¡Hola!, ¿me extrañaron?, pues yo si, y ya estoy aquí nuevamente, ya me siento mejor, con muchas energías y ganas de seguirles contando esta historia, así que comencemos.
Está parte será algo triste, así que empiecen a prepararse.
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Ambos habían estado casi todo el día jugando en el mar, claro, se detuvieron un momento para recibir la comida que Jay y los demás chicos les ofrecieron.
- ¡Mira!- gritó Sunghoon sentado en la arena, donde había hecho un castillo-. ¡Me salió!- alzó sus manos mientras sonreía.
- Sería una pena que alguien lo destruyera- murmuro un castaño malvado acercándose dispuesto a aplastar la creación de su acompañante-. ¡Shim Jaeyoon!- chilló un mayor triste al ver su trabajo destrozado-. ¡ups!- comenzó a reír de manera burlona.
- ¡Esto es por mi castillito!- Park le lanzo un puñado de arena haciendo que tragara la mayor parte.
Y ahora era Sunghoon quien se reía de manera burlona-. Extrañaba tanto esto- murmuro el chico regularizando su respiración de tanto reír.
- ¿Qué dijiste?- preguntó un Jake lleno de arena, sentándose a su lado.
- Qué extrañaba hacer este tipo de cosas contigo- giró su cabeza quedando demasiado cerca de la contraria.
- E-eh, yo también- respondió algo sonrojado por la cercanía.
Y aquel silencio incómodo se hizo presente entre los dos.
- Jake- llamó alejándose del rostro del castaño para mirar al cielo.
- ¿Uhm?, ¿qué sucede, Sunghoon?- bajó su mirada avergonzado.
- Te extrañe tanto- murmuro sonriendo con sus oscuros ojos cristalizados por las lágrimas que contenía, en sorpresa el menor alzó la mirada para ver como una lágrima rebelde se escurría por su mejilla derecha-. Lamento tanto haber causado aquel conflicto entre nosotros- volvió a hablar haciendo que su voz se quebrara-. Nunca quise perderte, nunca quise que me odiarás- fue interrumpido.
- Yo tampoco quise que tú me odiarás- confesó.
- Yo nunca te he odiado Jakey- otra rebelde lágrima se resbaló por su mejilla-. Simplemente lo fingía, no quería demostrar que te extrañaba, que extrañaba tenerte a mi lado, que me abrazaras o me hicieras reír con tus chistes malos, pero ya no lo logró soportar más, los recuerdos me hacen daño al igual que recordar que ahora estamos juntos por un reto- volvió a girar su cabeza para conectar sus ojos llenos de lágrimas con los cristalizados del castaño-. Te necesito, si no estas conmigo es como no tener una parte de mi corazón- abrazo de manera fuerte escondiendo su rostro en el cuello mojado de Shim.
Jake no se hizo del rogar e igual abrazo a Sunghoon aferrando sus manos a la espalda de éste.
- Perdóname, por favor, perdóname- murmuraba una y otra vez mientras lloraba-. Quiero estar contigo sin tener que depender de un reto, dame la oportunidad de borrar mis errores pasados para poder llenarte del amor que e retenido por mucho tiempo- abrazo con más fuerza, la suficiente para no lastimarlo.
- Te la doy, porqué yo también te he extrañado tanto pedazo de tonto- dijo Jake y sonrió al ver el rostro del mayor ahora enfrente suya, aquellos ojos penetrantes que tanto amaba, estaban rojos del llanto.
- No sabes como me hace de feliz oír eso, así que si me perdonas, yo tengo que besarte mi amor- sin más, con ambas manos tomo el rostro de su castaño uniendo sus belfos en un suave y delicado beso correspondido.
Sus corazones latiendo de manera rápida, el aleteo de mariposas en sus estómagos era algo que sentían al momento de estar juntos, y ahora lo sentirían más, pues no volverían a dejarse ir.
- ¿Quieres ser mi novio de verdad?- preguntó Sunghoon al momento de separarse.
- Hasta la pregunta me ofende compadre, ¡esta más que claro que si quiero!- se tiro encima de su chico de cabello plateado llenándole de besos todo el rostro.
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Al final no todo fue tristeza cielos lindos, sólo falta el último capítulo para finalizar nuestra historia de amor, así que nos leemos luego.
