capítulo único

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—¿Te vas a ir?—. Cuestionó. Aquel chico miraba a su novia levantarse del sofa, dudoso. -¿por qué?-.

—No es nada, Len—. Aclaró y caminó en dirección a la puerta del apartamento. —Solo recordé que debo hacer unas cosas, te escribo luego, ¿sí?—.

Len no tardó en imitarla y tomarla del brazo para detenerla, aún se encontraba incrédulo.

—No Rin, espera. No te vayas. Aún podemos hablar—. Apesar de sentir un nudo en la garganta intento mantener la calma, esta situación le parecía tan irreal que hasta cierto punto era estupida. —Solo debes decirme qué te pasa, eso es todo—.

La chica suspiró con pezades mirando el picaporte de la puerta, dudosa. Ella quería decirlo, quería decir aquello que tanto le afectaba desde lo más profundo de su corazón pero . . .

Ella voltio su rostro para mirar a su novio y sonrío. —No es nada Len—. Sin más se deshizo del agarré suavemente y tomo el picaporte de la puerta sin vacilar.

Simplemente no podía.

Len apretó los labios en forma de frustración y suspiró con pezades, desviando su mirada al suelo. —¿Rin, tu crees que soy alguien de confort para ti?—.

La chica le miró con preocupación, sin entender a qué se refería. —¿qué . . .? ¡Claro que lo hago Len!—. Apretó levemente el picaporte.

Él sonrió con amargura y asintió sin ninguna pisca de ganas, era obvio que no se tragaba aquella mentira. —Crees que soy idiota, ¿verdad?—. Suspiró.

—¿qué quieres decir con eso?—. Sus defensas se activaron ante aquello, como era costumbre. —No pienso que eres un idiota Len, de hecho diría qu- —.

—¿entonces por qué me mientes tan descaradamente?—. Subió su mirada conectando con la suya para enfrentarla. Ella sin poder mantenerla, desvió los suyos y se encogió ligeramente de hombros. —Rin, no soy un idiota ni un despistado como piensas; me doy cuenta cuando te encuentras mal . . .pero, ¿sabes lo que duele que vengas y me digas exactamente qué no lo estás? ¿Que me mientas?—.

No hubo respuesta para ello, simplemente un silencio por parte de la joven, quién se sentía entre la espada y la pared apretando con fuerza el picaporte.

—¿sabes lo impotente que me siento al no poder hacer nada para ayudarte? ¿Al no poder sentir que realmente soy ese apoyo para ti?—. Volvió a apretar los labios frunciendo el ceño dolido, sentía sus ojos picar un poco por las lágrimas que amenazaban en salir. Se sentía demaciado dolido. Suspiró nuevamente y tomo de los hombros a Rin volteandola hacia el mirándose cara a cara. —Estoy aquí para ti, amor, ¡somos un equipo, por dios!— Acarició con delicadeza la mejilla de su novia buscando su mirada. —No puedes simplemente guardarte todo . . .—.

La joven abrió ligeramente los labios intentando formular alguna palabra, queriendo desahogar alguno de esas emociones resguardadas en su pecho sintiéndose desbordar.

Pero simplemente era incapaz.

—Yo . . . Lo lamento—. Agacho la cabeza abatida y apenada.

Porque ¿con qué cara podía venir ella a decirle que la razón por la que no podía contarle nada era para que él se mantuviera feliz dentro de todos esos días grises y pesados?, al final eso que ella albergaba era algo pasajero a diferencia de él. Rin era consciente en qué puesto está en la vida de Len y no puede permitirse quitarle ese pequeño espacio feliz que ambos mantienen en su burbuja, por más egoísta y contraproducente que fuera.

Len suspiró derrotado y soltó a Rin para luego darle un fuerte abrazo intentando transmitirle toda la seguridad que podía, Ella lo correspondió a unos escasos segundos, sin embargo, lo que sintió de aquel fuerte abrazo fue una combinación extraña entre el frío y el calor, no se sentía agradable ni desagradable. Simplemente estaba.

—Solo . . .empieza a contarme las cosas, Rin . . .—.

La verdad es que, simplemente, no quería decirle a la persona más importante que conocía, el amor de su vida, que la razón por la que empezaba a derrumbarse era: él mismo.












[25 - 6 - 2022]
Solo algo de vent
Realmente no sé qué hacer en estos días.

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