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Más allá...

No recuerdo nada de mi vida, de como es que estoy aquí ahora, pero estoy segura que no fue está mi vida siempre.

Solo confío en aquellos tres chicos que me acompañan y protegen siempre.

-- yo digo que no comamos ahora -- dijo ese chico pelirrojo de ojos azules, todo le daba asco y bueno le daba la razón aquí las comidas no eran para nada buenas

-- ¿eso es un pelo? -- pregunto el castaño de cabello ondulado y ojos verdes

-- agg, dios -- hizo a un lado su plato el pelinegro de ojos cafés

Tengo una gran cercanía con tres, cuatro y cinco, agradezco que de verdad tenga amigos en este lugar

Los entrenamientos a veces son difíciles, sales muy lastimado y para nada contento, ellos generalmente alegran mis días o en su defecto, los arruinan

-- Su tiempo de desayuno se acabó niños, vallan a prepararse -- dijo papá saliendo del comedor

-- ¿Estás bien? -- pregunto cuatro

-- Si ¿por? -- pregunte extrañada

-- llevamos días observandote -- dijo tres

-- algo te pasa -- cinco me impidió el paso

-- ¿de que hablan? Estoy bien -- lo único que pensé fue ¿hablaré dormida?

Empujé a cinco para poder ir a la sala de entrenamiento

Se que solo se preocupan por mi, pero ni yo estoy segura de porque me siento... Diferente.

Siempre nos ponemos en fila, y lo de costumbre, nos pasan en aleatorio.

-- dos, tu turno -- suspiré, estar distraída no me ayudaba en nada cuando tenía que entrenar.

Pase, me senté en la silla y un enfermero ató mis manos.

-- no creo que sea bueno que te esfuerces sin haber comido algo -- dijo en voz baja.

Lo mire, al parecer todos me vigilan está semana.

-- estare bien -- sonreí de lado, me extraña que el personal de aquí se preocupe por nosotros.

-- bien dos, concéntrate -- dijo papá anotando algo en su libreta.

Cerré mis ojos, tenía una meta, buscar a 022.

Recorrí pasillos, habitaciones, comedores y ahí está en una esquina del comedor.

-- está en el comedor de niños -- dije sin abrir los ojos.

-- bien, 34 segundos. Lo harás mejor -- dijo papá sin verme de nuevo.

El enfermero de ojos azules me desató. -- Estuviste mejor que la vez pasada -- dijo sonriendo amablemente.

-- trato de esforzarme -- dije bajando de la silla.

-- seis, tu turno --...

.

-- te gane -- dijo tres tapándome la vista con sus manos

-- ¿por dos segundos? Si, ya casi vuelas -- dije quitando sus manos de mi cara

-- tengo hambre -- dijo el pelinegro -- vamos a la cocina --

-- ¿esperen, y cuatro? -- dije buscándolo con la mirada

-- venía detrás de mi -- dijo el ojiazul girando de lado a lado

-- adelantence, iré a buscarlo -- dije dando la vuelta

-- no tardes -- grito uno de ellos

Regrese a la sala de entrenamiento pero está estaba vacía, tal vez fue a su habitación

Para mí si fue real...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora