Nada en él ha cambiado demasiado, solo que ahora parece más grande... más amenazante. Pero intento que eso no me intimide, yo tampoco soy esa niña pequeña a la que él creía tener controlada dos años atrás.
—¿Me extrañaste Cassie?— pregunta sentándose en el borde del colchón, mirándome con sus penetrantes ojos castaños, yo igualo la mirada intentando parecer arrogante o al menos lo más arrogante que puedo parecer mientras estoy amarrada a una cama.
—Yo diría que fuiste tú quien me extraño a mí ¿o me equivoco?— le sonrío señalando con la mirada la cuerda que tiene atados mis pies y que a esta altura ya cortaron de forma desagradable la piel de mis tobillos.
Alex ríe, una breve carcajada divertida y se sienta a los pies de la cama mirándome con detenimiento, sus ojos recorren mi cuerpo ávidamente como si fuera un adicto que ha estado lejos de su dosis de droga demasiado tiempo.
—Por supuesto que te extrañé pajarillo— murmura con voz ronca deslizándose hasta quedar muy cerca de mí, quiero echarme hacia atrás pero las malditas ataduras me lo impiden solo logro irritar más mi piel.
—Es una lástima que el sentimiento no sea mutuo— Alex ríe, esa risa ronca y helada que me fascinó la primera vez que la escuché ahora me provocaba nauseas. Estira su mano y acaricia mi mejilla, yo hago un gesto de repulsión y aparto el rostro para que no pueda tocarme, eso al parecer lo molesta pues sus cejas se hunden y me mira irritado.
—¿Qué es lo que pasa Cassandra?— toma mi rostro con una mano girándolo para que pueda verlo, me hace daño pero no hago ni un solo gesto de dolor simplemente lo miro con odio. —¿Acaso no te gusta que te toque?
—Me das asco— logro decir con claridad a pesar de que aprieta mi mandíbula muy fuerte. Los ojos de Alex brillan con ira y luego de un segundo su rostro cambia, su boca se transforma en una sonrisa que da miedo.
—Eres interesante Cass, te da asco que yo te toque, pero parece que cuando Derek te toca no recibe el mismo rechazo ¿me equivoco?
Peleo contra mis ataduras nuevamente y una mueca de dolor se me escapa. Tengo tantas ganas de golpearlo que mis manos queman pero es desesperante no poder soltarme, detesto cuando mete a Derek en esto, y a la vez tengo miedo de que él se atreva a tocarlo.
—Sé que me has estado acosando Alexander, entonces deberías de notar que Derek y yo no somos tan cercanos.
—Mientes— murmura acercándose más y depositando un beso en mi mejilla. —Una vez zorra siempre serás una zorra, —dice con voz baja. Yo me sacudo con más fuerza sintiendo como las cuerdas cortan mis muñecas. Genial, eso dejará marca. Estoy a punto de escupirle pero una de sus manos que acaricia mi cuello se topa con la fina cadena en la que cuelga el anillo de Adam, sus dedos toman el anillo acercándolo a sus ojos y yo me tenso, no dejo que nadie toque lo único que tengo de Adam.
—Suéltalo— gruño entre dientes intentando moverme hacia atrás, sus sucias manos están tocando mi único recuerdo de Adam y eso no lo permitiré.
—¿Por qué pajarillo?— pregunta Alex mirándome a los ojos mientras acomoda delicadamente el anillo sobre mi pecho. —No creo que a Adam le moleste que lo vea, ese anillo suyo siempre me dio curiosidad.
Mi boca se abre ligeramente ante sus palabras. ¿Conocía a Adam? Tenía que conocerlo como para saber que era su anillo, o tal vez me espió mientras salía con él, o alguien le dio la información. Mi cabeza esta tan llena de preguntas que no puedo formular ni una sola palabra.
—¿Sorprendida Cassie?— Alex sonríe y se recuesta a mi lado, flexionando los brazos para colocarlos detrás de su cabeza su mirada se clava en el techo. —Te responderé algunas preguntas que sé que te mueres por hacer. ¿Cómo supe que era el anillo de Adam? porque él lo llevaba como tú siempre, jamás vi que se lo quitara y créeme que eso se me hacía muy extraño...
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Keep Me Safe - Keep Me #2
RomanceHan pasado ya dos años desde que Derek se fue y Cass ahora es quién huye a Roma después de perder a alguien muy querido. Un nuevo inicio. Y un nuevo peligro. Al llegar a su nuevo hogar Cassandra tiene que enfrentarse a un doloroso reencuentro ade...