Capítulo 31

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Se oyeron más vítores, aplausos y pateos mientras Isaac la ayudaba a bajar. Luegoél levantó las manos para hacernos callar otra vez. 

—Jackson, ¿podrías subir aquí conmigo? Si todo el mundo pudiera esperar un minutola tarta, tengo que decir otra cosa. —Jackson subió, con las mejillas de color carmín y gesto de desconcierto.Él lo tomó de la mano. 

—La mayoría ya conoce a mi novia, Jackson. Por si alguien no la conoce, este es jackson. —El se ruborizó aún más—. Es mi novio desde hace un año. También es mi mejoramigo, mi cómplice y el amor de mi vida. No quiero pasar un solo día sin el. —Dobló unarodilla y sacó un estuche de terciopelo del bolsillo—. jackson, te quiero. ¿Quieres casarteconmigo? 

El abrió los ojos como platos y se apretó las mejillas con las manos.Un silencio expectante cayó sobre el grupo. Se podía oír el vuelo de una pluma.Incluso si se posaba en la arena. 

—¡Santo matrimonio, Batman! —me susurró Scott al oído—. ¡No sabía que ibaa proponérselo!, ¿y tú? 

Negué con la cabeza, no quería dejar de mirar.El contestó con una especie de chirrido, pero acompañado de vigorosos gestos deasentimiento, y issac se puso de pie de un bote y lo abrazó. La familia estalló en gritos ysilbidos. Melissa saltó de nuevo al escenario para besarlos a ambos. 

—¿A que es de lo más tierno? —comentó sarcástico Matt a mis espaldas. 

—Son demasiado jóvenes. No durará —dijo mi madre. 

No me había dado cuenta de que tenía a ambos detrás de mí. Me sentía tan bien, quesorprendentemente el sonido de sus voces no me amedrentó en absoluto. Me di la vueltapara hacerles frente. 

—Eres muy amable, Matt. Y durará, madre, porque se quieren. Francamente,¿qué os pasa a vosotros dos? Estoy cansado de toda vuestra negatividad. Llevaos vuestratristeza y vuestros malos presagios a otra parte. Y, Matt, la casa es tuya. He firmado losdocumentos. Me traslado a Bell Harbor. Así que llévate a Bambi, lárgate ya y procura quela puerta no te dé en el trasero cuando salgas. 

Mi madre frunció el ceño, irguió los hombros y señaló a Jordan.—¿Por él, Stiles? ¿Arrancas a tus hijos de sus raíces y te trasladas aquí por unhombre al que casi no conoces?—Sonreí con ganas. 

—No, madre, me traslado a Bell Harbor por mí, porque a mis hijos y a mí nosencanta esto, y nos sentará bien. —Le di una palmadita en el hombro a jordan—. De todosmodos, en realidad este no es mi novio. Es una especie de jefe. Aunque sería un novioestupendo. Para Scott.—Jordan se puso colorado y miró con disimulo a mi primo.

Mi madre entornó los ojos.

—¿Pretendes burlarte de mí?

—No, madre, en absoluto —se lo dije sin ningún rencor. Porque no lo sentía—. Le estábamos gastando una broma a Matt, y por lo que sea tú te has metido en medio.

—¿Qué? —espetó Matt.

Me encogí de hombros.

—Sí, lo siento.

Scott, Jordan y Derek me rodearon para protegerme. Mi madre se puso colorada.

—¡Mieczyslaw Stilinski, eso es lo más absurdo que he oído en mi vida! Montar una comedia así. Debería darte vergüenza. ¡Vaya... es una payasada muy típica de Melissa!—Sonreí.

—Supongo que sí. Y ese es el mejor piropo que me has dicho nunca.

Mi madre puso una cara propia de Miss Piggy con síndrome premenstrual. Richard seguía con el ceño fruncido. Señaló a jordan con el pulgar.

Mi Segunda Primera Vez ||Sterek UA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora