Parte 65: Bandos

41 3 3
                                    

– ¿Buscáis algo?

Todos os girasteis para observar a un anbu con la cara tapada por su máscara.

Por la postura que tus compañeros adoptaron supiste que no era un amigo. Y justo detrás del anbu comenzaron a aparecer más y más, pero no solo detrás, sino que al alzar la mirada cada uno de los pasillos que estaban sobre vuestras cabezas estaban llenos de anbus dispuestos a atacar en cualquier momento.

Regresaste la vista al frente observando las espaldas de Kakashi y Yamato que todavía estaban en tensión. Sabías muy bien que esta situación no acabaría bien en caso de empezar una pelea, ¿qué más podía hacerse?

– Sentimos la intromisión. – Te sorprendiste al escuchar tu propia voz salir sin permiso y en el preciso instante que lo hiciste todas las miradas se clavaron en ti. Comenzaste a caminar hasta situarte un poco más atrás de tus compañeros, en medio de ambos. – Lo que veníamos a buscar ya no está, así que podemos irnos sin hacer de esto algo más problemático.

– Habéis entrado aquí sin permiso y habéis rebuscado en nuestra casa. ¿Creéis que podréis iros así cómo así?

– No hemos venido a buscar pelea. – Refutaste endureciendo tu mirada.

– Entrar en casa de alguien de esta manera no es precisamente una clara forma de decir que no queréis pelea. ¿Pensáis acabar con nosotros ahora que Danzo-sama no está?

– Espera, no queremos terminar con vosotros. – Intercedió Yamato obteniendo ahora todas sus miradas.

– ¿A no? ¿Por qué debemos creeros?

– Si estuviéramos aquí para exterminar la raíz no se nos ocurriría venir solo 3 personas. – Explicó esta vez Kakashi sin dejar su posición defensiva preparado en cualquier momento para entrar en acción.

– ¿Y quién nos dice que ahí afuera no hay más o que la caballería está al llegar?

El silencio se hizo por el lugar unos tantos segundos haciendo entender a todo el mundo que fuera lo que fuera lo que se dijera en ese momento nunca se sabría si era cierto o solo una treta para salir de allí, eso era lo que pesaban todos hasta que la voz femenina volvió a alzarse.

– Sé que no soy nadie y que mi palabra no vale tanto como valdrían las de otros, pero os garantizo que no estamos aquí por eso. Y si lo que queréis es un culpable entonces tomarme a mí, dejen que Kakashi y Yamato se vayan.

– ¿Pero qué estás diciendo (...)-chan? – Gritó Yamato volviéndose parcialmente para observarte.

– Estoy diciendo la verdad Yamato. Estamos aquí por un capricho mío. Seguí un instinto que me trajo hasta aquí para poder evitar un desastre y parece que creé otro.

– Un instinto. – Pronunció el anbu que parecía ser el cabecilla obteniendo un asentimiento por tu parte. – ¿Qué clase de instinto?

– Recordé algo que podría ayudarnos.

– ¿Ayudaros para qué?

– Puede que no me creías, pero el mundo está en grave peligro. Y eso nos incluye a todos. Una serie de ninjas están recolectando unos pergaminos, cinco en concreto, que tienen una finalidad que solo nos llevará a la destrucción.

El silencio volvió a hacerse en el lugar y solo eso bastó para que una idea floreciera en tu mente.

– Pero vosotros ya lo sabíais ¿no? – Tus compañeros te observaron un tanto impresionados por la convicción en tus palabras.

– No sé...

– No tengas el descaro de mentirme. Danzo estuvo metido en esto desde el principio y a pesar de que mis recuerdos estaban bloqueados él sabía que existía la posibilidad de que no fuera así para siempre. Me cuesta creer que con todos los que estáis aquí fuera él solo quién se encargaba de ese pergamino. – La postura del anbu que tenías enfrente se irguió un poco más ante tus deducciones. – Y también deduzco que eres tú quién mejor conoce el tema.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 18, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora