Ya había publicado este capitulo único en portugués, ahora lo estoy publicando en español.
¡Espero que le guste!
Lo siento cualquier error.
María ya estaba cansada de intentar ganarse el cariño de sus hijos, por culpa de Alba que siempre decía que ella era la amante de su padre cuando vivía su madre. También estaba cansada de saber quién fue el asesino de Patrícia, Ana Rosa siempre con Esteban, y él no la alejaba, ella no aguantaba más.
Empresas de San Román...
Era un día normal en las empresas y María iba a la oficina de Esteban a entregar unos papeles.
Esteban: Entra. - Dijo mirando unos documentos sobre la mesa.
María: Aquí están los papeles que pediste. - Ponlo en la mesa. El encontró extraña la forma en que ella hablaba.
Esteban: ¿Estás bien, María? - Se levantó y fue hacia ella.
María: Sí, lo estoy, no hay necesidad de preocuparse. Permiso. - Iba a darme la vuelta para irme, pero Esteban no me dejó.
Esteban: Sé que no lo estás. - La jaló cariñosamente por los hombros y la abrazó, le dio un beso en la cabeza. María se dejó llevar por el abrazo, lo necesitaba en ese momento, lo abrazó fuerte y dejó caer algunas lágrimas.
Esteban, cuando la vio llorar, se preocupó.
Esteban: ¿Qué pasó, María? - preguntó mirándola a los ojos.
María: No puedo más Estevão. - Abrázalo más fuerte. - Mis hijos me desprecian, el asesino de Patricia no desaprovecha la oportunidad de matarme, y detrás de ti está Ana Rosa. - Llora más fuerte.
Esteban: Ven mi amor. Llevó a María al pequeño sofá que tenía allí en su sala y la sentó en su regazo, María apoyó la cabeza en su hombro.
Esteban: Mi vida, sé que estás sufriendo por todos estos problemas, yo sufro contigo, vámonos a casa ahora, no estás en tu sano juicio y no podré trabajar contigo así, hmmm ?! - Olisqueó y besó su cabello, mientras una mano acariciaba su cintura.
María: No puedo salir ahora tengo unos papeles que revisar y firmar. - Se secó las lágrimas. Ella levantó la cabeza para mirarlo a los ojos.
Estebano: Lo llevamos a casa y lo resolvimos juntos. Por favor mi amor. - La besó por toda la cara y finalmente fue un beso en la boca.
María: Está bien, pero llevaremos los documentos y me ayudarás. - Dijiste mandón.
Esteban: Si mi señora me dice que la ayude, lo haré. - Él sonrió. (Esa sonrisa que mata a cualquiera)
María: Vamos, que estoy cansada. - Intentó levantarse pero él no la dejó sujetarla por la cintura.
Esteban: Antes de irnos, quiero mi beso.
Ella le dio un beso rápido burlándose de él.
María: Vale, ya te di el beso ahora déjame ir.
Esteban: Eso no es un beso María, eso es un beso.
Habiendo dicho eso, tiró de su cintura más cerca de él y le dio un beso bien correspondido, ella colocó sus manos en la parte posterior de su cuello, pegando sus cuerpos juntos. Chupó la lengua de María con gusto, y ella no se quedó atrás, también chupó la de él. Cuando el beso terminó por aire, María mordió y tiró de su labio inferior.
María: ¡Te amo, mi amor! - Ella sonrió tiernamente.
Esteban: Yo también te amo, mi vida. - Respondió con una sonrisa.
