Capitulo 74

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Hoseok se quedó profundamente dormido en aquel sofá después de haber estado despierto toda la noche, pensando, haciéndose preguntas y más preguntas del por que su amado príncipe le había echo algo tan ruin

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Hoseok se quedó profundamente dormido en aquel sofá después de haber estado despierto toda la noche, pensando, haciéndose preguntas y más preguntas del por que su amado príncipe le había echo algo tan ruin.
El sueño al fin lo atrapó, su cuerpo cansado sus ojos también cansados de tanto llorar, terminaron por rendirse ante el dolor de su corazón.

Alrededor de las ocho de la mañana Yoongi despertó y algo apresurado se dió una ducha antes de salir de la habitación de huéspedes donde se había quedado.

Tuvo que tomar prestada una playera de Jin,  era obviamente de una talla más grande pero no importaba el pelimenta se sentía bastante agusto, colocó sus jeans y se dirigía a la habitación adónde se suponía dormía el pelinegro pero se topó con él en la sala.

Hoseok estaba aún dormido, así que el pelimenta no quiso molestarlo, se dirigió a la cocina, abrió la nevera y tomó algunos ingredientes para preparar un buen desayuno. Tenía que ir a la oficina pero nunca lo hacía sin tener en el estómago la comida más importante del dia, después de todo, él era su propio jefe y no tenía por qué darle explicaciones a nadie si llegaba tarde.

Estaba por terminar el segundo platillo que era para su amigo, cuando prescisamente a él fue a quien miró parado en el marco de la puerta de la cocina, sorprendiéndose.

¡Carajo, Hoseok! Me asustaste. —exclamó el de ojos gatunos colocando el plato en la mesa del desayunador. —Anda siéntate para que desayunes.

Hoseok asintió. —Desayunaré solo un café y una tostada, tengo que alistarme para ir a la oficina.

—Oh, no. ¿Qué te pasa? No me la pasé metido en la cocina para que me salgas con eso. Preparé algo delicioso y muy nutritivo, así que vas a desayunar como es debido.

El pelimenta terminó de servir el desayuno, se sentó colocando dos tazas de café sobre la mesa.

Te lo agradezco Yoongi pero no tengo apetito. — dijo un Hoseok decaído y pasando una de sus manos por su rostro.

Tienes que alimentarte, ayer seguro no comiste nada, y supongo que necesitarás fuerzas para poder trabajar.

Hoseok sonrió con amargura. —Hablas como lo hace mi madre. Está bien, comeré algo. Gracias por preparar el desayuno Yoongi.

—Nada que agradecer amigo.

Los dos desayunaron en completo silencio, al principio Hoseok solo picaba la comida pero con la mirada molesta de su amigo fue más que suficiente para que comenzara a llevar los alimentos a su boca, de todos modos no se lo terminó, realmente no tenía apetito pero tampoco quería ser desagradecido con el pelimenta.

THE PRICE OF MY PRIDE || hopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora