Tauro Gold Saint Zone (Libro #2)

beso indirecto.

Protagonista: Ox.

Shippeo: Izo x Ox.

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— Cabrita ~ — El santo dorado de cáncer interrumpió con una sonrisa de oreja a oreja al santo de capricornio, hablando de forma hipermelosa, detectando Izo las ganas que DeathToll parecía tener como si buscará molestarle.

— No me pongas esa cara. — Pasando sus manos por su cara cáncer de un santo quedó frente a capricornio mirando la espada en sus manos. — ¿Cómo está Ox?  Los he llegado a ver juntos. Me gusta esa combinación.

Izo arqueo las cejas. Desgraciadamente entendía rápido a que se refería el pelirrojo frente suyo.

— No nos queremos así. Por lo menos no enteramente. — Ese "enteramente" fue todo lo que necesito DeathToll.

— Pero si lo amas. — Izo gruño por fastidio. — Yo tengo ojo para los hombre. Siempre lo digo, no tienes que ponerte tanto a la defensiva, somos santos por Athena pero seguimos siendo hombres. 

Izo suspiró. Conocía al hombre frente a él, con apartarlo no había nada. Solo seguirle la corriente. Aunque esto tambíen podía ser un arma en contra, cáncer era el más impredecible de los Santos en la orden.

— Negarte que en todos los años juntos no lo ganado mucho aprecio, puede que más que a un simple compañero, a ese gigante es mentir. Pero un romance es imposible.

— Solo le tienes miedo al tamaño. — Izo se atraganto tras escuchar eso.

— Bueno... — DeathToll de vio por ganado.

— ¿Te imaginas bandole un beso? — Y en ese momento, DeathToll santo dorado de la constelación de cáncer estaba logrando lo imposible: Hacer sonrojar a Izo de Capricornio. 

— Se que lo quieres. Y como casamentera del Santuario puedo ayudarte.

— No tienes ese título solo están de metiche.

— Detalles. — Moviendo su mano le resto importancia al asunto. — Toma esto como un favor. Se lo acomplejado que está ese tierno gigante.

— ¿Tu...? — Quería preguntar cómo estaba tan seguro para decir eso pero pensó que se arrepentíria.

— ¿Lo bese? Lo intente, pero tuvo miedo de herirme, luego me dijo que ese lo quería de tu parte... ¿Uhm? ¿Celoso? — Izo torció enteramente las cejas es escuchar eso. Optando por dejar a cáncer sólo e ignorarlo por el resto de la tarde.

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Ya con DeathToll fuera de su alcance, Izo busco su armadura queriéndo concentrarse en cualquier otra actividad. Para su desgracia las palabras del cangrejo tuvieron un afecto medianamente en el.

¿Cómo sería besarlo? Peor aún. Su mente fue a otros escenarios más explícitos que rápidamente busco hacer que no pasaron.

Aún de más jóvenes el cuerpo del toro fácilmente podía cubrirlo, inclusive dejarlo aplastado en una prisión de lo que sería fuerte y cálida piel en una Mala pasada, ahora ya de adultos... Mejor ni pensarlo.

No sabía ni cómo reaccionar por tené ese tipo de pensamientos. Cómo dijo DeathToll seguían siendo humanos, y la sexualidad era un tema del cual ellos siempre estaban concientes. No tenían problemas en recurrir a la homosexualidad y tampoco estaba prohibido por mando de Athena o del patriarca, solo los propios prejuicios.

A Izo por su parte no le importada en lo más mínimo tener relaciones con un hombre. Si no fuera por el tema de las proporciones seguramente ya se le hubiera entregado al Santo de Tauro. (No en una forma propiamente sexual, si no romántica) 

Pero bueno, mejor no pensar mucho en eso. En la adolescencia estuvo muy cerca de Tauro, también de Piscis, Acuario y Sagitario.

Recordada con mucha nostalgia cuando tenía que estar cerca del futuro Tauro y ayudarlo a tener en control en combate. Hacían bien equipo en ese sentido, uno era más fuerza bruta y el otro alguien más meticuloso y estratega.

En muchos de esos recuerdos notaba porque apreciada tanto a Ox, eran más que compañeros, tal vez rozando la línea de amantes...

Ya, Izo ya se vio cuenta de lo que pasaba por su mente. Ox será lo que sea pero sabía que mal hombre no. Menos una posible mala pareja.

— "Te va miedo el tamaño" — Estada empezando a maldecir a cáncer por colarse en sus pensamientos en un momento como ése.

Sin pensarlo mucho, quiso ver al fruto de sus pensamientos desde la última media hora. Caminando lentamente en dirección al templo de Tauro.

El guardián de dicho templo estaba cruzando de brazos y piernas sentado en la entrada del templo. Notando su presencia y Volteando su mirada a él, sonriendo amigable.

— Izo. — Dijo, quitándose el casco para dejarlo a sus pies recibiendo al santo que aún con unas budas se acercó hasta quedar muy pegados uno del otro. — ¿Pasa algo? — si bien Izo era callado nunca tanto.

— Solo tengo que hacer una cosa. — Expreso, tuvo que escalar por el cuerpo del Santo de Tauro pero bueno un beso en su mejilla rozando la curva de los labios. — Creo que debí decírtelo hace tiempo, o mejor dicho, mostrartelo.

— Gracias. — Hasta que hablo, su mano acaricio el rostro del Santo de Capricornio acercándose para besarlo ahora en los labios.

Un primer beso, acción que que nunca espero recidir.