Conociendo a Micaela

Capitulo 1 "La rutina"

Como cada mañana me levanto a la misma hora que mi alma gemela, me dirijo al baño me cepillo los dientes, orino y me cambio de ropa, ya que como siempre soy yo la que saca mis dos perros a pasear en la mañana. Son las 7 am de un miércoles estamos en octubre, es una mañana fresca, no hace frio ni calor simplemente la brisa es refrescante, pongo la correa a Benji, y luego a Max, los dos son mini schnauzer, Benji es negro completo y tiene 5 años, mientras que Max es blanco y tiene 2 años aun es un puppy, pero ambos se llevan súper bien.

Comienzo a caminar con ellos, y como siempre saludo a el Sr. Watson quien pasea al igual que yo sus perros, todas las mañanas a la misma hora me encuentro con él, sigo caminando y más adelante me encuentro con Jenny, me saluda con la mano como todas las mañanas y me dice Buenos días, y sonríe, sé que vive en la urbanización, pero no se cual casa, siempre que la veo cada mañana, me parece tan bonita, lleva el pelo largo a las caderas de un color chocolate y tienes las facciones de una modelo, su sonrisa es hermosa y perfecta y sus ojos son color negro.

Me quedo observándola presa de mis pensamientos y siento una corriente palpitante en mi venus, ¿será normal sentirme atraída por otra mujer?, siempre me he considerado heterosexual, a lo largo de mis 45 años siempre he estado con hombres, jamás con mujeres, es decir estoy felizmente casada, hace 20 años, tenemos 2 hijos, Pamela y Alex los dos tiene 16,son gemelos.

Max me jala la correa y salgo de mis pensamientos, regreso a la casa, y comienza la rutina de todos los días, subo las escaleras y me dirijo hacia la habitación de Pamela.

-Pamela es hora de levantarse, o llegaras tarde a la escuela; le digo,

Me dirijo hacia la habitación de Alex, como cada mañana ya él está en el baño preparándose, siempre ha sido más espabilado que Pamela, ella es más dormilona, tímida e insegura.

Sonrió para mí, y continuo hacia mi habitación;

- Cariño ¿que quieres de desayuno? (Pregunto a mi esposo).

- Cualquier cosa que hagas para mi está bien.
- URG! Como detesto esa respuesta... (digo para mi).

Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina para comenzar a preparar el desayuno para todos, lo primero que pongo a hacer es el café, no puedo vivir sin él, como hoy debo salir a hacer compras, y prefiero ir en la mañana cuando no hay mucha gente aun en el supermercado, decido preparar algo rápido, agarro jamón, queso y mayonesa de la nevera, luego pan de la alacena, y preparo unos sándwiches de jamón y queso, los pongo en la plancha para que queden calientes y aplastados y le añado una taza de frutas mixtas en el plato y jugo de naranja.

- Ya está listo el desayuno!  (grito desde abajo).

Preparo la mesa, le doy comida a Max y Benji, y me siento a esperar a mi hermosa familia que baje a desayunar conmigo, mientras me voy tomando mi taza de café, mi mente vuelve a perderse, en cosas que realmente no me gusta pensar, soy feliz con la vida que tengo y no necesito más, o al menos eso me digo a mí misma cada día, la rutina atreves de los años puede ser sumamente abrumadora y aburrida.

Llega ese momento en el día, que piensas que pasaría si tuviera otra vida, sin hijos con otra pareja, o sin pareja simplemente sola, haciendo lo que quiera, despertando a la hora que quiera, comiendo lo que quiera y saliendo a donde quiera, con quien quiera....

-Buenos días, mamá – (Alex me da un beso en la mejilla y se sienta a mi lado y comienza a comer su desayuno, se sirve un poco de café) y lo miro fijo;

- No deberías tomar tanto café eres demasiado joven.

- Ya sabes que lo necesito para mantenerme concentrado en la escuela, estos últimos años son muy importantes para mi futura carrera de abogado.