SICILIA, ITALIA. │MASEN.
Miré a la hermosa mujer que estaba a mi lado y la observé fijamente mientras sentía una mirada penetrante en mi rostro. La mujer de mi amigo no había escondido el desagrado que tenía hacia mí luego de haber secuestrado a su mejor amiga. A mi lado, Hayley estaba sentada mientras que tenía su mano entre las mías.
Me trasmitía tranquilidad jugar con la mano de Hayley, todo lo que tenía que ver con tocarla lo hacía. Cuando comencé a hacerlo luego de sentarnos se tensó, pero luego se posicionó cómoda y me permitía acariciarle la mano mientras hablaba con mis socios.
Niko me estaba informando sobre lo que había sucedido con unos compradores en Nueva York, al parecer quisieron secuestrarlo para que él les entregara una parte del territorio Johnson, pero no lo lograron y ahora esos hombres estaban muertos.
Por orden de mi padre nos habíamos sentado todos en una mesa y ahora estábamos bebiendo champán mientras hablábamos de negocios y noticias nuevas en el mundo de la mafia. Quería hablar con los chicos sobre lo que había sucedido con Clarissa Smith, pero no quería incomodar a Hayley, así que preferí hablarlo en una reunión.
Mi principessa estaba entre dos de los hombres Clynner, a su izquierda estaba mi padre sentado cruzado de brazos con su traje habitual totalmente color negro y a la derecha estaba yo mientras continuaba sosteniendo su mano.
Ale, mi hermano mayor estaba charlando con papá. Dentro de unas semanas festejaríamos su cumpleaños número treinta y tres, él quería festejarlo en el bar en Alemania, pero por seguridad elegimos hacerlo en nuestra mansión en Inglaterra, por lo que todos viajaríamos allí en unas semanas.
Alessandro me llevaba nueve años y muchos decían que éramos casi idénticos gracias a la genética de nuestro padre. Lo que nos diferenciaba era que él tenía el cabello algo largo y yo lo tenía corto, también la diferencia de edad, aunque él aparentaba de unos veinticinco.
—¿Cuándo comenzarán a organizar los contratos para los matrimonios, Masen? —preguntó Luka mientras se cruzaba de brazos.
Al ser yo, el jefe de la organización tenía que armar matrimonios de conveniencia para no tener guerras con otras mafias. No estaba acostumbrado a hacer eso, ya que nunca me había encargado, siempre lo había hecho mi padre, pero ahora él quería que yo comenzara a hacerlo.
—De eso quería hablar. Aleksei Petrova quiere que su única hija se case con el heredero de alguna organización de la pirámide couje.
No tenía muchas opciones, si ninguno de mis socios quería a la chica obligaría a alguno a casarse, ya que esto era así.
Leandro levantó las cejas mientras se ponía cómodo en su silla. Él era fan de las rusas, rara vez lo veías con alguna chica italiana o de nacionalidad europea, siempre iba a por las americanas o rusas. Leandro iba a ser buen esposo para Mya Petrova.
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Obsesión Desafortunada ©
De TodoBetrayals 1 ✔️ Todo una obsesión desafortunada. Lo que todo comienza con una obsesión termina siendo una locura. Él la acecha como nunca antes lo había hecho y ella solo lo observa. Dos almas gemelas pueden encontrarse sin ser realmente conocidos a...