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Jisung soltó un suspiro, el día de trabajo por fin había terminado, eran apenas las 8:30 de la noche, había trabajado durante todo el día, el cansancio en los ojos de han era eminente.

Tomo su mochila la cual estaba tirada debajo de su escritorio, la colocó en uno de sus hombros soltando un jadeó ante la acción, sentía su cuerpo adolorido pesar de sobremanera.

Salió de la oficina, aún quedaba uno que otro empleado recogiendo sus pertenencias, unos charlaban con sus amigos en salida de su lugar de trabajo y Han solo podía pensar en llegar a casa, tomar un buen chocolate caliente y dormir plácidamente en su cómoda cama acurrucado en una de sus sábanas preferidas totalmente relajado.

Sintió una presencia a la par suya la cual lo seguía, por lo que volteó a ver de quién se trataba, efectivamente, se trataba de su amigo, Félix.

Félix sonrió brillantemente tomándole de los hombros.

—¡Hyuuuung!— Habló Félix alargando la "u", Han sospecho que este tramaba algo, Félix nunca lo llama Hyung sin ninguna razón.

—¿Que es lo que quieres?— pregunto desinteresadamente, no estaba de ánimos para las bromas de su amigo, el menor tenía la costumbre hacer diversas bromas pesadas a sus compañeros, al inicio esto le pareció divertido, pero llegó en el momento que le empezó a cansar.

—Nada, solamente quería despedirme de usted.— Jisung volteó a verle, ¿Estaba hablando encerio? ¿Acaso dios había escuchado sus plegarias? ¿Había escuchado bien? ¿Félix dejaría de hacer bromas pesadas? Por unos segundos sintió su corazón latir de alegría, pero solo fue momentáneamente al sentir algo espeso chocar con su rostro, crema batida había Sido derramada en su rostro.

Félix lo había hecho de nuevo, la risa escandalosa de el ya mencionado retumbó en los oídos de Jisung, sintió irritarse nuevamente.

Limpio con la llema de sus dedos la crema batida de sus ojos y miro a Félix el cual empezaba a caminar mientras gritaba un par de cosas incoherentes hacia su mayor, Han suspiro molesto por el menor.

Jisung, por segunda vez, rodó los ojos, metió su mano en uno de los bolsillos de su mochila y saco un paño blanco para limpiar su rostro.

Una parte de el sabía que esto pasaría, pero otra mínima parte de el creía que Félix cambiaría.

La crema batida había llegado a tal extremo que estaba en su pantalón y parte de su cabellera trasera, se le dificulta un poco el limpiar esa zona, pero lo logro con un poco de esfuerzo.

Guardo su pañuelo al terminar de limpiar su rostro, parpadeo un par de veces y siguió su camino al estacionamiento, el camino era largo, el estacionamiento no era propiedad de su centro de trabajo, quedaba a 10 minutos de su trabajo a pie hasta el lugar, debía apresurarse, la noche empezaba a caer.

Sus ojos pesaban, Jisung sentía el caer dormido en medio del camino, el estaba conciente de lo descuidado que estaba siendo en cuanto a su salud, tanto mental como física, su trabajo lo tenía encerrado diariamente en una burbuja, habían días en los cuales se podría decir que no dormía absolutamente nada, se saltaba muchas comidas y eso estaba dañando su salud, Jisung estaba conciente que su salud se estaba deteriorando, más sin embargo no hacía nada por ello, estaba cansado física y mentalmente.

Por fin había llegado al estacionamiento, los 10 minutos de transcurso hasta el lugar fueron los 10 minutos más largos de su vida, pero el saber que estaba a metros de su auto lo alentaba.

Giro su mochila para su pecho en busca de las preciadas llaves de su auto, la desesperación recorrió su cuerpo al no encontrar las llaves por ningúna parte, busco y abrió cada una de las bolsas que traía esa mochila, pero en ninguna se encontraba, había dejado las llaves en su oficina seguramente.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2022 ⏰

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El Chico Del Tren » sungchan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora