Soledad.
Es una palabra que antes de las muertes, antes de las bombas, antes de los disparos y antes de esta guerra la cuál carece de significado, no conocía. Tenía a mis padres, amigos, familia y a mi perro Gorka pero de todos ellos solo me queda el último. La soledad que he sentido estos últimos meses no la había sentido en toda mi vida.
Ahora se lo que es llorar hasta quedarte dormida, que se te caiga el pelo del estrés, lo que es no saber si voy a poder comer al siguiente día o siquiera si voy a estar viva. Vivir en una incertidumbre que te carcome los sesos lenta y dolorosamente, no es como cuando se acerca tu cumpleaños y estás ansiosa por saber que te han comprado, para nada, es como estar en una ruleta rusa sin saber si la siguiente bala va a ir dirigida tu cabeza.
Mi perro Gorka me hace compañía la mayor parte del tiempo, pero está muy mayor y eso me aterra mucho porque si él se va me quedaría completa y totalmente sola.
Por las noches tengo pesadillas y por el día me vienen recuerdos de aquel fatídico día. Creo que se ha llegado a desdibujar la línea de una pesadilla o un recuerdo porque ya no las llego a diferenciar.
Y lo único que me viene a la mente es aquel maldito día. Ese maldito 11 de Febrero del 2048.
HACE 3 MESES
Eda llegaba a casa después de estar durante todo el día en el instituto, no lo odiaba pero tampoco era su pasatiempo favorito, nada más entrar le vino el olor de arroz al curry e inmediatamente se dio cuenta de que su padre estaba al mando de la cocina ese día y después percibió a su madre poniendo la mesa.
-Hola- saludó entusiasmada a sus padres, saludo que fue respondido con la misma energía por ambos. También acarició a su perro el cual se encontraba esperándola.
-Cariño deja tus cosas en tu habitación y ven a comer enseguida que la comida está hecha- dijo su padre a lo que Eda asintió.
Recorrió el largo pasillo y dejó rápidamente las cosas en su habitación, en cuanto se quitó las zapatillas se dirigió al comedor.
Su casa no era muy grande pero le bastaba, constaba de una cocina abierta con una barra que la separaba del salón, al lado de esta había una mesa de comedor y en frente de la mesa se encontraba el sillón y la tele, la cuál estaba de espaldas a un gran ventanal que dejaba ver las vistas del distrito Barajas donde ella vivía. A partir del 2030 se había futurizado mucho la ciudad de Madrid ,en esta reinaban los colores neón los cuales se distinguían mucho por la noche y se habían hecho muchos rascacielos, justo en frente se encontraba un holograma, el holograma que anunciaba las reglas que había implantado el nuevo presidente. Sus padres lo odiaban, siempre decían que el mismo discurso ''es un sacacuartos'' o ''quiere controlarnos a todos como si fuéramos ovejas'' ella casi nunca entendía lo que decían, no le interesaba el tema político.
Cuando llegó al comedor, sus padres les hicieron las típicas preguntas de como te ha ido y que tal las notas. Comieron normal pero vio algo raro, sus padres tenían sonrisas forzadas, el entusiasmo que creía haber notado se había esfumado.
-¿Qué pasa?- preguntó preocupada.
-Cariño, tenemos algo que contarte-dijo su padre muy serio.
Cuando iba a volver a hacer la misma pregunta todo se paró.
Se escuchó un golpe a lo lejos y luego se fue acercando como una serpiente repta cuando va a por su enemigo y de repente todo estaba negro.
Cuando se despertó lo primero que recupero fue el oído y lo único que pudo escuchar fue el llanto de Gorka su lado y un suave pitido, después recuperó la vista y lo único que pudo ver fue que el futurista distrito de Barajas se había convertido en ruinas y fuego. El holograma anteriormente mencionado estaba parpadeando como loco y todo estaba tirado, había fuego, escombros, cadáveres. Lo primero que le vino a la mente fueron sus padres a los cuales hasta la fecha no ha conseguido encontrar y después fue a ver si estaban sus amigos, los cuales si encontró pero muertos. Recorrió las zonas cercanas durante días pero no había ni rastro de vida.
Pero un día oyó un llanto, era una mujer implorándole a un hombre, este tenía las cara cubierta menos las zona de la boca por una máscara de cuero la cual iba pegada a un traje del mismo material con franjas rojas y en el medio vio un escudo con un pájaro con las alas abiertas el cual era rojo también.
Se escondió detrás de unos escombros intentando que no la vieran y en ese momento vio más hombres como ese.
Después escucho un disparo. Y salvo por el sonido de las pisadas de los hombres uniformados todo se volvió silencioso.
Rápidamente volvió al refugio que se había creado con lágrimas bajando de los ojos y con el cadáver de la mujer, intentó reconocerla pero falló y llorando silenciosamente procedió a hacer lo que la daba pesadillas pero también una oportunidad de sobrevivir y se la comió junto a Gorka.
PRESENTE
Dejó de pensar en ese recuerdo que le daba nauseas y pesadillas y se levantó de la cama improvisada que se había hecho.
Estaba sola y se había vuelto una caníbal inconscientemente.
Todo esos pensamientos pararon hasta el momento en el que escuchó dos voces pidiendo ayuda. Se le congeló la sangre.
Pero algo en su interior le dijo que esto iba a ser bueno.
Y a partir de ahí me vi metida en la franja de lo indeseable.
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La franja de lo indeseable
RandomEda una adolescente de tan solo dieciséis años se enfrenta a una catástrofe misteriosa ocurrida en las calles de Madrid, a lo largo de su travesía irá descubriendo cosas que cambiaran su forma de ver el mundo y conocerá a gente que la acompañara. Mi...