21 de octubre de 1954

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No quería seguir pensando, necesitaba ir al trabajo y realmente no me podía quedar a esperarlo por mucho que quisiera.

Decidí ponerle un apodo para poder llamarlo de alguna forma, se me ocurrió lo más obvio que podía ser así que lo llamé "calabaza"

Calabaza hoy no vino a visitarme.

Querido FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora