Pt. 10 Nuevas Noticias

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En algún lugar

La luz entraba por la ventana, eso hacía que sus ojos no vieran con claridad, sólo veía una habitación mediana en tonos cremas, intentando removerse sentía su cuerpo pesado, no sabía cuánto tiempo había pasado o dónde estaba, sólo recuerdos llegaban a su mente desde su padre, su habitación, una manta, la voz, ¡kook y Zico!

Se incorporó rápidamente y un dolor de cabeza se apoderó de él, así que lentamente respiro y busco en la habitación encontrando a Zico sentado y amarrado a una silla y por la sien tenía un rastro de sangre seca, sangre que había impregnado su ropa, parecía que estaba inconsciente, así que bajando se de la cama donde se encontraba y camino hacia Zico donde comprobó que siguiera respirando y al confirmarlo empezó a desatarlo —Zico, Zico— lo movía levemente —mgh!— se quejó Zico —vamos ayúdame a levantarte para revisarte— murmuró el rubio —Ji-Jimin— murmuró al visualizarlo un poco —estoy aquí, vamos— le comento pasando su mano debajo de sus hombros pero Zico las retiro —sólo dame un momento para recuperarme—le informó y así lo hizo, para observar la habitación y correr al baño donde buscó toallas para humedecerlas, al salir ve a Zico de pie —déjame limpiar la sangre— llamó la atención del mayor que tomo asiento en la cama —¿qué paso?— preguntó Jimin viendo cómo tenía una herida un poco profunda —Jimin, quien nos tiene aquí es Gabriel— soltó sin más Zico, a lo que Jimin parpadeo un par de veces procesando la información —pero el es la mano derecha de mi padre— comentó Jimin y Zico asintió —me golpeó porque yo lo vi e intente defenderte pero no pude, soy un poco débil a su lado, creo que dejamos un poco mal tu habitación pero de mi se llevó unos buenos golpes— le informo riendo —¿cuánto tiempo ha pasado exactamente?— preguntó el rubio cuando la puerta fue abierta mostrando a Gabriel que llevaba el rostro un poco rojo y mallugado por los golpes —pensaba que aún estarían durmiendo— les dijo con una sonrisa perversa —veras querido Jimin has estado aquí por un día y horas.

Un día y horas esas palabras resonaban en la mente de Jimin, pero si quería escapar tendría que ser astuto —¿para qué nos quieres Gabriel?— preguntó suavemente el rubio y el mencionado sonrió —sólo te necesito a ti, por ser la incubadora y Zico el está de regalo y te va a hacer compañía en el tiempo que estés aquí— les informo riendo —ahora se van a cambiar de ropa, porque les presentare a unos amigos que estarán más que encantados de conocerlos y no traten de escapar o les costará muy caro, regreso por ustedes en un rato— les guiño el ojo y sin más se fue cerrando la puerta —Minnie tranquilo— le decía Zico al ver cómo sus ojos se empezaban a aguar —quiere a mi bebé— dijo Jimin en un susurro acariciando su vientre que estaba duro, al bebé tampoco le gustaba la presencia de Gabriel —Cálmate debemos de ser más inteligentes que él— comento Zico aunque sabía que era imposible tener tranquilidad, el cielo se tornó gris y empezó a llover a la par que sus lágrimas de Jimin rodeaban por sus mejillas, su vientre poco a poco regresaba a la normalidad —tranquilo bebé estaremos bien— susurraba —Minnie los voy a proteger cueste lo que cueste— informó Zico abrazando al menor para después de unos minutos dirigirse al baño, mientras uno se bañaba el otro esperaba sentado sobre el inodoro, sabían que tenían que estar juntos y eso es lo que harían.

En la mansión

Quien diría que en la mansión un lugar no apto para ángeles sería exactamente la zona de reunión, donde ángeles y demonios empezaban a llegar y claro que ahora se veía más pequeña la casa con tanta gente, los muebles habían sido removidos del salón principal y solo una mesa grande quedaba disponible con dos sillas fueron colocadas a ambos extremos de la mesa, Jin y Tae estaban demasiado nerviosos no sabían si esto era una buena idea, pero si querían salvar a sus hermanos y al sobrio sería lo mejor, así como tendrían que ser fuertes y recordar todo su entrenamiento que recibieron. Por otra parte, los tres demonios se encontraban observando y conteniendo a los demonios, que estaban acechando a cada uno de los ángeles que llegaban, era su naturaleza pero se tenía que contener por el bien de ambos reinos. —¿Dónde está Jk?— pregunto Hobi, ya que no lo había visto en toda la noche y parte del día —está en su habitación encerrado, sabe de esta reunión así que pronto tendrá que bajar— le informo Nam colocándose detrás de Jin —tranquilo príncipe todo saldrá bien— murmuró el moreno detrás de Jin dejando un peso en su nuca y el solo asintió, el ambiente estaba cambiando era una mezcla de frialdad y calor, Tae se dirigió al lado de Hobi y entrelazo sus manos, Suga cruzó sus brazos sobre su pecho, nunca pensó en estar sintiendo todo lo que lo atormentaba en este momento era tan poco creíble como estos ángeles habían creado un ambiente tan cálido.

Soy El Ángel De Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora