La Protegida [Proxys y tú]

□▪︎■▪︎□Capítulo 50■▪︎□▪︎■

Y nos acercamos al final, los capítulos serán narrados por día, por lo que serán muy, pero Muy largos. El capítulo 51 tiene 5 mil palabras, ya se debe entender que tengo los capítulos contados. Pero bueno, espero y les guste el cap :D.

Me despertaba algo adolorida sin recordar porque. Hasta que sentí que había un brazo que me abrazaba. Me di la vuelta y ahí estaba Hoodie, y estaba sin nada, sentí como mi cara estaba ardiendo cuando recordé todo. Me moví pero sentí un dolor, aunque no era muy fuerte igual dolía. Como decía intenté moverme pero no pude. Y al parecer el lo había sentido y se despertó, cuando abrió los ojos me vio y yo le salude dando un sonrisa. El se posicionó bien, me abrazó dándome un beso y me puso a la par suya mientras me acariciaba el pelo, y no quise alejarme así que me puse más junto a él. Paso sus dedos por todo mi cabello hasta que llegó a mis mejillas y sintió la tela del parche, cayó un rayo donde le alumbró la cara, mostrando que mi único ojo lo veía fijamente mientras en el otro había un parche sin color, ya que el otro aún estaba secando.

Se levantó y se colocó el pantalón para luego ponerse a la par mia sacando su teléfono y alumbrando mi cara. Yo seguía enrrollada en la sábana mientras me inspeccionaba. Me intento quitar el parche pero yo no lo deje. Y como no lo dejaba el me tomo de la cara hundiendo sus labios juntos a los míos logrando distraerme y quitarme el parche viendo que no había nada. Metió su dedo dentro del agujero, y como se puede imaginar no sintió nada.

Hoodie: ¿Quien fue?

Tú: Mmm.... No fue nada.

Hoodie: No, no te creo nada. Si no me dices lo averiguaré yo mismo y para tu mala suerte tendrás que ver cómo matamos a esa persona.

Tú: Bueno... Fue Angela.

El se quedó sin palabras y se levantó yendo al baño, en donde estuvo unos momentos callado. Volvió, se puso la camisa y se quedó sentado a la par mia sin decir o hacer nada. Puede que le haya sorprendido la noticia, osea, te enteras que la persona a la que amas le falta un ojo. Como dijo Derek, eso no pasa todos los días. Se terminó de colocar la ropa dejando a un lado el pasamontañas y se acerco a mi para tomar de nuevo mi cara y ver el lugar en donde debería estar mi ojo.

Hoodie: ¿Como pasó? ¿Porqué lo hizo? ¿Cuales fueron sus motivos para eso?

Tú: No lo sé, ese día que ustedes me dejaron allí me fui a casa y cuando estuve por todo el lugar no había nadie, a excepción del gatito que ustedes me regalaron. Que por cierto...

Hoodie: Está muerto, lo sabemos.

Tú: Yo no quería que le pasará algo malo por mi culpa.

Hoodie: No princesa, no es tu culpa. Eso pasó por un accidente o por alguien más, no por ti. Tu no tienes la culpa de nadie.  Así son los humanos que no tiene sentimientos ni por animales como ellos. No fue tu culpa ¿Ok?

Asentí dando a entender que lo tenía claro. Aunque lo haya dicho aún le siento culpable. Si yo lo hubiera dejado en casa de Derek y no ahí todo estaría mejor sin duda. Ya que el lo podría haber cuidado y no le hubiera pasado eso. Hoodie me dijo que me cambiara e iría a ver si seguía lloviendo fuerte.
Así que con mucho cuidado me levanté de la cama y fui a mi clóset por ropa y luego fui al baño para bañarme. Deje la ropa en el lavamanos, en un lugar donde se ponen las cosas o algo así y me metí a bañar.

Prendí la regadera y sentí como el agua bajaba por todo mi cuerpo hasta terminar en el desagüe. La corriente de agua iba borrando a su paso cada huella que el dejo sobre mi, cada beso y caricia que dejó marcada sobre todo mi ser. Sin duda es algo de lo cual no me arrepiento. Pase mi mano por la vagina para limpiar hasta que sentí algo que estaba casi caliente y pegajoso. Recordando así cuantas veces logramos terminar en orgasmo, con mis dedos sentí el líquido sacando un muy pequeño gemido, para luego seguir con mi baño.