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- Sophia levántate que vas a llegar tarde a la escuela - dice mamá mientras me patea y sale por la puerta-

Me levante y me bañe, me puse mi uniforme aunque ya está viejo, consiste en una falda de cuadros que ya está desgastada, una camisa blanca con el escudo del colegio y un buzo

- Mamá ya me voy- digo y me dirijo a la puerta

- No vuelvas a la casa sin comida ya sabes lo que te pasa si llegas con las manos vacías- me advierte mamá

- Esta bien, chao, te quiero

Cuando ya pierdo de vista mi casa decido alejar todos los malos pensamientos sobre mi vida y me pongo los audífonos y comienzo a escuchar música aleatoria-mente, la música es la única que me ayuda a olvidarme de la vida que tengo. Sin darme cuenta me estoy dirigiendo al salón de clases el cual está prácticamente vació. Me dirijo al fondo y me siento al lado de Isabela al parecer ella es la única persona que no le da asco sentarse a mi lado, ella en un tiempo fue mi amiga pero mis papás me prohibieron juntarme con ella o con cualquier persona de mi edad.

Mientras las clases pasan lo único que me viene a la mente es conseguir un trabajo urgentemente.

El día escolar termina, así que me voy a uno de los mejores barrios de Seattle a buscar trabajo, llego a una mansión y me acerco a la reja, apenas me acerco un señor viene hacia donde yo estoy.

- Señor no sabe si aquí necesitan a alguien para trabajar de auxiliar- le digo al que parece ser el vigilante

- Espere un momento y averiguo- me dice amablemente y se aleja, ojala si necesiten a alguien, de este trabajo depende mi vida.

-Señorita puede entrar allí la espera la señora Gail- me dice y me indica por donde entrar

Me encuentro con una cocina muy grande y bonita, veo a una señora sentada en un taburete y apenas me ve me dedica una sonrisa pero yo enseguida baje la mirada

- Hola mucho gusto, yo soy Gail la encargada de todos los oficios de aquí y estoy buscando a alguien que me ayude con todos los oficios- me dice amablemente

- Hola yo me llamo Sophia y estoy buscando un trabajo urgente- le digo sin levantar la mirada

- No eres muy joven para trabajar ¿cuántos años tienes?- me pregunta

- Tengo 14años, pero tengo una carta con la autorización de mis padres- le paso la carta

- ¿Para que necesitas el trabajo?

- Es que quiero ir a la universidad- digo y después de quedarnos en silencio la mira a la cara y parece asombrarse, creo que la asuste así que mejor la vuelvo a bajar

- Te pareces mucho a alguien que conozco

- ¿ a quién?- le pregunto

- No mejor olvídalo, voy a aceptar que trabajes conmigo, mañana mismo comienzas, entras a las 2:00 y sales a las 9:00 - apenas dice eso se me dibuja una sonrisa en la cara y ella otra vez se queda mirando mi sonrisa sorprendida

- Muchas gracias, no sabe lo que significa para mi este trabajo - le digo

- Bueno Sophia nos vemos mañana, aquí te damos el uniforme que debes utilizar y por favor se puntual, el trabajo es de lunes a viernes

- Bueno chao y de nuevo muchísimas gracias- digo y salgo de la casa

Ahora que ya tengo trabajo necesito buscar algo de comida para papá y mamá si no quiero que me maten por llegar con las manos vacías, aun no entiendo por qué me hacen llevarles comida si ellos tienen comida en la nevera.

Me dirijo a un semáforo y empiezo a limpiar vidrios, cuando me doy cuenta ya son las 8:00 y estoy lejos de casa, lo mejor será irme ya y comprar con lo poco que recogí algo para comer.

Paso por una panadería y decido comprar pan pues es para lo único que me alcanza lo que recogí hoy.

- Hasta que al fin aparece- dice mi mamá apenas me ve

- traje pan, es para lo único que me alcanzo lo que recogí

- Déjalos en la mesa- me dice mi mamá

- Vete a dormir, ya es tarde- dice mi papá apenas me ve

- Tengo hambre, no he comido nada- digo mientras algunas lágrimas se escapan de mis ojos

- Nosotros también tenemos hambre y no andamos llorando- me grita mi papá

-Vete a dormir rápido antes de que pase lo que sabes- me amenaza mi mamá

Me dirijo a mi cuarto me quito el uniforme y me pongo mi pijama, me tiro en el suelo con una sábana, no tengo cama pues cuando cumplí 10 años mis papás dijeron que no me la merecía, antes me molestaba dormir en el piso pero ya me acostumbre ya ni recuerdo lo que se siente dormir en una cama.

¿ADOPTADA O ENCONTRADA?- UNA GREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora