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Esa noche la propia organización en contra de aquellos estúpidos vampiros, el movimiento final de aquel clan...el príncipe heredero esas bestias con una sed de sangre aterradora, cuantos rumores existían del futuro soberano muchos eran exageraciones del encarecer de su lejano título.

El sonido de la noche en aquel bosque que provocaría el pavor de los mas valiente y la muerte de los imprudentes; el mover de la capa de la última contienda y el centello de la katana de el pelo negro como las plumas de un cuervo; previamente la mirada asustada del pueblo a ver el arma blanca.

Cuándo la sangre de algunas personas se miraba a patrocinio acordé del fondo de tierra sin flora, solamente aquel desamparado niño que de amparo era ahora en esta época era un adulto, una mirada reservada acompañaba a sus ojos.

Al enterarse de un regocijo entre boira rojisa, el joven se asustó pero trato de tener algo de disciplina; intento mirar sobre la niebla pero nada.

-¡Tuviste que ver tu cara cazador!-rio un poco una voz joven con un tono de burla.

El cazador se giró donde la voz, pero nadie; suspiró en parte...un vampiro egocéntrico y demasiado confíado era muy poderoso o un suicida.

-Mira a tu rey, simple humano-ya dijo con molestia.

Cualquiera que viera la situación pensaría todo menos una cacería de bestias; el vampiro tenía la cara del joven humano sujetada en la forma que sus ojos azules como el océano y sin vida fueran estudiados por el humano, mientras estaba contra un árbol.

-Dime tu nombre es una orden-la molestia del desconocido fue obvia, sin embargo el hipnotismo de aquellos ojos era insufrible de resistirse.

-Lucas señor,-por mucho que cerrará los ojos no podía evitar acatar la orden.

Se dio cuenta de que no era un típico vampiro, esas soltura con sus habilidades sobrehumanas...era el dichoso rey, no podía ser sólo parecía en algo importante no un simple cazador.

-Perfecto...-rió de forma burlesca y un poco revoltosa-Creo que tú expresión lo dice todo, sí soy aquel que buscas exterminar...dime más de ti ingenuo.

-...-intentó quedarse callado pero costaba pelear contra el monarca de esos seres-fui criado por cazadores, desde que tengo memoria...entrene hasta los 18 y empecé a hacer misiones a los 3 siguientes años...

-Interesante, entonces te gustaría escuchar mi propuesta-apretó más la cara tratando de no dañar al ordinario humano.

-Si vas matarme, hazlo directamente-dijo molesto mientras temía morir en aquel momento.

-Sé que tienes miedo...aunque me escucharás igual-tragó saliva algo avergonzado.

-Je, no tan orgulloso no-Lucas se burló mirándolo directamente a la cara.

-Hay reglas que ningún vampiro debe romper...seguir vivo hasta esta edad en tu profesión es una proeza de aplaudir, asesina a los vampiros que rompen el código ya que son los culpables de la muerte de tu especie.-sonrió de forma sádica en rato-Si no serás mi cena hoy, plebeyo.

-Solo eso-Lucas se sorprendió de la propuesta...si no acepta su vida acabará ahí mismo, fue una decisión mal pensada en el momento pero mejor que morir-acepto mi príncipe.

-Perfecto...vamos a donde está el listado, mi casa está cerca ni te preocupes.

Fue un camino silencioso, ninguno de los 2 dijo palabra hasta que le ofreció el paso al de ojos granate y cabello carbón.

Estaba sobre una cama de habitación lujosa...algo menos raro si fuera por aquel príncipe aguantando las muñecas del humano encima de una cama...

-No mal pienses...tengo que asegurarme que no rompas el convenio...-ya se le notaba el nerviosismo de la escena-es un solo hechizo que firma el contrato a muerte...tengo que chuparte la sangre como parte del conjuro.

-Hazlo,-se quitó la camiseta de cuello de tortuga dejando ver un cuerpo trabajado, además de la chaqueta de encima-que vergüenza¿no?

El Príncipe estaba tan sonrojado que podía parar de mirar el resultado de cazar aquellos que debía proteger, acercó su a su boca el cuello mientras miraba le miraba a unos ojos aterrados.

-Perdón-el vampiro murmuró a sí mismo.

Al clavar los colmillos el joven tenía una cara de dolor hasta un rato era como ver un león con un tranquilizante, tranquilo incluso fue tan agradable que lo disfruto.

-Descansa mi mano derecha, buenas noches Lucas-le sonrió al contrario quien se durmió directamente tras sacar los colmillos

Simplemente el soberano tuvo que salir de la mesa para hacer un aburrido papeleo junto a una botella de vino.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2022 ⏰

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Un estúpido romance gay con vampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora