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— Muchacho. No debiste molestarte!

Wenhan apareció en la casa de Xiao Zhan muy tarde con muchas bolsas de mercado en la maní.

— No es molestia mamá Xiao. Ustedes son como mi familia.

— ¿Quieres tomar algo? ¿Comer alguito?

— No se preocupe mamá Xiao...Yo... — No terminaba de decir cuando un plato repleto de comida le fue servido.

El doncel sonrió y comió obedientemente. — ¿Y Xiao Zhan?

— No demora en llegar. Esta trabajando en la panadería hasta tarde.   ¿Lo quieres esperar?

— Tal vez puedo venir mañana.

Wenhan se puso de pie para lavar los platos y fue entonces cuando finalmente apareció Xiao Zhan.

Cansado.
Agotado.
Con unas ojeras gigantes.

Al rubio se le hizo un nudo en la garganta. Xiao Zhan podía tener lo que quisiera si tan sólo no desaprovechara su belleza.

— Zhan Ge.

El pelinegro saludó a su madre y en seguida dirigió su mirada hacia Wenhan. A las bolsas de mercado a su lado que aún no habían organizado.

— ¿Qué se supone que significa esto?

— Solo te quería ayudar.

— No necesito tu ayuda, ¿Entiendes?. Mal que bien nos la arreglamos con mi mamá. Así que lo siento. Llévate tus cosas.

— Xiao Zhan!

— Wenhan...

— Dije que no. Siempre voy a decir que no. No quiero... no me interesa. Recoge las bolsas antes de irte.

— Baja la voz. Mamá Xiao se va a enterar.

Zhan contuvo su respiración. — Bien. Por favor! Si me tienes algún respeto. Como amigo... Como Ge... No hagas esto más.

— Solo acéptalo por mamá Xiao. ¿Está bien?

— ¿Sin compromiso?

El rubio asintió. — De parte de un amigo.

— Bien.

— Y Xiao Zhan... — Wenhan estaba tenso. No sabía que iba a hacer. — Como amigo... Te digo que Darren Wang, no va a quitar el dedo del renglón. El obtiene lo que quiere por las buenas o por las malas.

— ¿Y a mi que? Qué venga a ver si es que me voy a dejar.

— No entiendes. — Wenhan negó. Sí se tratara de Yibo. El ya te hubiera dejado siempre y cuando no afecte sus negocios. Hubiera mirado a otro lado... Pero Darren... Es un loco obsesionado... Y ahora tu eres el objeto de su obsesión.

— Me importa muy poco. No me interesa.

— Zhan Ge! A menos que... Quieras dejar a tu madre sola. Deberías considerarlo.

Zhan tragó entero.

— Es un consejo de amigos. Tienes la posibilidad de usar tu belleza, ganar dinero...entretenerlo por un rato y regresar con tu madre para darle una vida tranquila. De lo contrario presiento que todo se pondrá muy feo.

Zhan miró a Wenhan estudiando sus expresiones. Como si estuviera hablando y moviéndose en cámara lenta.

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Hijo de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora