Capítulo 1. Los primeros años

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El mundo siempre ha tenido personas que buscan el bien de todas y otras que dirigen sus objetivos a atacar a otros con tal de beneficiarse a sí mismos. Y esta lucha de ideales, que con el tiempo evoluciona, pudo haber sido realmente fácil, si 5% de la población no hubiera nacido con superpoderes. Mientras muchos se mantenían al margen con estos superpoderes, otros estudiaban arduamente para poder controlarlos, y así ayudar a los que más lo necesitaban. Aunque otra parte, se dedicaba a buscar el poder y el control total. Sin embargo, todos solían temerles a los superhéroes, incluso si ellos se encargaban de salvarlos y ayudarlos; había cierto prejuicio por el miedo a la incertidumbre y a lo que los superaba, y el hecho de que hubiera villanos, no solo aumentaba la preocupación, sino que además les daba más motivos para despreciarlos. Pero eso no evitó que ellos continuaran con sus estudios y sus vidas "normales". Aunque debido a todas estas actitudes, esto era mucho más difícil, y las familias solían poner mucha presión en sus hijos.

Jeon Jungkook había tenido la mala suerte de nacer con superpoderes, en específico el poder  de volar y la telequinesis, dentro de un ambiente familiar estricto y que él describía como sofocante. Apenas con 10 años, era consciente de que su madre lo odiaba con todo su ser. Su padre había muerto un par de años atrás: había sido encontrado muerto al lado de una autopista, y lo tomaron como un suicidio, a pesar que la autopsia mostraba todo lo contrario. Lo cual, siempre lo hizo preguntarse si eso era lo que realmente había pasado. Pensar en él no dejaba de doler; la única persona que alguna vez le importó Jungkook, se había ido y para siempre. Su madre solía tenerlo encerrado con una camisa de fuerza en una habitación para evitar que usara sus poderes de la manera incorrecta; aunque claramente ella nunca buscó indagar mucho en él, por lo que no sabía que para los poderes que poseía, la camisa de fuerza no era un impedimento. Nunca consiguió tener amigos, debido a que su madre lo mandaba a escuelas con gente normal, y los otros niños siempre se quejaban de su comportamiento inusual y el uso de sus poderes. 

Pero ese año, fue diferente a todos los demás.

Con tal de deshacerse de él al menos por un tiempo, su madre, lo inscribió a una escuela especializada en el control de los poderes. Era un internado donde los niños se quedarían durante una gran parte de su vida. En vacaciones, podrían regresar a casa, pero igualmente podían quedarse en la escuela; era una oportunidad perfecta para su mamá y se veía como el plan perfecto. Le habían comentado que estaría con niños de diversas edades, debido al plan académico que impartían, pero eso no la hizo dudar ni un poco. Aquel día, ni siquiera se lo dijo hasta que no llegaron al lugar en cuestión. Era un edificio enorme color gris, con un enorme jardín con varias zonas y que parecía que no tenía fin, cerrado por una cerca enorme. Parecía casi un lugar ideal, pero Jungkook no sabía por qué estaban ahí, así que solo miró a su mamá esperando a que le dijera y ella sin mirarlo, esperó en silencio.

- Largo. –

- ¿Ma...má? –

- Dije que te vayas. Te quedarás aquí a partir de ahora. –

- ¿Qué es este lugar? –

- No sé, ve a investigar. – Jungkook iba a contestar, pero un señor realmente alto, con un semblante agresivo, y una ropa que parecía de militar, abrió la puerta del coche.

- ¿Jeon Jungkook? – Dijo con voz grave y estruendosa, que hizo a Jungkook estremecerse.

- Es él. – Dijo su mamá cortante.

- Una vez entres, no puedes salir sin permiso... aunque lo intentaras no podrías, digo... por algo nos especializamos en esto. –

- ¿Especializarse en qué? – Preguntó Jungkook. Tenía mucho miedo y no quería bajarse del coche. Lo que había parecido el lugar ideal unos momentos atrás, cambió repentinamente su ambiente.

¿SUPERando el amor? | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora