Nuestro Precioso Hogar (Merodeadores)

𝐗𝐗𝐈𝐈. 𝐄𝐥 𝐕𝐢𝐚𝐣𝐞: 𝑳𝒂 𝒊𝒅𝒆𝒂 𝒅𝒆 𝑱𝒂𝒎𝒆𝒔.

¿Cuál es el resultado de dejar a un grupo de Griffyndor's, solos, en la playa?

Pista: Nada bueno.

Pista número dos: En el grupo, están los merodeadores.

Espero que hayas adivinado, pero el resultado de esas curiosas vacaciones le costó a un malhumorado Muggle su carro, las hormonas llegaron a niveles catastróficos y Lupin, durante ese periodo de dos semanas, se olvidó de su ciclo lunar.

Como narradora de esta historia, te facilitaré la lectura, saltándome inútiles momentos de James y Sirius jugando con magia, o asombrándose cada cinco minutos de cualquier artículo muggle que se cruzaba por su vista.

En fin, esto comenzará de forma vertiginosa.

Atentos, porque lo único que no faltó fue la buena música (Gracias a la mini radio que Lily le regaló a Sirius para su cumpleaños) (Pero como ya he dicho en otras ocasiones, eso es otra historia que no voy a contar en esta)

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Comenzó con una borrosa idea, que se le ocurrió a James en plena clase de historia de la magia, y  comprobando su teoría de que, todas sus ideas brillantes se le ocurrían en el limbo entre la somnolencia y la consciencia. No dudó en contársela a Sirius, quién también luchaba para mantenerse despierto.

Verano estaba a la vuelta de la esquina, todos ya tenían los diecisiete, y se encontraban deseosos de usar su carné con la mayoría de edad.

—Soñé, que estaba en un oasis —susurró James, confundido y sin prestar atención al profesor Binns—, hermano, no sé si fue mi imaginación o qué, pero me acuerdo de que fue increíble.

—¿Quieres ir a la playa en vacaciones? ¿Los cuatro? —preguntó Sirius de vuelta, con un bostezo atrapado en sus labios —, no sé si... a Lunático le agrede la idea, por eso de sus... ya sabes.

—Sí, sí, pero en mi sueño no éramos solo los cuatro, estaba Lily, Mary, Marlene —enlistó James—, creo que incluso la novia de Peter.

—No es mala idea... Si las chicas están, de seguro que nos animamos a hacer más cosas —concluyó Sirius, recibiendo un puntapié desde atrás. Lupin le hizo un gesto para que quedara callado, luego se volvió a James y murmuró en el oído de su amigo— Lupin de verdad que necesita unas vacaciones con urgencia ¡El otro día me pegó nada más porque le rocé por accidente (en serio, fue un accidente) el culo!

—No es culpa mía que no puedas controlar a tu novio cuando anda con la regla...

Aunque, cuando terminó de decir esto, Lily pasó a su lado y le pegó un puñetazo en el brazo. Haciéndole también un gesto para que se mantuviera en silencio.

—Parece que tu novia también esta con la regla, James.

Con esa amigable conversación entre cuadernos, que la planificación del viaje escolar comenzó. Tan pronto salieron, reunieron al grupo escogido. Las chicas accedieron sin dudar y Lupin, quien aseguraba "odiar" el mar, terminó asintiendo, porque no quería ser el único que se quedara aburrido como una ostra en vacaciones.

Ahora solo les quedaba fijar el destino.

—Tal vez pueda ponerme en contacto con Arthur... —comentó James—, si no me equivoco, Él, su esposa e hijos, están viviendo en una casa con vistas al mar. Además, si les digo a mis papás que nos quedaremos con los Weasley, no creo que pongan problema ¿Verdad?

Estaba decidido. Aquellas últimas vacaciones iban a ser de otro mundo. 

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