Dejándose caer de forma pesada en su asiento, Issei sentía como todo su cuerpo se estaba quejando, aún adolorido de sus ejercicios durante los días anteriores. Sintiendo el dolor recorrer sus músculos y huesos, el adolescente cerró sus ojos mientras temblaba levemente.
"Enserio... Con cómo me hizo entrenar no me sorprende que sea un demonio."
El adolescente susurró para sí mismo, mientras que movía levemente sus dedos, frotando sus músculos adoloridos bajo su piel. Un escalofrío recorrió su espalda cuando recordó el intenso entrenamiento y las escasas horas de sueño que el mismo le dejó. Agradeció que no habían dejado ninguna tarea para el fin de semana, caso contrario habría sufrido incluso más al tener que perder horas de sueño en la misma.
Sus ojos recorrieron la clase a su alrededor con curiosidad, viendo a sus demás compañeros, cuando repentinamente algo sonó dentro de su cabeza.
"Tienes algún problema con cómo hice tu entrenamiento?"
Una voz familiar, en un tono infantil y juguetón, resonó dentro del cráneo del adolescente, como si se hubiese originado dentro de su propio cerebro. Un escalofrío lo recorrió cuando rápidamente miró a su alrededor. Tras confirmar que la demonio dueña de dicha voz no estaba presente, se hizo una idea de que tipo de habilidad era. A veces había que agradecer ser un friki y otaku de cuidado, sobre todo en éstas ocasiones.
"Fuera del dolor que todavía siento y de que casi quemo todo el bosque por accidente cuando me estabas intentando enseñar a disparar, no, ningún problema... Pero, enserio hacía falta que esté sin remera durante más de la mitad del entrenamiento?"
Dentro de su cabeza, Issei formuló aquellos pensamientos mientras que nuevamente se dejaba caer sobre su asiento, ésta vez acostándose sobre su mesa y escondiendo su rostro detrás de sus brazos.
"Tranquilo, sólo tendremos que fortalecer un poco tu precisión y control. Sobre eso último, realmente no hacía falta pero como te avergonzó decidí incluirlo."
Realmente, el adolescente de cabello castaño no se sorprendió por ninguna de las dos respuestas. Limitándose a dejar escapar un bostezo, cerró los ojos mientras mantenía su rostro escondido del mundo.
"Bueno... No es una sorpresa... Y, como es que puedes hacer esto?"
Decidiendo cambiar de tema, restó importancia al sadismo incluido en su entrenamiento, en parte también por su propia seguridad. No quería que el entrenamiento empeorase. En su lugar, planteó una nueva pregunta con curiosidad mientras que fingía dormir en espera de la llegada del profesor.
"En realidad es simple. Somos uno, crear una conexión telepática mediante nuestras almas tampoco es tan difícil. Es igualmente fácil teletransportarme a tu lado. Te enseñaré a hacerlo cuando tengas un control decente sobre tu energía demoníaca."
Ante las palabras que resonaron dentro de su cabeza, el adolescente de cabello castaño sonrió con emoción. Viendo que tendría la oportunidad de hacer tales cosas, realmente no le importaría sufrir un poco más con los entrenamientos a los que la pequeña demonio decidía someterlo.
"El profesor está por llegar, podemos hablar después?"
Escuchando la puerta del curso empezar a abrirse, Issei pensó en aquella pregunta mientras permanecía inclinado. Sabía que su nombre tardaría en llegar, por lo que se permitió esperar unos segundos por una respuesta.
"Si, sólo, una cosa. La demonio a cargo de la ciudad mandará a alguien a buscarte por la tarde para que vayas a la zona donde tendremos que hacer un par de papeleos. Lo aviso para que no te sorprendas y tampoco te niegues."
ESTÁS LEYENDO
La Reina Demonio y su Dragón Emperador
FanfictionUn día como cualquier otro, Issei estaba volviendo a casa de la escuela. Sin embargo, algo llamo su atención. Le pareció notar un destello extraño en un callejón, y, al fijarse dentro, notó que había una niña de cabello blanco noqueada en el suelo. ...