Capítulo 2

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OLIVIA
Amanda lleva un mes aquí, es una mujer maravillosa, me encanta pasar tiempo con ella y trabajar con ella.
Ella me confesó hace dos semanas que es lesbiana, yo no tuve problema alguno con eso, ella puede amar a quien quiera amar.
Al llegar a la estación, me acomodé silenciosamente en mi lugar, era la primera en llegar, normalmente lo soy.
De pronto, vi a Amanda llegar al piso y llego a mi una extraña felicidad por verla.
Ella me vio y sonrió, lo cual me hizo sonreír a mi.
Me levante y nos saludamos.
- Como estuvo el fin de semana?
- Bien, David y yo la pasamos juntos.
David es un fiscal con el que he estado saliendo a escondidas de los jefes, es un hombre encantador.
- Que bien!
Noté cierta incomodidad en Amanda, así que decidí seguir la plática.
- Y tu? Como lo pasaste?
- Bien! Estuve en casa...
Asentí y el silencio invadió el lugar, así que cada una se fue a su escritorio.
Ambas estuvimos concentradas en nuestro trabajo, un rato después llegó Fin.
- Hermosas damas, un placer verlas.
- Alguien esta de buen humor.
Nos sonrió a ambas, lo cual es raro de Fin los Lunes por la mañana.
- Les prepararé una cafés, Amanda, ayúdame a cargarlos, por favor.
Ella asintió y se alejaron un poco para prepararlos.
Mientras preparaban los cafés, me quedé viendo a Amanda.
Últimamente se ha vuelto un hábito hacer eso, no puedo evitar mirarla por mucho tiempo sin aburrirme.
Cuando terminaron los cafés, Amanda se acercó a darme el mío, me encanta cuando nuestras manos se rozan.
- Liv... Este fin de semana jugaran los Jets.. Quería saber si podíamos verlos juntas en algún bar o así..
- Por supuesto Amanda.
Le dedique una sonrisa y ella hizo lo mismo.
El resto de la semana fue casual.
Llegó el fin de semana y el Sábado por la noche, iría con Amanda a ver el juego a un bar cercano a la estación.
- Amor? Creí que pasaríamos el fin de semana juntos.
- David, te lo estuve diciendo toda la semana, además, pasamos todos los fines de semana juntos sin hacer nada.
Solo me dejó una expresión de desaprobación, pero no me reprochó más.
Tomé mi cartera de mano y salí del apartamento.
Llegué al bar bastante rápido, no me quedaba lejos.
Al entrar, ubiqué a Amanda en la barra y me acerque a ella.
Ella no me notó al instante, así que hablé.
- Puedo hacerle compañía bella rubia?
- Definitivamente.
Sonreímos y nos saludamos de beso en la mejilla.
Me senté junto a ella y pedí un trago.
Cada una llevaba ya dos cervezas cuando comenzó el juego.
Unos hombres se acercaron a nosotras, no se veian fiables.
- Apostaras esta noche chiquilla? Porque ya debes bastante.
Amanda me miró apenada y se levanto de su asiento.
- No.. Larguense, estoy ocupada.
Ellos me miraron y rieron entre ellos, yo honestamente no entendía por completo que estaba sucediendo.
- Vaya mujer te conseguiste.
Burlaron y luego se alejaron, fue cuando Amanda volvió a su asiento.
- Esta todo bien?
- Si si, no te preocupes.
Me sonrió y yo hice lo mismo.
La sonrisa que formaban sus brillantes labios me hipnotizo..
Me quedé un buen rato mirando sus labios, y de pronto, senti el impulso por besarla..
No sabia porque estaba sintiendo eso.
Alejé mi mirada de ella con nervios y la pose en la barra.
Podía sentir su mirada aun en mi, me ponía nerviosa, una parte de mi quería volver a mirarla, pero era como si algo me estancara, no podía mirarla..
El resto de la noche fue normal, y un rato después, me fui al apartamento con David.
AMANDA
Este mes en Victimas Especiales ha sido maravilloso, todos me han recibido muy bien y me siento a gusto.
Y lo que más me gusta de ir a trabajar es ver a Olivia, esa maravillosa mujer, que a pesar de ser tan ruda con sospechosos, es la mujer más dulce que he conocido en mi vida.
Y es muy sexy.
Al salir del ascensor, la vi ahí, en su escritorio.
Sentí mariposas en el estómago al verla, me encanta esa sensación.
Ella me sonrió y yo a ella, así que me acerque y nos saludamos de un beso en la mejilla, es algo común estos días, pero obviamente me encanta.
- Como estuvo el fin de semana?
- Bien, David y yo la pasamos juntos.
La mención de David apagó un poco mi felicidad, él y Olivia han estado saliendo, lo cual confirmó mis sospechas de que Olivia es hetero.
- Que bien!
Debía disimular, no puedo hacerle un reproche cuando solo somos amigas..
- Y tu? Como lo pasaste?
Estuve todo el fin de semana apostando, ahora debo más dinero..
No iba a decirle eso por obvias razones.
- Bien! Estuve en casa...
Nos fuimos a sentar y trabajamos un rato hasta que Fin apareció.
- Hermosas damas, un placer verlas.
- Alguien esta de buen humor.
Él nos sonrió, fue muy raro ya que desde que llegue, muy pocas veces lo he visto sonreír.
Él sabe sobre mis sentimientos por Olivia y sobre mi adicción por las apuestas, me esta apoyando mucho, le tengo mucho cariño.
- Les prepararé una cafés, Amanda, ayúdame a cargarlos, por favor.
Me levante de mi lugar y caminamos hacia la cafetera.
- Tengo un punto favorable para ambas situaciones.
Me confundió lo que dijo y el lo notó.
- Este fin de semana habrá un juego y puedes invitar a Olivia a verlo, así estarás con ella y evitaras apostar.
Me dejó sin palabras su idea, pero era buena, tenía razón.
- Y... Cuando se lo pido?
- Ahora.
No me dijo nada más, solo me entregó una taza de café y me indicó dársela.
Los nervios me recorrieron, pero me acerque a ella y le entregue la taza.
- Liv... Este fin de semana jugaran los Jets.. Quería saber si podíamos verlos juntas en algún bar o así..
- Por supuesto Amanda.
Era demasiada emoción la que sentía en este momento, ella había aceptado.
Su sonrisa volvió más perfecto el momento.
Al llegar el Sábado, estaba realmente nerviosa, pero también emocionada.
Llegué más temprano de lo acordado al bar, por si acaso.
De pronto, escuché su armoniosa voz.
- Puedo hacerle compañía bella rubia?
- Definitivamente.
Su cumplido me hizo sonrojar.
Nos saludamos y luego ella se sentó y pidió tragos.
No perdió el tiempo, me encanta.
Cuando el juego comenzó, unos hombres con los que he apostado antes, se acercaron.
- Apostaras esta noche chiquilla? Porque ya debes bastante.
La vergüenza me invadió y me levante para hablar con ellos.
Me pare frente al jefe de la pandilla, sabia de lo que eran capaces cuando alguien les debía dinero.
No fue buena idea venir con Olivia a este bar.
- No.. Larguense, estoy ocupada.
Ellos se burlaron de mi y luego miraron a Olivia.
El corazón se me acelero cuando lo hicieron.
- Vaya mujer te conseguiste.
Sabia que eso no era un cumplido, era una amenaza.
Debo pagarles pronto...
Se burlaron de nuevo y después de alejaron.
Me senté de nuevo junto a Olivia.
- Esta todo bien?
- Si si, no te preocupes.
Sonreí ligeramente para no generarle preocupación, ella me sonrió de vuelta.
Ella no apartó su mirada, se quedó mirando mis labios, en cuanto lo noté, mis nervios llegaron.
De pronto, apartó la mirada apenada.
Me entristece un poco al notar su reacción..
Yo no dejaba de mirarla, pero ella ya no me miraba, rompiendo mi corazón.

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