Estaba tan nerviosa que apenas había podido hacerme la prueba de embarazo, sabía que daría negativo, habíamos tomado precauciones. Me hice el test solo para descartar, llevaba dos semanas de retraso, y bueno, mi regla suele ser siempre muy regular. Cerré os ojos con fuerza, me daba miedo ver el resultado. Abrí los ojos con sorprendente lentitud y miré el test. Todo fué una mezcla de sentimientos. Tristeza, amor, odio, sorpresa, terror. Estaba embarazada, eso no podía estar ocurriendome a mí. Tan solo tenía 18 años, era muy joven. Me empezó a rodar una lágrima, luego otra, después todas las demás. Cogí el móvil de la encimera del lavabo, con manos temblorosas marqué el número de Blake y le dí al botón verde de llamar.
-¿Sí? ¿Annelise?
-Blake...-no me salían las palabras, tenía miedo de su reacción, de saber lo que el quería, de que me dejara.-
-¿Estás bien? Te noto rara.
-¿Puedes venir a mi casa ahora?
-Claro, dame cinco minutos.-me colgó el teléfono y miré como la pantalla se iba tornando negra.
Me deslicé por la pared hasta quedarme sentada, apreté con la mano derecha la prueba mientras que con el otro sostenía el móvil. No podía creerme nada, me planté, hasta que pudiera ser una broma, una broma de mal gusto y que la prueba estuviera equivocada. Podría pasar, ¿no?
Salí de mis pensamientos cuando escuché el timbre de casa. Me levante torpemente del suelo y con las piernas temblorosas me dirigí hacia la puerta.
Cuando abrí la puerta me fijé en como me miraba Blake, ¿tan mal aspecto tenía?
-Hey, pequeña.-me miró de arriba a abajo.-¿Y esa cara? ¿Qué ha pasado?
Con un gesto le invité a pasar, apreté más contra mi mano la prueba del embarazo y me dirigí hasta mi habitación. Me senté sobre la cama, y segundos después Blake se sentó a mi lado. Le miré durante unos instantes a los ojos y deposité con lentitud el test sobre la cama.
-Blake...Yo...-le miré mientras los ojos se me aguaban.
-No puede ser... Anne, tomamos precauciones... debe ser un error.-se notaba inseguridad en su voz, algo que nunca pasaba.-
-No sé que voy a hacer... acabo de cumplir la mayoría de edad... mis padres me matarán.
Mis padres eran muy tradicionales en ese aspecto, defendían que había que llegar virgen al matrimonio, si enteraban de que estaba embarazada estaba segura de que me cocinarían para la cena de Navidad. Y por otro lado estaba la madre de Blake, que tenía cáncer. Sabíamos que era irreversible y no creía que Blake quisiera darle un disgusto para rematar.
-Si quieres tenerlo, lo tendremos, no me alejaré de tí ni de esa criatura.-tocó mi vientre. Ese gesto me dió la fuerza que me faltaba.
-Pero no tenemos dinero, ni casa y estoy en el primer año de la universidad, suspenderé, tendré que dejar todo de lado.
-Por eso no te preocupes, yo trabajaré y sacaré el dinero de debajo de las piedras si hace falta. Me aseguraré de que ni a ti ni al bebé os falte de nada.
Asentí.
-Tú podrás seguir con la carrera, no hace falta que trabajes.
Se le veía emocionado, se veía que quería tener a esta criatura. Eso me dió un empujón hacia mi decisión.
-¿Cómo se lo vamos a contar a nuestros padres?-susurré la pregunta, aún me costaba creerme el giro que acababa de dar nuestras vidas.
-A mi madre no sé...tal vez no se lo diga... no quiero que le demos un disgusto y eso termine de...bueno... ya sabes.
Le miré escuchando cada palabra que decía.
-Pero tiene que saberlo, nadie de momento le ha dado una fecha, hasta a lo mejor puede disfrutar de su nieta.
-¿Y si no? Ella lo pasaría mal si sabe que tendrá una nieta y no va a poder hacer todo lo que hace una abuela con su nieta.
En eso tenía razón, pero aún así quería que se lo contara.
-Tengo una idea.-le miré a los ojos.-Podemos organizar una cena con mis padres y tu madre y se lo contamos.
Justo cuando acabé de hablar sabía que era mala idea, tal vez mi padre me diera un tortazo en la cara y me humillaría delante de todos
-No lo sé... tal vez deberíamos esperar un poco para contarselo.
Sí, puede que tengas razón. Iré al médico para que me lo confirme...-suspiré.-
En algún momento se me había ocurrido abortar, estoy segura de que no saldría muy caro y podría cubrirmelo la seguridad social, así podría seguir con mi vida normal. Estaba completamente hundida, era una situación muy subrrealista, supongo que por eso todavía no acababa de creermelo. Me deslicé por la cama hasta quedar tumbada boca abajo y dejé que fluyerán las lágrimas que había estado reteniendo. Mi vida daría un giro drástico si tomaba esa decisión, y seguiría como siempre si escogía la otra opción. En ese momento creía que lo tenía decidido, que Blake me había dado la fuerza y el valor que me faltaba, pero ahora no lo tenía tan claro. Era una responsabilidad enorme, era cuidar a una persona que dependía totalmente de mí, es muy difícil porque hasta me cuesta cuidarme de mi misma a veces.
En algún momento me quedé dormida mientras lloraba porque cuando me desperté tenía a Blake a mi lado, abrazándome, estaba dormido. Alargué el brazo para alcanzar mi móvil. Presioné el botón de encendido y miré la hora, tan solo eran las dos de la madrugada. Mire a Blake con una sonrisa. Era un chico muy guapo, tenía fuerza, estaba bien formado. Tenía unos ojos azules que a menudo me parecían al mar cuando está en calma, y tenía una mata de pelo ondulada espesa, de color oscuro. En ese momento, mientras le miraba me dí cuenta una vez más de lo afortunada que era por tenerle a mi lado cada día de mi vida. Me tumbé sobre su pecho, y el instintivamente me rodeó con su brazo, me volví a quedar dormida en cuestión de segundos.
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Teen Mom
Romance¿Te imaginarías ser madre con tan solo 18 años? Annelise tampoco se lo imaginaba. Ni Blake. Pero ocurrió. ¿Saldrá todo adelante o querrá Anne seguir con su alocada vida de adolescente? ¿Y Blake? ¿Permanecerá con Anne después de saber como será su fu...