No te avergüences de mí ➣ Yeonbin

Capítulo 2

—¿Rojo o amarillo?

—Rojo.

Yeonjun estaba eligiendo el color para anunciar el nuevo juego que se lanzaría al mercado.

—Luces agotado —Heesung ya le había preparado un té.

No respondió, solo bebió un poco y cerro los ojos para recargarse en su asiento. Si que estaba cansado, se encargaba de la mercadotecnia y ante un nuevo producto su trabajo se volvía pesado. Estaba saturado de preguntas acerca de todos los detalles ¿Que frase sería la mejor? ¿Debian usar alguna melodía llamativa o algo más relacionado al juego?

— ¿Ya es mi hora de almuerzo? —vio a su asistente asentir con la cabeza—. Muy bien, voy a tomar una siesta.

Estaba a punto de salir de su oficina.

—Si no aparezco quince minutos antes de que sea la hora llámame, tal vez la alarma no funcione mucho.

—Eso haré.

Heesung no tenía mucho que hacer mientras Yeonjun salía, solo debía poner toda la pila de papeles que había en su escritorio en orden para que a este se le facilitará su revisión y contestar las llamadas en su ausencia.

Observó la foto que tenía entre todo el caos. Se veía muy feliz a lado de Soobin, eso le enojaba demasiado.

Yeonjun era un joven apuesto, con un gran puesto de trabajo y demasiados lujos, ¿Que tenía su esposo a comparación? Solo era un panadero sin gracia.

“Espero que lo disfrutes, ten un lindo día.”

Soobin le había dejado una nota y varios contenedores con comida. Se sentía mal, había escalado en la empresa y tenía un puesto más alto del que se imaginaba alcanzar pero junto con ello menos tiempo para estar con su pareja.

Antes de dormir calentó la comida y procedió a comer. Soobin no solo era bueno haciendo cosas dulces, cualquier platillo preparado por él sabia maravilloso.

—Lo trate muy duro —murmuro antes de caer rendido en el sofá.

[...]

—¡Son las mejores galletas que he probado! —Beomgyu estaba muy emocionado.

—¿Va a pagar todo lo que está comiendo verdad? —pregunto Lea preocupada al ver por el ventanal a esa aspiradora de galletas humana.

—Puedes cobrarlo de mi salario —dijo Soobin—. Después de todo es un conocido mío.

—Así como lo veo esta semana no tendrás paga —respondió la castaña.

Soobin retiro su delantal y salió para hacerle compañía a Beomgyu.

—Sin duda trabajas en un ambiente agradable —le comento observando dentro de la tienda—. Tus compañeros de trabajo son totalmente diferentes a los míos.

—Eso creo —señalo con la mirada a un chico de cabello rosado—. El es Seokjin su especialidad es hacer pasteles y a lado, la chica de cabello negro y largo es Hyejin ella hace confitería y es la mejor chocolatera que he conocido.

—Para la próxima vendré a comprobarlo.

—El chico castaño alto es Hueningkai hijo del dueño, a veces viene a ayudarnos a hacer entregas después de clases y la chica que está en el mostrador es su hermana mayor se llama Lea.

—¿No están contratando personal? Soy bueno en control de calidad si se trata de postres.

—Ya tenemos a Kai para eso.

—Llegue tarde una lastima —de repente volteo a mirarlo—. Sin duda luces más feliz que ayer.

—Lo estoy.

En realidad no lo estaba y mucho menos cuando llegó a casa.

Yeonjun aún no regresaba, de nuevo iba a cenar solo. Noto que al menos comió lo que le dejo preparado y eso era suficiente para sentirse mejor.

—Hola —escucho la voz de Yeonjun sin ánimos.

Lo abrazo por la espalda y le dió un beso en su cabeza.

—No cenaré, me voy a la cama.

—Descansa, te amo.

—Yo también.

Si, otra vez ceno solo.

Extrañaba contarle de su día, a lo mejor se sorprendida al saber que estaba haciendo un amigo de Minisode y se trataba nada más y nada menos que de Beomgyu, una estrella en ascenso en el diseño de videojuegos.

Dejo los pensamientos malos a un lado, lo entendía, estaba exhausto, ya tendrían tiempo para hablar el fin de semana.

Entro a la habitación y antes de acostarse acaricio el cabello de Yeonjun y beso su frente.

—Buenas noches, espero que estés teniendo un buen sueño.

Al día siguiente tampoco tomaron el desayuno juntos, está vez Soobin no utilizo su auto para ir al trabajo, quería caminar y despejarse un poco.

[...]

—Mañana tengo más tiempo libre, creo que le llevaré a Binnie un café.

—Eso suena a un buen plan.

Estaba hablando con Taehyun, él se encargaba de las finanzas y a pesar de que apenas llevaba unos meses de conocerlo ya lo consideraba un amigo.

—Tal vez le lleve flores —nego con la cabeza—. Mejor no, siempre a preferido plantas en macetas y cuidarlas hasta verlas florecer el mismo.

—Tu esposo debe ser muy feliz a tu lado.

Heesung estaba cerca, frunció su ceño, aún estaba a tiempo para hacerle unas cuantas modificaciones al itinerario de Yeonjun.

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