Heichiz [Destino #1]

6. Conocido Desconocido - 2.2

El frío de la noche la hacía temblar, sus labios tomaron un color rosa más intenso, y su clara piel parecía palidecer más, a cada segundo.

No era una típica noche de invierno, el frió era más intenso. Tenía miedo, Faila ya estaba dormida a su lado. Pero al contrario de ella, su hermana parecía complacida con el frió invadiendo cada célula de su cuerpo.

Tengo que salir de aquí - Hablo para sí misma. Si salía a caminar, su cuerpo generaría calor y exactamente eso era lo que necesitaba en ese momento. Abrió la carpa y salió de allí.

El bosque era escalofriante, y la luna llena no ayudaba en nada a que su apariencia fuese mejor, pero debía aceptarlo, brindaba la luz suficiente como para ver el camino.

- Odio el frió - Esa voz a sus espaldas, la conocía muy bien.

- Ethan - Se volteo rápidamente, corriendo a sus brazos.

- Ailen quítate... - Chillaba el pequeño tratando de zafársela de su espalda.

- No quiero. Ethan ¿Qué haces aquí afuera?

- El frió no me dejaba dormir

- ¿En serio? A mí tampoco - Confeso la chica mirándolo con una sonrisa.

El la miraba con atención, sus ojos eran bellos, ella era bella. Su rubia cabellera siempre le había parecido como sacada de un cuento, al igual que su alegría y su habilidad para hacerlo sonreír con facilidad. Noto como la mirada de la chica había cambiado a una de confusión total, la había estado observando demasiado.

- Perdón - Se disculpo con nerviosismo.

- ¿Tengo algo en la cara? - Pregunto con miedo. Las bromas eran muy comunes en ellos, no sería extraño que tuviese algo y él se burlara de ella.

- N.No, no tienes nada - Dijo el sin levantar la vista y mirarla.

- Si, si tengo, si no fuese así ya me habrías mirado a la cara - Amenazó acercándose a él.

- No quiero ver tu cara - Confesó sin levantar la vista.

Habían sido amigos durante toda su vida, 11 años que aparentemente no habían sido los suficientes como para ganarse el corazón del chico frente a ella. Eran muy jóvenes, lo sabía, pero creía que para lo que ella sentía no había edad.

- Oo... lamento ser tan fea - Dicho esto, se levanto y se fue.

El no la siguió, no le pidió perdón, ¿Qué fue lo que izo? Se alejo de ella, ya no le hablaba, ya no la mencionaba, ya ni siquiera parecía notar su presencia en el mundo. El problema era, que ella si lo hacía, ella lo miraba alejarse, destruir la única verdadera amistad que algún día había llegado a tener ¿Qué sucedió? ¿Cuándo fue que lo perdió todo?

Y allí estaba él, frente a ella, mirándola con su indiferencia. Al verlo pensó que podría volver hacer el mismo de antes, pero esa mirada fría y aburrida, le había demostrado que no era cierto, nuevamente sus esperanzas se destrozaban en mil pedazos.

- Hablamos más tarde Lindsey - Se despidió el chico.

- Ahora vas a explicarme que fue lo que... - Hablaba una furiosa Lindsey.

- N.no estoy de humor Linds, me voy a casa - Sus palabras eran tristes, parecían frágiles, una palabra equivocada y las lagrimas saldrían.

¿Por qué le afectaba tanto? Si a él le daba igual la vida de ella, si realmente no le importaba en lo más mínimo ¿Por qué a ella sí? La respuesta era simple: Porque ella lo quería, lo quería más que a nada en el mundo. El había sido la persona que había estado a su lado, cuando todos los demás se alejaban, pero ya no estaba, esa persona se había ido, y no iba a regresar.