Enamorarse de alguien que está completamente roto no era lo correcto y Jeon Jungkook lo sabía, pero también divisó un brillo de esperanza en los ojos de su amado.
La historia de dos hombres que necesitaban razones para quedarse en este mundo, tal v...
El fuerte viento y la fría noche eran los únicos testigos de la escena que estaba transcurriendo sobre la acera, pareciera que eran los únicos ahí—¡Déjame ser ese motivo por el que te aferres a la vida! — exclamaba en un grito ahogado el joven castaño mientras la lluvia azotaba sobre el, cosa que parecía no importarle porque se encontraba viendo fijamente a los ojos de su amado.
—¡No quiero arrastrarte al hoyo en el que me encuentro Jungkook! —sus respiraciones eran cansadas pero hacían sus mejores esfuerzos por mantenerse de pie, estaban en medio de la oscura calle con una tormenta sobre sus cabezas — No puedo ofrecerte amor, porque ni siquiera me amo yo... —otra pausa antes de que se escuchara el llanto del joven —Perderás tu tiempo al pasarlo con alguien como yo. —colocó sus manos sobre su fría cara intentando ocultar parte de su sufrimiento mientras su pecho subía y bajaba pesadamente, las cicatrices de sus brazos estaban a flor de piel lo cual lo hacía sentir expuesto. No sabía que lo lastimaba más, el ver a la persona frente a el preocupada o verse a el mismo en el lugar que juró nunca regresar, en el hoyo que le quitó sus sueños y anhelos.
Jungkook se quedó viendo la vacía presencia de su acompañante . los ojos no mienten—pensó — en esos grandes ojos grisáceos se observaba anhelo, esperanza.
Vida.
—No puedo prometerte que te enseñaré a quererte porque primero debes estar dispuesto a intentarlo —se acercó nerviosamente con miedo a ser rechazado, lo cual no pasó así que aprovechó ese momento de debilidad para abrazar al joven frente a el, quien temblaba por el frío — Pero si me permites puedo ser aquel que te acompañe y te muestre una vida diferente, una vida llena de recuerdos y memorias que se quedarán tatuados en tu mente —suspiró lentamente, no esperaba respuesta del otro por lo que continuó — déjame amarte...
No pudo continuar ya que el pelirrojo alzó su voz.
—No merezco ser amado Jungkook, mírame —ahogó un suspiro mientras se separaba de los brazos que lo rodeaban sin mucho éxito — ¿Quién en su sano juicio desearía amar a alguien tan destrozado como yo? No lo...
Jungkook lo interrumpió antes de que siguiera con la frase —Yo lo deseo —declaró sin ninguna duda en sus ojos — Se que te han hecho creer que eres insuficiente pero mírame —pidió haciendo que el pelirrojo alzara sus rojos e hinchados ojos — para mi eres lo más preciado en mi mundo, porque para mi Taehyung Hanz, eres más que suficiente.
Para mi eres todo lo que había soñado, pensó el castaño.
—No logro entenderte Jungkook, ni tampoco logro entender lo que siento por ti —expresó cansado mientras ambos volvían a abrazarse bajo la lluvia y la brisa que azotaba sus cuerpos, tenían frío pero ninguno de los dos estaba dispuesto a resguardarse porque si lo hacían el pelirrojo seguro escaparía —No se por qué te busco todo el tiempo ni por qué me veo con la necesidad de sentirte cerca a pesar de tener escaso tiempo conociéndonos pero al mismo tiempo quisiera no tenerte a mi lado, el que entres en mi corazón a la larga supondrá sufrimiento para los dos, se que no será eterno y a la larga se convertirá en un recuerdo que me atormente al no tenerlo más en mi presente.
Un silencio largo antes de que alguno pudiera hablar. Estaban desnudando sus almas esa noche, siendo lo más sinceros posibles. Se escucho un suspiro antes de que Jungkook hablara:
— No tiene porque ser efímero, cuando me necesites yo estaré a tu lado todo el tiempo y me aseguraré de que hasta el último de tus respiros estemos juntos, disfrutando el uno del otro sin ataduras. Porque yo, Jeon Jungkook se firmemente que te amo y que te amaré más allá de lo que podremos controlar.
—No quiero que nos rompamos el corazón —añadió nerviosamente el joven Hanz mientras el firme agarre de Jungkook lo hacía sentir protegido. Le gustaba esa sensación.
— Primero tendré que morir para que eso pasé.
El agarre entre ambos se hizo más fuerte, más seguro y pacífico, no hubo respuesta por parte de Taehyung pero el silencio cómodo hizo sentir a Jungkook que había obtenido una respuesta afirmativa.
—Solo prométeme una cosa —dijo Jungkook separando a Taehyung de su pecho — Promete qué nos mantendremos con vida — dijo en un susurro a lo que Taehyung aceptó —Y yo te prometo que te llevaré diario a ver los más hermosos paisajes solo para que los dibujes, iremos juntos. —eso causó una pequeña en Taehyung.
Desde ese momento sus respiraciones se encontraron y sus latidos se volvieron uno sin saber lo que les deparaba el destino, quién se encargaría de que las cosas fluyeran según su ritmo, sabiendo perfectamente que esas promesas serían imposibles de cumplir.
Todo pasaría tal cual como debía suceder.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola! Muchas gracias por leer, espero disfruten de esta historia tanto como yo lo hago al escribirla. Se encuentra en constante edición para corregir ortografía y redacción, sean pacientes por favor.
