A su ritmo

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Nuevamente una mañana se asomaba inquietante sobre sus cuerpos desnudos, no había sido una buena idea quedar sin mantas la noche anterior porque justo ahora sus músculos dolían por el frio. Parecía que la etapa de interés sexual estaba más viva que nunca, ambos sabían que estaban caminando, o, mejor dicho, corriendo demasiado rápido, pero poco interesaba si se sentía tan bien hacerlo, lo suficiente para olvidar los mareos después de comer o al tratar de dormir.

—Bright, tu celular está sonando, responde, quiero dormir un rato más.

Se quejó Win buscando algún extremo de la cobija sin abrir los ojos, porque si lo hacía no podría volver a dormir. Sin querer moverse de su lugar, Bright estiró, lo más que pudo el brazo, pero le fue imposible alcanzar el celular con dicha estrategia, por lo que terminó levantándose para poder contestar.

—Hola, ¿qué sucede?

Respondió mientras se tallaba los ojos y bostezaba tratando de distinguir qué día era.

—¿Buenos días Nam al menos no? Seré breve, te llamo porque quiero invitarte a mi boda este fin de semana. Solo necesito tu dirección para poder mandarte los boletos y la invitación.

Estaba demasiado adormilado para poder procesar lo que la mujer al otro lado de la línea decía.

—¿Realmente vas a casarte? Vaya, lo siento, es que recién desperté. Pero sí, ahorita te mando mi dirección. ¿Necesitó llevar un regalo?

—No, solo trae a tu amante, quiero conocerlo. Por cierto, espero te hayas acostumbrado a lo que ponía en quirófano porque es la temática musical para la fiesta.

—Había otra forma de decirme que no querías que vayamos Nam, además de avisarnos justo un par de días antes, pero descuida, mis oídos se volvieron resistentes después de esos años.

—De acuerdo, por lo otro, una disculpa, no creía que nos volveríamos a contactar después de tanto tiempo, sobre todo considerando que no tenías una buena relación con nadie. Lo platique con mi prometido y por eso te estoy invitando.

Ciertamente no entendía la razón por la que Nam lo invitaba a su boda, pero consideraba que era una buena oportunidad para salir con el menor, sumado a que no tenía planeado nada para esos dos días.

Al colgar salió de la cama mirando que la hora todavía le daba un lapso para darse prisa y levantar al menor para poder ir al hospital sin rayar en el límite como hasta el momento les hacía ver Luke.

—¿Por qué te invitaría a su boda justo cuatro días antes? Eso se hace con tiempo.

Murmuraba Win poco después de escuchar a Bright en tanto el elevador ascendía.

—Dijo que lo habló con su pareja y al final lo decidieron, quizás la invitación llegue mañana.

—Hasta donde sabía no tenías más que un amigo, eso significa un avance en tu vida social. Nos quedan pocos días, pero al salir podemos ir a conseguir un par de trajes, conozco lugares muy buenos y a precios extraordinarios.

—Pareces emocionado Win.

—Me gustan las fiestas, además será la primera a la que vayamos juntos Bright. Soy un gran animador, vas a disfrutar de esa boda, te lo aseguro, será inolvidable.

No pudo resistir por mucho tiempo, Bright cedió ante sus deseos y terminó capturando a su novio en un abrazo que tomó desprevenido a Win que no pudo responder adecuadamente.

—¿A qué debe esto?

—Me gusta verte sonreír, solo eso.

A veces Win no podía creer lo efusivo que podía llegar a ser su pareja en ciertas ocasiones, recordaba a la perfección como su rostro parecía ser inexpresivo al punto de anunciar indiferencia. Pero, para su sorpresa, justo ahora reflejaba un sinfín de emociones que le hacían sentir algo indescriptible.

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