Son Goku: Lejos de Casa

Capítulo 7.

Goku abrió pesadamente los ojos cuando la luz del Sol le dio en la cara y la alarma sonó, levantándose con total pereza. Anoche no pudo dormir casi nada, y sentía que en cualquier momento iba a caer desmayado. Entró al baño y se quedó mirando en el espejo. Se sentía cansado y no paraba de recordar aquellos sueños. Se echó agua fría al rostro logrando que todos sus sentidos despierten. Se encaminó a la cocina con la intensión de desayunar. Mientras preparaba su desayuno comenzó a divagar. Se preguntó así mismo, ¿Por qué ahora detenía robos y a delincuentes? ¿Por qué ahora se le dio por ser una especie de justiciero? No tenía sentido para él, no era como si realmente quisiera por algún tipo de capricho. Era más como un impulso. Cuando estaba terminando colocó su comida en un plato y con un vaso de jugo, estaba listo para ir al comedor.

—¿Qué haces aquí, Nick? —preguntó el Son volteándose con el plato y el vaso en sus manos, para encontrarse con un hombre negro con un parche en su ojo izquierdo, parado observándolo.

—Que frialdad la tuya, ¿Ni un abrazo para tu viejo amigo? —contestó con sarcasmo caminando al comedor siendo seguido por el Son, sentándose ambos uno frente al otro—. Dejando a un lado las bromas. Considerando los hechos recientes supongo que intuías que iba a venir en algún momento.

—Claro, aunque no esperaba que fuera tan pronto —dijo Goku mientras comenzaba a comer.

—Era de esperarse, llamaste demasiado la atención y me causaste algunos problemas, nada grave, pero los que puedan venir después, esos sí son de tener en cuenta.

—Sabes que para mí eso no es inconveniente, ¿verdad?

—Lo sé, sin embargo, hay algo que me llama la atención —dijo Nick a lo que Goku lo miró expectante—. ¿Por qué haces esto? ¿Por qué de repente tú de entre todas las personas empezó a hacer del justiciero por ahí? ¿No me dijiste la última vez que querías alejarte de todo?

El Son se quedó en silencio un momento para después empezar a comer, meditando un momento. ¿Había una verdadera razón para hacer esto, o sólo era un capricho?

—No lo sé —dijo Goku, y un silencio envolvió a ambos. Nick lo observó un momento, analizando detenidamente cada rasgo de su rostro.

—Necesitaré algo mejor que un "no lo sé".

—No entiendo por qué, me gustaría darte una buena razón, pero ni siquiera yo mismo lo entiendo. Simplemente pasó. Fue como un impulso —dijo Goku viendo al espía a los ojos. Ambos hombres intercambiaron miradas un momento, y la tensión era notable. Nick al no notar indicios de mentira en el Son dejó salir un suspiro.

—Está bien —el hombre del parche conocía al Son, no lo suficiente como a él le gustaría, pero lo conocía. Era alguien complicado, y no le gusta hablar de su vida. Nick podrá ser el mejor espía sobre la tierra, pero hasta él sabe que desconoce muchas cosas del Son, y talvez sea mejor así—. Pero debes entender que hay gente a la que no le gusta este tipo de cosas. Suficiente tienen con otros individuos especiales que andan por ahí.

—Lo sé, eso lo aprendí de ti —dijo sarcástico Goku y Nick soltó una risita.

—¿Vas a recordarme eso todo el tiempo? —preguntó Fury con una sonrisa, a lo que Goku rio levemente—. Dejando ya de lado todo eso, veo que te va bien.

—Si, bueno. La agricultura siempre se me dio bien. Antes de conocerte cultivaba mi propio alimento —dijo Goku terminando de comer y llevando su plato a la cocina para lavarlo. Nick por su parte se dispuso a ver el hogar del Son y ver si había algo diferente de la última vez que vino.

Caminó por el comedor observando con detenimiento cada cosa, que la verdad no eran muchas. Mientras veía la sala, de repente se topó con el retrato sobre la mesa, aquel donde el Son estaba acompañado. Tomó este en sus manos y lo observó con más detenimiento, ya había visto este cuadro antes. El Son siempre era reacio a hablar del tema, era algo muy privado de él y Nick lo sabía. Dejó este sobre la mesa, prefirió no decir nada, no quería que su reencuentro con el Son después de tanto tiempo terminara en una discusión absurda. Fue sorprendido cuando Goku apareció desde la cocina, por fortuna no vio nada.