Alicia Después De Las Maravillas

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Tomando la fiesta de té en el jardín del castillo de Corazones, la reina hizo una pausa para observar a su alrededor a los invitados de dicha fiesta, tras mirarlos con detalle tomó un bizcocho de moras, dió un mordisco y bebió un sorbo de té con delicadeza, mostrando sus refinados modales dignos de una Reina.
Alicia no bebía de su taza de té, esta ya estaba ligeramente fría.

-Espero no considere una grosería que no beba de su té, majestad, eh notado que me observa bastante, solo es que no me gustan las cosas calientes, al menos no en bebidas- dijo Alicia.

-¡Oh!, ¡Para nada!, solo quiero que estén cómodos y tranquilos, están en su casa, de ahora en adelante pueden contar conmigo cuanto gusten- dijo la Reina - Ahora quisiera hacer una pregunta, ¿Cuales son sus nombres?, no decirlos si es descortés.

La pequeña niña conejo fué quien con un pedazo de tarta de calabaza aun en la boca habló primero.

-¡M-mi nombre es Claire!, ¡Soy hija del conejo blanco, el encargado de buscar a Alicia!, aun soy muy pequeña para hacer lo que mi padre, pero me esforzaré en ser como el- dijo de una forma entusiasta y firme- Para ser sincera, estoy segura de que el no a muerto aun...¡Es por eso que yo...!, ¡Me esforzaré para encontrarlo!

Alicia miraba firmemente a la niña, un tanto sorprendida por la firmeza de sus palabras y la esperanza en sus ojos.

-Mi nombre es Chesire -dijo el niño gato flotando sobre la mesa limpiándose entre los dientes con su garra- Para ser sincero no confío en la Reina Roja, siempre ha sido la mala, me hace dudar un poco de usted, pero igualmente solo tengo a ellos dos, y si ellos deciden confiar en usted y Alicia, no me queda de otra- dijo para después poner esa Cínica y enorme sonrisa que lo caracterizaba.

-Sin problema, en realidad es de esperarse, se que mi madre nunca fue una buena Reina... Ni siquiera alguna portadora de la corona pasada, pero quiero ser el cambio, también me esforzaré en ganar su confianza y así tener su lealtad igualmente, para eso primero debemos ayudar a la Reina Blanca.

-Si me lo permite, majestad, yo siempre estaré de su lado, fué usted quién me encontró, le juro mi lealtad eterna y su protección será lo mas importante para mi sobre todo, incluso mi propia vida- Dijo Alicia.

-Alicia querida, tu vida es lo mas importante aquí, te recuerdo que eres tu quién nos salvará de esta catástrofe.

El Sombrerero solo observaba mientras disfrutaba de su taza de té tranquilamente, sin duda alguna una buena fiesta de té te ayuda a quitar tensiones y relaja bastante la mente, el té caliente siempre ha sido su bebida favorita, no importa el tipo, una buena taza de té es lo único importante, el té y una aguja.

-Supongo que eh de presentarme yo igual, mi nombre es Roiya, soy el nieto del Sombrerero del Reino de Ajedrez, o como muchos lo conocían, "El Sombrerero Loco", pero su filosofía de la vida en un mundo como este era la mas cuerda- Habló el joven Sombrerero.

-¿Ya se sabe que tienen de común un Cuervo y un escritorio?- preguntó la Reina.

-Todo depende de quien responda, esa es la filosofía.

Nadie entendía nada.

El cielo comenzó a tornarse color carmesí y poco a poco comenzó a caer goteos de sangre manchando el mantel de la mesa donde estaban los pastelillos.

-Arruina una buena fiesta de té- Mencionó el Sombrerero.

Comenzaron a observar alrededor, estaban quietos, todos sabían que significaba una lluvia de sangre, excepto Alicia.

-¿Porqué llueve sangre?, ¿Es esto normal?- preguntó Alicia.

-Es un "Si" y un rotundo "No", no es normal que llueva sangre, solo sucede cuando han acabado con una de las maravillas de este país- dijo el Sombrerero- Cada reina es una, El reloj de la madriguera en el bosque de relojes.