Capitulo 64: La eternidad de mi amor

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Subo las escaleras y no se escucha ruido alguno en la casa, la habitación está oscura, pero al abrir la puerta un olor a lavanda invade la habitación y está llena de velas, mi corazón comienza a latir fuertemente y el olor inconfundible de Lisa se sintió a mis espaldas, mi piel comenzó a erizarse, mi cuerpo comenzó a reaccionar.

—Volviste....

—No estaba escapando

—Lamento haber sido una idiota y discutir contigo... también me he disculpado con Lucille.

—Estabas tensa, como todos y reaccionaste mal.

—Me aterra que algo malo te pase... de nuevo

—No será malo si estamos juntos, sonrío mientras enredo mis brazos en su cuello

—Creo lo mismo...susurra a mi oído y comienza a mordisquear mi oreja

—¿Qué te ocurre, Lisa? Estas muy extraña

—Jennie...creo que no he hecho las cosas de la forma correcta.

—¿Qué te hace pensar algo así, Manoban?— me burlo un poco, pero ella no está bromeando.— me preocupas

—En mis tiempos... las promesas de eternidad se sellaban de una forma diferente. En mis tiempos... cuando querías que una mujer pasara el resto de la eternidad a su lado usaba uno de estos...— me susurra mientras saca una cajita de terciopelo negro y me muestra un anillo de diamantes y rubí— Jennie Kim... ¿te casarías conmigo?

—¿Vas a pedirme matrimonio cada que reencarne?

—Lo recordaste

—La de Japón fue muy buena

—Lo sé, he mejorado con el tiempo. Pero la pregunta es... ¿me aceptarías?

—Una, diez y cien veces, Lisa Manoban...Eres mi vida.— sonrío mientras ella coloca el anillo en mi dedo. Aun cuando las memorias de todas las veces que me lo ha propuesto invaden mi mente no dejo de emocionarme.

—Jennie, quiero que estemos juntas siempre.

—En algún momento deberé volver a renacer.

—Entonces te volveré a encontrar y te volveré a proponer matrimonio.

—Deberás comprarme un anillo nuevo cada ocasión. No aceptaré que uses el mismo siempre

—Bien...prometido...— sonríe

—Y también....— las palabras mueren en mis labios cuando ella me besa profundamente.

—Todo lo que usted pida... mi señora...

—Se cuidadosa con lo que ofreces, Manoban... pienso tomarte la palabra

—Soy su esclava...— afirma Lisa mientras desliza sus labios por mi cuello, siento la piel estremecerse bajo su boca y arder al mismo tiempo— vivo para adorarte...

Y así lo hace. Sus labios me recorren lentamente hasta hacerme arder.

Lisa me desnuda con rapidez, siento su hambre y necesidad por poseerme, lo sé porque es igual a la mía que reacciono igual arrancando los botones de su ropa. Sus dientes se clavan en mi cuello y mis uñas en su espalda, la deseo... aunque no es la primera vez que estoy en sus brazos me siento ansiosa, mis recuerdos de todas esas vidas vienen a mí, en todos está ella, en todo el deseo... En todos está ella.

La deseo con todo mi ser, el solo tenerla a mi lado me hace arder como nunca antes. Cuando sus labios bajan por mis pechos es como si despertara el deseo de siglos.

—Te deseo tanto...

Susurra a mi oído mientras su boca baja hasta perderse en mis pliegues, siento como me saborea a cada milímetro y me pierdo en aquella bruma, tanto que no siento cuando nos volvemos uno, solo lo reconozco porque mi cuerpo comienza a arder con mayor intensidad, pero no me importa y me entrego a todas mis emociones, el ser consciente de todos mis recuerdos me hacen disfrutar todo más, el tener mis memorias multiplica las sensaciones y cuando el orgasmo llega puedo sentir el placer de Bridget, de Jane, de Hanabi, el mío y exploto en un mar de de sensaciones hasta que pierdo el sentido.

El Canto Del Fénix (Jenlisa) || COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora