love & game | shinkami

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Kaminari sacude su cabeza, como si pudiera deshacerse de ese pensamiento que lleva volviéndole paranoico desde el sábado.

El mayor miedo, por ahora, es que los jodan en medio de su primer partido. Sobre todo, cuando lo están dando todo de sí para llegar a la final otro año más. Aun así, algo en él le decía que las bromas no irían tan lejos.

O, al menos, que el propio Shinso no lo permitiría.

En cuanto a Shinso, no ha vuelto a hablar con él desde su escueta conversación del viernes noche, de la que Kaminari solo recordaba fragmentos debido a su borrachera. Mejor así, se dice. Prefería que le ignorase después de tremenda metedura de pata.

¿En qué momento le pareció buena idea a su yo borracho insinuar que a Shinso le quedaba bien el uniforme? Sobre todo, teniendo en cuenta que eso implicaba que él se había fijado en ese detalle. Y, bueno, claro que se había fijado.

Y sentía muy avergonzado.

-Bakugou, tienes que mejorar esa puntería cuando estás bajo presión -empieza a enumerar, todavía ahogándose mientras habla debido al partido que acaban de jugar los unos contra los otros. -Kiri, tienes muy poca resistencia, a partir de mañana tendrás que realizar una serie de circuitos antes y después de los entrenamientos para mejorar eso.

Ambos resoplan, uno más enfadado que el otro. Kaminari abre la boca para respirar y retira el sudor de su frente son el antebrazo. ¿Era él o hacía demasiado calor para ser las ocho de la mañana?

-Awase, sé que te gusta Momo, pero no puedes tropezarte con tus propios pies cada vez que ves a alguien que se parece a ella. Mejora esa concentración o se lo digo.

El nombrado se sonroja hasta las orejas, balbuceando algo que no llega a escuchar poque ya se ha girado para el siguiente miembro del equipo. Nunca le diría eso a Momo, pero si el nombrado creía que era capaz, entonces lo usaría en su contra.

-Ojiro, te digo lo mismo, pero tú lo que tienes que hacer es dejar de fardar cada vez que ves una falda cerca. Joder, casi me rompes un diente de un balonazo porque una chica te saludó, me cago en la puta. Te quiero en el campo al completo.

Ojiro se disculpa y rasca su nuca, diciendo algo como que no lo podía evitar. Kaminari rueda los ojos.

Chicos.

-Tetsu... -el nombrado da un brinco, poniéndose recto- deja de parar todos los goles con la cabeza, en serio. Tengo serias dudas de que sea física y psicológicamente beneficioso para ti o para nosotros.

El nombrado frunce el ceño, indignado.

-Pero si estoy perfecto -refunfuña.

-Estás tontísimo -corrige Bakugou.

Los chicos se empiezan a reír después de ese comentario, metiéndose los unos con los otros. Kaminari suspira frotando sus ojos. Debería haber comido mejor antes del entrenamiento, porque se estaba empezando a marear un poco.

A su alrededor, los jugadores siguen bromeando, siendo demasiado ruidosos para su gusto.

-Y creo que eso es todo por hoy, en realidad -decide concluir, para alegría de unos cuantos -. Mañana seguiré con el resto, no os creáis que os habéis librado de mí.

Todos sueltan un "síiii" y, posteriormente, se dirigen en trote hacia los vestuarios. Kaminari suspira viéndolos alejarse, yendo a las porterías para retirar la red. Una vez hecho, se asegura de que el campo esté en perfecto estado y que ningún material se queda olvidado. No era momento para perder algo.