CAPITULO 19

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Llegó el momento de la verdad para Octavio y Elena quienes no comprendían por qué les querían hacer daño si lo único que ellos ansiaban era vivir su amor al máximo y disfrutar de su familia. Pero, solo una persona les impedía lograrlo, esa persona era Juan Alberto Montiel, él decía amar a Elena, sin embargo, eso ya no era amor, aquello se había vuelto una obsesión. Pero los Villarreal estaban decididos a dar la batalla, no se dejarían vencer y menos por dos personas que nada sabían del amor.

El teléfono de Octavio repicó, era su custodio, le indicó que debían cambiar ligeramente sus planes puesto que uno de los espías de Juan Alberto los había seguido y había descubierto todo. Elena se puso aún más nerviosa y asustada, mientras Octavio escuchó atentamente las indicaciones dadas y, aunque era arriesgado tendrían que intentarlo.

Rumbo a la hacienda cambiaron de ruta para mantener la seguridad de Elena y Octavio, por más que Octavio intentó disfrazar un poco la situación y restarle gravedad, Elena se dio cuenta e insistía en que le dieran una explicación.

E: Mi amor ¿qué pasa? ¿por qué vamos en otra dirección?

O: No es nada, es un simple atajo - dijo evitando mirarla a los ojos, puesto que ella era muy perceptiva -

E: ¡No me mientas, Octavio! ¡Por favor! ¡Dime qúe pasa! ¡Te lo suplico!

O: - suspirando pesadamente - Pero antes prométeme que estarás tranquila - promesa que él sabía que era casi imposible de que ella la cumpliera - Uno de los espías de Juan Alberto se dio cuenta de todo y nos estaba siguiendo, la policía lo detectó y nos dio aviso. Ellos dictaron una ruta alternativa para evitar que nos hagan daño.

E: ¡Tengo miedo mi vida! No quiero que nada malo nos pase a nosotros o a nuestra familia.

O: No tienes por qué temer, te prometo que los protegeré con mi vida si es necesario para que estén a salvo.

E: No, no, no... no digas eso mi amor, prométeme que te cuidarás. Si algo te pasa, no lo podré soportar - afirmó abrazándose a él -

O: Todo estará bien, te lo prometo - correspondiendo al contacto -

La seguridad y la policía iban siguiendo de cerca el auto de los Villarreal, iban muy atentos de cualquier indicio de un ataque de parte de aquel espía. En una parte del camino, el chofer de Octavio gira para internarse en un bosque, logrando así despistar a los hombres de Juan Alberto, mismo que acabó volcándose dado lo empinado de la ruta.

El auto de Octavio iba a una velocidad bastante baja, intentaban descender la pendiente para poder retomar la ruta que los llevaría a la hacienda.

E: Octavio tengo mucho miedo de haya más hombres de Juan Alberto, no quiero ni pensar de que puedan llegar hasta aquí.

O: Tranquila mi amor, ya falta poco para llegar. Confía en que todo saldrá bien.

E: Cuando ya tenga a mis bebés junto a mí sanos y a salvo, solo entonces podré calmarme.

O: Te entiendo muy bien mi amor, pero trata de estar tranquila también por nuestro hijo - acariciando su vientre -

E: ¡Es que tú no me entiendes! ¡Estoy desesperada!

O: ¡Claro que te entiendo mi cielo! Yo me siento igual, pero debemos hacer el esfuerzo de no perder la calma - depositando un beso en la frente de la morena cuando la sintió abrazarse nuevamente a él -

E: ¿Y si Juan Alberto logra escapar? ¿y si nos encuentra?

O: La policía no ha vuelto a llamar, eso quiere decir que no hay mayores novedades.

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