Cereal con Pasitas [Moonsun][G!P]

Capítulo 9

Las cosas estaban yendo bien hasta el momento.

Bueno, a decir verdad Yongsun no se lo esperaba, suponía que solo era cuestión de unos días para que Dahee se diera cuenta que Byul le era infiel, y por consecuencia se desatara la discusión definitiva que finalmente quebraría su relación por completo, pero al parecer ni mostraba el mínimo signo de sospecha o duda; según palabras de la rubia, su novia no solía estar en casa por temas de trabajo y esa se había vuelto su monotonía.

Este tiempo donde Dahee brillaba por su ausencia, ambas aprovechaban para estar juntas en el amplio sentido de la palabra. En la tarde podían estar acurrucadas mirando una película, disfrutando de su cercanía, y en la noche estarían entregándose en cuerpo y alma mutuamente. A primera vista cualquier persona con dos dedos de frente podría percatarse de su extraña relación, tachándola como indebida al instante al ser solo "mejores amigas"; las miradas cómplices, las caricias intimas eran una gran prueba de aquello.

Parecía un sueño, una versión moderna de cualquier película de romance donde dos buenos amigos se vuelven amantes.

Yongsun por su parte ya no la carcomía la culpa, con el tiempo se había dado cuenta que uno no puede decidir de quien se enamora, claro, su situación actual no era favorable en términos morales, sin embargo, prefirió hacerse la desentendida. Amaba a Byul, y su amor era correspondido, o al menos eso dejó claro la mujer de cabello rubio anoche, antes de descansar en sus brazos por el cansancio de su frecuente actividad física. 

— Te amo — aquellas dos palabras aún perduraban en sus oidos, tiñendo de color carmesí sus mejillas.

Luego de varias horas pensando en como responder aquello, decidió optar con ser clara y decirle todos sus sentimiento a Byul, por eso le escribió en la mañana, citándola en su departamento al medio día. Como era de esperarse la respuesta no tardo demasiado en llegar, obviamente siendo positiva. El corazón de la mujer mayor casi no pudo mantenerse en su pecho de tantos nervios que la invadían, una linda sonrisa formándose en sus labios.

Faltaban menos de tres minutos para las doce y miles de sentimientos circulaban por su mente. Sabía que Byul llegaría a la hora, así que solo un par de segundos más y pronto estarán juntas. 

— Cálmate — se dijo a sí misma calmando el temblor de sus manos.

Cuando los tres goles en la puerta resonaron por el apartamento, Yongsun se levanto del sofá y se dirigió rápido a la entrada; con un necesitado suspiro se armó de valor para abrir la puerta.

— Hola, unnie — la imagen de Byul frente a ella, casi hace que sus piernas flaqueen.

— Hola — correspondió al saludo antes de hacerse a un lado y darle la bienvenida, una sonrisa tonta adornando sus labios. — ¿Alguna novedad? — preguntó después de cerrar la puerta.

— Eso debería preguntar yo — rio Byul mientras caminaba a sus anchas por el apartamento. — Por tu mensaje y tu lenguaje corporal, quieres decirme algo, ¿verdad?

— ¿Soy tan obvia?

— Demasiado.

Ambas rieron, el sentimiento de comodidad rodeándolas. Yongsun casi podía escuchar los rápidos latidos de su corazón, deseaba que este sentir perdurara por el resto de su vida; ahora que tenía la oportunidad de estar a solas con Byul, aprovecharía cada instante.

Sacudiendo la cabeza, buscó con la mirada a la mujer más joven, pero no la encontró.

— ¿Entonces me dirás qué te tiene tan pensativa?

Casi se le escapa un grito a Yongsun al oír aquella profunda voz muy cerca de su oreja. Byul por su parte volvió a reír, esta vez envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Yongsun con cariño.

— Me asustaste.

— Ese era plan — murmuró la rubia con una sonrisa. — Pero dejando eso de lado, dime la razón de todo este misterio.

— Y-Yo solo... — Yongsun demoró en ordenar sus pensamientos. — Yah, sabes que no soy buena con las palabras.

— Tómate tu tiempo — habló Byul, empezando a depositar dulces besos por el cuello de la mayor.

Yongsun hizo caso y se dispuso a disfrutar los toques prestados a su cuerpo por parte de su mejor amiga.

— Bueno, lo que quería decirte es... ¡Hey, sin marcas! — dijo rápidamente sintiendo como Byul rozaba sus dientes con su sensible piel.

— Lo siento, me deje llevar. Prosigue.

— Yo solo quería decirte que... — se aclaró la garganta. — Te amo.

Los siguientes segundos fueron una tortura para Yongsun, quien estuvo a punto de llorar cuando sintió que Byul detenía sus caricias y se alejaba. Temerosa y con los ojos cerrados se dio la vuelta, su corazón colgando de un hilo entre la euforia y el arrepentimiento.

— Sí, estoy bien.

Yongsun abrió los ojos al no entender las palabras dichas por la menor.

— Disculpa — murmuró la segunda, silenciando de pronto la llamada y mostrándole la pantalla de su teléfono.

Dahee.

Estaba en medio de una llamada con Dahee, su novia.

Los ojos de Yongsun se llenaron de lágrimas cuando Byul se acercó a darle un casto beso en los labios, para después irse a la cocina y continuar con su llamada. Aun así, decidió seguirla y escuchar a escondidas.

— No te preocupes, mañana iremos.

Silencio.

— Sí, sí, sí, cuando regrese a casa compraré fresas para ti.

Nuevamente silencio.

— Adiós, yo también te amo.

Y con eso Byul terminó la llamada. Dejando sin esperanza el pobre corazón de Yongsun.

— Lamento la interrupción — dijo saliendo de la cocina, abrazando nuevamente su cintura. — Ahora, ¿qué era lo que tenías que contarme?

Yongsun forzó una sonrisa y escondió su rostro en el cuello de Byul.

— Yo solo... te extrañé.

— Yo también te extrañé, unnie.

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Banda no sé que hice, pero tengo un nuevo anti jksjdsndk