharon eso? Oh sí, fue mi corazón rompiéndose y cayendo lentamente por todo mi cuerpo hasta mis pies.»

-Honnie no...por favor no llores —Y a pesar de que su rostro realmente me transmitía la tristeza y desesperación del momento...sentía que había algo más detrás de todo esto.

-¿Que no llore? —quise soltar una risa sarcástica, me había enojado, su actitud me había enojado— Literalmente vienes a mi casa para decirme que terminemos a dos días de cumplir un año y cinco meses de relación... —mis lágrimas salían con aún más frecuencia— Sabiendo que el 17 es un número importante para mi...

-Lo sé....no quería hacerlo tan cerca de la fecha y menos justo en el mes 17, pero sentía que sería feo hacerlo después o postergarlo mucho —se escuchaba desesperado e incluso llegó a titubear más de una vez, pero yo y mi corazón no atendían excusas— ¿Jihoon...dónde vas?

-A buscar tu sorpresa de mierda —rápido y a paso pesado subí a mi habitación para sacar la figurilla que estaba sobre mi escritorio, en cuanto salí de allí noté a Seungcheol casi subiendo la escalera, pero lo detuve lanzándole el objeto— Espero que la disfrutes ahora que ya no somos novios.

-Estos...somos nosotros —me miró atónito y con sus preciosos ojos cristalizados. Debo admitir que aquello me había dolido, pues no podía abrazarlo para calmarlo esta vez, como todas las anteriores— Pero...a ti no te gustan las cosas manuales.

-Pero a ti sí —sentencié limpiando mis lágrimas con algo de brusquedad.

-Jihoon yo...

-¿Por qué? —lo interrumpí.

-¿Eh?

-¿Por qué terminas conmigo?

-Bueno... —pero al notar lo mucho que se demoraba simplemente opté por lo rápido, y lo que yo consideraba lo más sano.

-Ni siquiera lo sabes —reí sorbiendo mis mocos luego de pasar mis manos por mi rostro, estaba claramente frustrado— Espero que te vaya bien entonces —apunté hacia la puerta con mi dedo y sin decir mucho más se fue con la vista al suelo.

Cerré dando un portazo y me quedé llorando apoyado ahí por un rato, rato en el que Seungcheol volvió a tocar.

-Honnie, sé que estás ahí... —me habló a través de la puerta, no estaba dispuesto a responder, pero lo siguiente que escuché hizo hervir mi sangre aún más— Por favor perdóname.

-¡Ya vete! Ya no somos nada, tal y como querías...ahora puedes marcharte y dejarme solo —mi voz temblaba entre mi dolor y mi rabia por su comportamiento.

Y en cuanto todo cesó me dejé caer frente a la puerta, como si todo fuera una escena dramática de una película o telenovela, porque realmente se sentía como si fuera una. Mi novio más estable y al que más había querido me había desechado como si nada y por si fuera poco, ni siquiera pudo decirme por qué.

Y no sabía si eso me destrozaba aún más o me hacía sentir algo mejor.

«Si no lo sabe entonces el problema es suyo...no mío, ¿cierto?»

Pero después de estar así un tiempo decidí ir a mi habitación, definitivamente no quería estar ahí tirado llorando cuando mis padres llegaran, así que era mil veces más preferible irme, aunque todo lo que hice fue quedarme mirando al techo dejando que mis lágrimas fueran hacia mis orejas, era incómodo...pero ya me daba igual. Sin embargo, pronto mis pensamientos comenzaron a traicionarme.

No dejaba de recordar sus ojos y expresiones de tristeza mientras mencionaba aquella frase que declaró mi perdición, estaba hundiéndome en la miseria de una forma impresionante, no quería darle demasiadas vueltas al lenguaje corporal de mi -ahora- ex novio...pero la ruptura acababa de pasar y estaba bastante seguro de que, aunque pasaran meses, seguiría amando muchísimo a Seungcheol.

******

Las etapas del Duelo [Jicheol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora