Todo empiza por un sueño

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Argus jamás olvidaría el rostro de su pequeña hija luchando por su vida, dando su último respiro y despidiéndose de él estando segura de que perdería la batalla.
Quince años antes de la muerte de su hija, Argus era un científico inexperto interesado por conocer todo lo relacionado con la enfermedad del cáncer, Argus justificaba su obsesión con el tema, por la muerte de su madre, “mi madre murió de cáncer cuando yo tenía diez años” le contaba a sus compañeros la maravillosa  forma en la cual su madre lucho durante nueve años  contra esta enfermedad, nueve años en los cuales Argus tuvo que pasar su infancia la mayoría del tiempo en un hospital acompañando a su madre, viendo sus progresos y recaídas. Su madre murió una noche antes de cumplir treinta y dos años, Argus llego al hospital junto con su padre, muy emocionado por darle a su madre el regalo que llevaba preparando desde hace mucho tiempo. Al entrar a la habitación de su madre, la enfermera les da la noticia de que ella falleció. “mi vida no ha sido fácil” decía Argus, “cuando mi madre murió, mi padre cayó en el alcohol y las drogas, cayó en un lugar del cual no pudo salir” a los trece años Argus fue dado en adopción, ocho meses después fue adoptado por una familia muy adinerada, Argus fue feliz con su nueva familia y a los diez y siete años recibió la noticia que su padre había fallecido a causa de una sobredosis.
Argus solía pasar por los hospitales más cercanos de su ciudad para estudiar distintos casos de cáncer, cada noche se sentaba frente a su computadora con su libreta a investigar cada caso visto en el día. Una tarde, Argus fue a ver un último paciente, “se llama Rebeca, tiene cáncer de pulmón” le dijo el doctor antes de entrar a la habitación. Lo que Argus no esperaba era encontrar el amor tras esa puerta. Argus entro a la habitación con seriedad y con su libreta en la mano, como lo hacía comúnmente con los demás pacientes, cuando Argus miro a la mujer acostada en la cama, con su piel pálida, un poco delgada, sin cabello a causa de las quimio-terapias, todo su ser se ilumino, nada se vio más que la hermosa sonrisa de aquella mujer. Un rostro que por alguna razón le reflejo tranquilidad, ver aquella mujer que a pesar de saber que está muriendo, se sentía feliz por no haberlo hecho aún, su rostro demostraba la felicidad que su alma gritaba. Argus hizo lo que jamás había hecho con ningún otro paciente, se acercó a la chica y platico con ella, ¿desde cuándo estaba enferma?, ¿por qué?, ¿de dónde venía?, etc. Una plática muy larga, en la cual él no podía parar de mirarla. Al salir le pregunto al doctor por el progreso de la chica, el doctor le dijo que era efectivo y si seguía así se iría a casa pronto. Desde entonces Argus iba a visitarla dos veces por semana, fueron días especiales en los cuales Argus se enamoró locamente.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2022 ⏰

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