EPÍLOGO

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Ese silencio perturbador recorrió cada poro de piel de los paramédicos, quienes, habían llegado al lugar del accidente. La gente alrededor estaba inerte. En toda su carrera, jamás, habían visto algo igual.

Ellos actuaron lo más rápido que podían, bajaron la camilla y todo el material necesario para salvar vidas. Se acercaron al auto, el cual, estaba completamente destrozado y, en su interior, había dos hombres vestidos de etiqueta. Ambas víctimas tenían los ojos cerrados y su cara transmitía paz. Uno de los paramédicos colocó lo dos de sus dedos en el cuello del copiloto, no tenía pulso. Un sollozo se escuchó por parte de los curiosos que seguían atentos al desenlace de aquella historia de amor real. La paramédico que estaba del lado del piloto confirmó lo que todos temían: No había a nadie que salvar esta vez.

Aquel accidente había cobrado la vida de dos hombres que, en vida, disfrutaron del gran amor ambos se tenían y, como ellos siempre decían: su amor era para toda la eternidad, incluso, después de la muerte. Ninguna de los presentes sabía que había después de la muerte, pero, seguramente, Alejandro y Diego seguirían amándose en el paraíso que habían construido con el amor que había entre ellos porque, ahora, ese amor se había vuelto inmortal.



«El amor que te tengo no tiene tiempo ni fronteras. El amor que te tengo va más allá de mi existencia. Porque solo tú supiste darme esa felicidad que tanto yo había pedido, solo tú me sacaste del infierno de vida que estaba llevando y creaste un paraíso terrenal. Siempre te voy a amar y, estoy seguro, de que tú también lo harás. Seré breve: te amo sin principio ni final, mi ángel de la eternidad».

«Desde nuestro primer encuentro mi corazón te reconoció antes de que mis ojos entendieran quién eras. Nuestros espíritus comenzaron a tocarse con ese primer abrazo. Incluso antes de que llegaras a mi vida yo ya vivía enamorado de ti. Te extrañaba como si supiera que me hacías falta. Seré breve: La muerte separó nuestros cuerpos, pero el amor que hubo entre nosotros mantendrá nuestras almas siempre unidas para toda la eternidad.»

FIN

SERÉ BREVE: POR ÚLTIMA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora