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Miyo

Mi rutina empieza alrededor de las cuatro de la mañana, por lo cual procuro dormir alrededor se las ocho de la noche, obteniendo de esta manera un horario decente de sueño que no afecte de alguna manera mi belleza, no puedo permitirme tener ojeras o bolsas en los ojos, tampoco es una buena señal si empiezo a denotar cansancio y eso genera que me esfuetce menos en mi rutina.

Tomo una ducha concentrándome en el cuidado de mi cabello y rostro, claro que no dejo de lado el resto de mi cuerpo, pero aquello que se puede ver siempre será lo más importante. Cepillo mi cabello para después usar la secadora, no tengo tiempo de esperar a que seque naturalmente si deseo tener un buen peinado para asistir a clases; la rutina no es complicada porque es solo para asistir a la escuela, no se me permite usar maquillaje pero cuando sabes manejarlo es sencillo conseguir que no se den cuenta que lo llevas puesto.

Al terminar con mis ojos aplico algo de rubor en mis mejillas, aseguro no tener ninguna mancha en el rostro a causa de la máscara de pestañas o el delineador, todo esta en orden porque de no ser así comenzaría a desesperarme por la falta de tiempo; apenas son las 5:30 y todavía no he comenzado con el peinado y tampoco a vestirme.  Miro mis opciones colgadas en los ganchos de la pared, por un lado el uniforme de los chicos y por otro el de las chicas ¿Qué opción sería buena para llevar rn esta ocasión? Me decido por el de las chicas pues el peinado que elegí este día fueron un par de trenzas que combinarían a la perfección con los aires de "chica inteligente" que quería dar ese día, por más que fuera un estereotipo de la televisión, nunca fallaba.

Termino con el peinado cuando dieron las 6:15, tengo que soltarlas un poco para que se vean más anchas, ya que, detesto que mi cabello no se sienta libre, los peinados ajustados no suelen ir conmigo. Guardó todo en sus respectivos lugares, no me gusta dejar hecho un desastre mi baño y eso es parte de lo que me roba tanto tiempo a la hora de irme a la escuela, quizás debería empezar a guardar las cosas justo cuando termino de usarlas.

Terminé de ajistar mi corbata mirándome frente al espejo y mostrando una sonrisa, me miraba mucho mejor de lo que esperaba y solo tenía que completar con accesorios, decidí usar unos aretes pequeños y unas cuantas pulseras no podían hacer falta, tampoco quería sobrecargarme y que me llamaran la atención. Revisé una vez más la hora, faltaban un par de minutos para la siete así que debía apresurarme para desayunar algo antes de que mis padres vinieran a llamarme, siempre tenía que estar de pie antes que ellos o sino recibiría una buena regañada por desperdiciar el tiempo valioso.

Caminé por el extenso pasillo de la mansión, pasando por los cuartos individuales de mis padres, donde solían trabajar; la habitación que compartían, en la cual duermen; uno de los cuartos de baño y finalmente llegando a las escaleras, bajandolas con rapidez mientras me aferraba a mi mochila y yendo al comedor donde el desayuno me esperaba. Mis padres bajaron al comedor, se sentaron en la gran mesa e hicieron algunos cumplidos respecto a mi "belleza natural al despertar", claro que ellos no sabían todo lo que tenía que hacer para verme bien, aunque tampoco es que fuera un horrible desastre cuando despertaba, solo no era lo suficientemente bueno para ellos y tenía que estar sobre lo mínimo que ellos exigían.

Nuestro chófer me llevó a la escuela cuando terminamos el desayuno, me aseguré de no olvidar nada y procuré no manchar los zapatos de camino al carro que ya estaba esperando por mí, al subir me los quité para inspeccionarlos, pero todo parecía estar en orden; igual en la escuela debía cambiarlos, pero no podía pasar por alto esos detalles.

Al llegar a la escuela abrieron la puerta para mí y agradecí antes de caminar dentro de la escuela, sabía a la perfección que atraía las miradas de los demás y eso me ponía bastante feliz, era una especie de recompensa por esforzarme tanto en las mañanas, los cumplidos de mis padres se habían vuelto molestos más que gratificantes y esto lo compensaba. Mi paso se detuvo abruptamente en la entrada de la escuela antes de girarme, sí, me estaban viendo a mí pero no solo a mí, así que con rapidez busqué a la otra persona que atraía las miradas de la gente.

Un chico del cual desconocía su nombre y apariencia, asumiría que era de nuevo ingreso, acompañado de una chica que parecía estar hablando con él aunque no estaba seguro de si él le daba atención o no. No le di atención a eso y lo analicé, un lindo cabello, una piel bastante cuidada, sus labios se veían bien y por uno segundo nuestras miradas se encontraron, por supuesto, eran sus ojos, eran sumamente preciosos; me giré sobre mis propios pies antes de entrar a la escuela, necesitaba ver en qué salón iba y para empezar debía descubrir cuál era su nombre.

¡Un chico tan lindo como él sin duda tenía que conocerlo!, solo esperaba que su actitud fuera acorde a su apariencia porque si resultaba ser un patán no dudaría ni un segundo en alejarme de él. Lo miré detenerse en los casilleros junto con la chica, de esa manera confirmé que eran de primer año y en los pocos segundos de cercanía que tuve no la escuché mencionar su nombre así que tendría que acceder al plan B.

Estaba a punto de salir corriendo, pero con rapidez recobré la compostura así que comencé a caminar al área del periódico escolar encontrándome con Yuki y el resto de su club, me acerqué por detras, ya que, solo estaba supervisando y tomé sus hombros causando que se sobresaltara por un segundo.

—¡Yuki! —exclamé con una sonrisa—, necesito que hablemos ¿Estás ocupado? oh ya sé que para mí nunca loe estás, no tienes ni que decirlo —dije con rapidez antes de alejarlo de Chihiro y Kaori que ni tiempo de saludar tuvieron.

—¡Miyo! —reclamó por tercera vez cuando finalmente lo solté—, para la próxima déjame hablar antes de arrastrarme así —agregó mientras ae aseguraba de quitar las arrugas de su camisa.

—Lo siento, lo siento, de verdad es algo urgente.

—No, por enésima vez, la comida de la cafetería no esta hecha con carne humana, solo está muy mal sazonada y por eso sabe mal.

—¡Eso no era lo que te iba a decir! —exclamé avergonzado— y ya olvídate de eso, solo lo dije dos veces.

—Cuatro en realidad, pero dime, qué es lo que ocupas ahora.

Mordí mi labio asegurándome de que no hubiera nadie cerca y me pegué tanto como pude para que solo Yuki pudiera escucharme.

—Hay un chico muy, muy, muy lindo y necesito ser su amigo.

—¿Necesitas? —preguntó cruzando sus brazos y mostrando una sonrisa—, suena más a que solo quieres, no es algo malo admitirlo ¿Sabes?

—Eso lo sé, pero no puedo permitirme tener muchos amigos y lo sabes —me encogí sobre mis hombros, detestaba tener que recordarle—, creo que es incluso más bonito que yo, por eso qui- necesito que sea mi amigo.

Un suspiro escapó de sus labios antes de negar con la cabeza, no estaba seguro de si era un "No te voy a ayudar" o un "Ya no sé que hacer contigo", tuve mi respuesta cuando me dijo que le contara como era mientras caminabamos al salón y no pude contenerme de abrazarlo por la emoción.

Este era el primer paso para un plan infalible.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2022 ⏰

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FLACO, TU DELINEADO 🛐 | komi shousukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora