-STARSTRUCK- o.s nam.jin

𝔻𝕒𝕞𝕖 𝕕𝕖 𝕥𝕦 𝕓𝕦𝕖𝕟 𝕒𝕞𝕠𝕣

    Seokjin procesó que estaba despierto hasta que se vio a sí mismo sentado en la silla alta en la cocina.

Por supuesto que de alguna manera fue consciente de que se había levantado de la cama, que había deambulado hasta la cocina para sacar del refrigerador un yogurt, luego se sentó y ahí llevaba varios minutos dando leves sorbos, su cabello castaño revuelto y el rostro algo hinchado por recién levantarse. Cuando volteó al rascarse la cabeza y vio su reflejo extraño en la puerta del refrigerador, fue verdaderamente consciente de lo que estaba haciendo.

Igual se terminó el yogurt, luego tomó un poco de una botella de agua fría que tenía en el refrigerador, apenas un sorbo, iba a dejarla cuando alguien más entró a la cocina —Hyung, buen día.

Su voz cantarina y llena de energía hizo que Seokjin volteara, terminando por sentir una cachetada imaginaria que le hizo recordar que no estaba solo en el departamento. Bueno, ahí estaba Kim Namjoon con una camisa sin mangas pegada a su pecho hinchado en unos pectorales fuertes por el ejercicio, el cabello corto estaba parado en puntas y el sudor se deslizaba por sus sienes hasta el cuello, llegando al pecho.

¿Por qué siempre se veía tan bien después de hacer ejercicio?

—Buen día.

—Oh, tienes mi botella de agua, la olvide aquí antes de irme a entrenar —estaba hablando del mismo envase transparente que tenía en mano Seokjin, del cuál acababa de beber—, ¿Me la pasas, hyung?

—¿Eh? ... Lo siento, yo supongo que no estaba tan despierto, tomé un poco... deja te doy un-

—Tranquilo hyung, dame, como si nunca hubiéramos bebido de la misma botella.

Completamente tranquilo, Namjoon sostuvo la botella con una mano mientras la abría con la otra, no hizo mucho esfuerzo pero los brazos marcados por las pesas estaban ahí, luciendo espléndidamente. Jin no podía dejar de observarlos. Aunque no sabía que peor efecto le haría ver que Namjoon dejó caer el agua en su boca a una corta distancia, suficiente para que algunas gotas se deslizaran por su mentón y cuello, para evitar que volviera a ocurrir Namjoon pegó la boca de la botella a sus labios.

Seokjin se quedó sin aire durante todo el rato que se le ofreció ese espectáculo.

Afortunadamente para su salud, no fue tanto, aunque desafortunadamente se puso peor/mejor la vista para él. Limpiándose el sudor y el exceso de agua, Namjoon usó desvergonzadamente su camisa, mostrando su abdomen. De haber tenido Jin algo en mano lo hubiera aplastado, sólo apretó los puños sintiendo al calor nacer en sus mejillas.

Se repitió en la cabeza que debía de calmarse para pensar, pero una vocecita seguía gritando alocada que no podría calmarse ni en broma mientras Namjoon estuviera luciendo tan atractivo sin considerar el estado de su corazón. Con algunas respiraciones lentas, Jin se relajó un poco más, pasando sus manos por encima de su cabello revuelto en un intento de peinarlo.

Pero como es Kim Seokjin, supo que no tenía que hacer tanto esfuerzo, ya debía de verse bien. Haciendo su cabello hacia atrás arrastrando sus manos dejándolas estáticas en su nuca, Seokjin suspiró llamando la atención del hombre a pocos pasos de distancia. Una vez se vieron, Jin sonrió ladeando un poco su cabeza, confiado en sus labios gruesos y en su encanto natural.

—Namjoonie~

—¿Sí, hyung?

Le regresó el gesto, una sonrisa que presumió los hoyuelos. Seokjin pensó que adoraría pasar el día entero admirando esa hermosa sonrisa y los hoyuelos coquetos —Quería preguntar... si ya desayunas-