Capitulo 28

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Aitana

Me desperté entre los brazos de Luis y el mirándome, me hacía muy feliz ese despertar hasta que recordé que en unas horas ya no iba a estar entre sus brazos y esbocé una sonrisa triste a lo que el se dio cuenta, se que no le gusta que esté triste pero no lo puedo evitar , ojalá ocultarlo tan bien como el.

—Aitana porfavor no estes triste -dijo acariciándome la cara
—se que no te gusta que este triste pero no puedo evitarlo
—me vas a tener todo el día pendiente no te creas que te vas a librar de mi fácilmente

Al oír aquello esbocé una sonrisa, uno de mis miedos era que el se olvidase de mi al irse a Galicia, pero se que el no es así y me cuidara siempre allá donde esté.

—lo mejor que puedes hacer es dedicarme una de tus sonrisas -dijo levantándose de la cama y cogiendo la ropa para vestirse
—lo mismo digo, se que estas triste pero siempre pones tu mejor cara para que los demás no se preocupen
—ya me vas conociendo más a fondo , eso me gusta
—lo mismo digo , me vas conociendo aún más y espero que sea siendo así
El sonrió y me miró
—voy a cambiarme y hacer el desayuno

Me cambie y me puse la ropa que me había traído al hotel y me peine , estaba triste pero tenía que dar mi mejor sonrisa a Luis para que no se fuese con mal sabor de boca aún que sabia que me iba a poner a llorar en cuanto llegásemos al aeropuerto, Me llamo marta y salí a la terraza.

—¿Tati hoy no vienes al instituto?

A veces a marta le da por llamarme tati, dice que es gracioso, aún que a mi no me molesta

—no , hoy no , voy a aprovechar todo el tiempo posible con Luis
—¡es verdad que se iba hoy! ¿A que hora se va? así nos acercamos a despedirle
—su vuelo es a las seis, pero estaremos allí a las cinco porque tiene que estar una hora antes para fracturar maletas y esas cosas -dije un poco triste y sin quererlo se me escapó una lagrima
—Tia ¿estás bien?
—no marta, no mucho, pienso que no voy a poder abrazarle durante un tiempo y que no va a estar a mi lado y me jode
—Aitana tranquila , ya verás como le vas a ver pronto jo Aitana no me gusta que estes triste
—lo se , a él tampoco le gusta que lo este pero no puedo evitarlo , se ha convertido en una de las personas más importantes de mi vida y que mo pueda estar a mi lado por la puta distancia me duele
—pero piensa una cosa , Cepeda va a estar ahí siempre aún que sea detrás de una pantalla va a estar siempre ahí apoyándote y haciendo lo que sea por ti , y en cuanto pueda va a venir a estar contigo tenlo por seguro
—si eso ya lo sé marta
—pues entonces tranquila, todo va a salir bien, te dejo que entro ya
—gracias marta te quiero
—y yo ¡adiós!

Cepeda

Acabé de hacer el desayuno que consistia en unas tortitas con sirope de fresa y miel y vi que estaba en la terraza hablando con alguien, deje el plato en la mesa del salón y me puse a escuchar la conversación sin que me viese. Me daba rabia que ella estuviese mal por mi , ¿acaso de verdad era tan importante para ella? Para mi era la cosa más importante del mundo , y si más que mis padres porque tampoco es que tenga la mejor relación con ellos , bueno con mi madre si pero con mi padre y el resto de mi familia no tanto, aún tenía más decidido si cabe esforzarme al máximo por poder venir cada mes a verla, a ver a la reina de este reino salvaje, acabo de hablar con su amiga marta y cogí las tortitas y fui al balcón donde estaba ella , deje las tortitas en la mesa y ella me miró con cara de ilusión

—¡hala Luis! ¿Y esto?
—el desayuno para la princesa -sonreí
—como te quiero yo a ti -se levanto a darme un beso al que yo seguí
—eso ya lo sé
—que tonto eres de verdad, y yo que quería que quedase algo romántico 
—¿me vas a insultar hasta en el último día?
—pues si , si no no sería yo si no te insultase -me sacó la lengua
—te estás ganando un ataque de cosquillas
—no Luis , ni se te ocurra que quiero comerme esto tranquila
—te dejo comertelas pero vendrá mi venganza
—miedo me das Luis Cepeda
—no tendrías porque tenerlo Aitana Ocaña
—oye , pues no te han quedado mal -dijo comiendo las tortitas
—que te pensabas ¿que me iba a quedar mal?
—no señor chef , tú haces las mejores comidas pero la repostería no es lo tuyo admítelo
—un día te voy a hacer un bizcocho ya verás
—cuando vaya a galicia o vengas de nuevo espero el bizcocho, y no se me voy a olvidar
—me parece bien, ya verás que bizcocho te haré

Una canción y una rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora