Yibo se mudó a una de las casas que tenía cerca de la playa. Necesitaba pensar. Pensar en como ajustar cuentan con Darren... No sólo lo había traicionado a el sino a todo su legado familiar.
No le sorprendió que le traicionara. Su primo siempre había sido tan ambicioso que... Al final solo le dio la razón.
—¿ Jefe? — Jackson tuvo una idea. — ¿Le traigo unas chicas... Unos donceles? Para que libere el estrés... Digo... Mientras... — El cuchillo que atravesó la pared justo rozando el oído de Jackson lo hizo callar.
— ¿A ti te parece que estamos jugando? — Jackson no se atrevió a decir nada más. — No estamos en unas putas vacaciones. Esto es una maldita ruleta rusa.
— Lárgate! No quiero ver tu cara de idiota. —
— Sí señor.
El sitio era tranquilo. Silencioso... Con la vista del mar, Yibo lentamente se fue quedando dormido con el revolver en su mano. Cerró los ojos después de varios días... No sentía que pudiera confiar en nadie.
***
— ¿Dónde está mi mamá?
— Cálmate belleza. — Yixuan le entregó un plato de comida, ya que habían viajado por más de un día en camioneta y en avioneta. A ambos los habían sedado para que no dieran problemas.
— ¿Dónde está mi mamá?
— Come primero.
— Una mierda.— El doncel estrelló el plato contra el piso. — ¿La mataron? ¿Me mataron a mi mamá?
Sin pensarlo dos veces y a pesar de que en fuerza, Yixuan se veía más prometedor. Zhan atrapó su cuello y lo apretó... Lo apretó tan fuerte, que se le hizo difícil respirar y fue entonces que se sacudió haciéndolo caer.
— Te dije que te calmes por una vez. Tu mamá no está muerta, pero si sigues probando mi maldita paciencia lo estará.
— ¿Dónde está? ¿Estás mintiendo?
— No estoy... Esta con Wenhan. Tú mamá se desmayó, está con Wenhan. Los estoy cuidando.
— ¿Cómo se supone que voy a creer eso?
Zhan empezó a gritar.
— ¿Cuál es el maldito escándalo?
— Belleza... Belleza...— Yixuan le abrazó asustado intentando que se callara. Murmuró. — No le dije al jefe que los traje aun... Quédate callado.—
— Yixuan... ¿Qué demonios estás haciendo? Abre la maldita puerta.
Enseguida, Zhan contuvo su respiración...
Xiao Zhan se encontró con un hombre alto, con un cuerpo delgado pero musculoso... No se parecía en nada a Darren. Su presencia era más imponente y también mucho más fría.
Los ojos oscuros se encontraron con los suyos. La expresión en el rostro del castaño era horrible... Zhan que había estado dispuesto a golpear al tipo, se balanceo dando un paso hacia atrás.
— ¿Usted es es el que interrumpió mi siesta?
Zhan se mordió la lengua. Le importaba muy poco. — Quiero ver a mi mamá. — Las órbitas de los ojos del castaño se abrieron aún mas... — Así que este es el famoso Xiao Zhan. El juguete de Darren.
— Yo no soy juguete de nadie. — Gruñó el doncel.
— Que molesto... — Ignoró a Zhan. El pelinegro llevaba la misma ropa de antes... Solo que Yixuan le había cubierto con una camisa. — Ponle una cinta en la boca.
— Jefe... — Otro guardaespalda... Miró a Xiao Zhan con hambre. — ¿Podemos jugar con él juguete de Darren?
Yibo soltó una carcajada.
Miró al doncel de arriba abajo. Habían varios de sus hombres y nadie alcanzó a ver los rápidos movimientos del castaño. Un disparo... — ¿Quién más quiere jugar? —
Por supuesto ninguno se atrevió a hablar.
— Jackson limpia este reguero.
Zhan miró su ropa salpicada con asco. Después miró a Yibo.
— Dale otra camisa. Y... — Miró a Zhan de forma penetrante. — Espero que ahora si me dejen dormir.
