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El funeral había pasado sin mucho que añadir: Jungkook, con una cara de los mil demonios, había estado sentado al lado de Taehyung, quién a su otro lado tenía al flamante Park Bogum.

Seokjin había intentado no mirar en su dirección y la mayor parte del tiempo lo había logrado, porque como Kookie no estaba, Mingyu estaba yendo a ver a su hermano de tanto en tanto y Jimin no se movía mucho por culpa suya, él había tenido demasiado trabajo, así que iba de un lado a otro atendiendo a las personas que alguna vez lo llamaban principito. Todos los que lo reconocieron con cariño (algunos tíos, uno que otro de los amigos lejanos de la familia) mientras que tantos otros lo miraron la mueca de asco que para ellos la servidumbre se merecía. Sin embargo, no podía mantener sus ojos alejado demasiado tiempo, y de vez en cuando se permitía romperse al observar a Park Bogum.

Sabía que era idiota estar comparándose después de tres años, pero la verdad era que esos pensamientos habían sido parte de su día a día durante mucho tiempo.

La familia de Park Bogum tenía dinero, nunca tanto como la de Taehyung, pero lo suficiente como para que fuera un foco de atención para el conglomerado, además de que era un famoso actor que había participado en muchas adaptaciones muy importantes para Corea y era aclamado como uno de los rostros más atractivos de la televisión.

Durante los primeros meses, Seokjin lo miraba con determinación.

¿Qué tanto había en Bogum mejor que en él para que Taehyung lo hubiese desechado de esa forma? Entendió que era demasiado. Bogum era tan atractivo como Taehyung, y a diferencia de él, que era un simple sirviente de una familia famosa, Bogum tenía la estampa que era necesaria para ganarse el corazón de alguien como el ojiazulado. Su cabello era más largo que el de Seokjin, sus ojos más rasgados que los de él, herencia de una familia cien por ciento coreana. Su cabello tenía unas cuantas ondas y una sonrisa que incluso a él, que lo odiaba, le parecía atractiva.

Pero Bogum las veces que lo miró, lo miraba con odio.

Yoongi lo amenazaba también con su mirada.

Taehyung lo miraba... lo miraba atónito.

Jimin hacía pucheros porque Jin estaba tan pendiente de trabajar que no le había dedicado muchas miradas.

Al día siguiente, malhumorado y resentido, se encontraba caminando con su hermano a la oficina de Kim Taehyung. El conglomerado central de los Kim estaba en el centro comercial de Seúl en uno de los grandes edificios rascacielos que solo un millonario podía permitirse tener. Su hermano estaba nervioso: ayer al llegar a casa había llorado desconsolado por un padre que nunca había tenido, porque él ahora tenía una explicación factible de la incomodidad que sentía con el alcohólico de su padre y de la distancia que él siempre había tenido con el menor... porque nunca había sido la figura paterna que merecía, necesitaba y debía ser con Kookie. Pero tampoco tenía la oportunidad de tener una: Daehoo había muerto con un puro estúpido testamento dejándole dinero a Jungkook y la obligación a Seung de decir la verdad que le pertenecía a él, pero sin hacer lo más importante: pedir disculpas.

Se habían enterado de que él murió de cáncer. Había tenido tiempo, si hubiese querido.

Se presentaron y una secretaria los hizo pasar hacia la puerta de la gran oficina del heredero, y a las afueras los tres pudieron oír la voz grave de Taehyung a través de las paredes.

—No, Bogum. Tu no entiendes lo que pasa. Te lo he dicho miles de veces y simplemente decides hacer caso omiso a lo que te pido de buena forma.

—No soy estúpido, Taehyung, si entiendo. Pero tu también debes ser sensato con lo que está pasando, y con las repercusiones que tendría en mi carrera.

Glimpse of us [Jintae/Taejin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora