05. E

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Su cuerpo dolía, su respiración cada vez le costaba y sus ojos no podían estar abiertos por más tiempo. Después de que convulsiono y terminó en el hospital, su hermano le ayudo haciendo lo pudo para sacarle lo antes posible para llegar a casa y evitar que su padre le fuera a golpear, pero las cosas no salen como quieren, para su mala suerte. 

Cerro sus ojos que tanto le ardían, mordiendo su labio con suavidad ya que ni fuerzas para eso tenía, sus lagrimas se acumulaban pero ni salían. Estaba en el infierno. 

En otra habitación, no tan lejana, se escuchaban gemidos y uno que otro grito que solo provocaban que su corazón doliera y la ira aumentará, su padre más seguro había drogado a su hermano para poder fallárselo a su antojo y para su mala suerte no podía hacer nada más que escuchar, porque estaba consiente. Ojala también hubiera consumido algo y así no sentir culpa. 

Desde que tiene memoria, su padre había actuado de esa manera y les culpaba de la dichosa muerte de su madre y su forma de hacerles pagar era drogándoles, pegándoles y en otros casos terminar con ellos en la cama, aunque también para conseguir dinero les terminaba vendiendo para hacer todos esos actos crueles. Todo eso a la edad de cinco años, lo peor... su madre seguía viva pues solo les había abandonado porque sabía muy bien con que tipo de hombre estaba, sin tener un poco de corazón para llevarse con ella a sus pequeños, dejándolos en el mismísimo infierno. Aunque una parte de ellos disfrutaban en un momento estar en ese infierno, especialmente cuando iban al club. 

Jongho termino durmiendo en el sofá en donde se encontraba tumbado, por más que hizo el esfuerzo de no hacerlo para ir a ayudarle a su hermano, no pudo hacerlo. Quería ir a quitar a su padre para que dejara de hacer todo lo que estuviera haciendo aunque eso tuviera que  ir a rogarle y en parte seducirle para salvarle, pero nada importaba porque San no debía sufrir de esa manera, el dolor era solo para el. Choi San era su todo, su vida.

Cuando pudo recobrar la conciencia se percato que no estaba en casa sino en el club y al percatarse que ya habían personas que les hacían compañía simplemente pudo sonreír, porque después de todo la vida parecía sonreírles un poco, dándoles paz. 

—Hola señor Jung— habló con la voz un poco ronca al recién despertar —, señor Kang. Que feliz estoy de verlos...

Jung Wooyoung y Kang Yeosang son primos que se encargan de una de las más grandes empresas de ropa "Horizon", se habían esforzado mucho y sin tener algún descanso de por medio y al final decidieron que era mejor tener un breve descanso y que mejor yendo al famoso club de nombre "MANIAC"  cual es dirigido por uno de sus buenos amigos, Changbin. 

Al inicio no les llamaba la atención como tal estar en ese club, era único para hombres y no sabían cual era su orientación sexual así que daba igual, porque en ese club tenía totalmente prohibida la entrada de mujeres, así que los mismos chicos eran encargados de brindar la diversión. Changbin les recomendó varias bebidas que serían pagadas en nombre de la casa y varios espectáculos que se daban, pero ellos iban por diversión y ahí fue donde conocieron a los famosos hermanos Choi. A un principio si terminaron con ellos en la cama... pero todos cambio cuando supieron la historia real. 

Wooyoung terminó hecho fiera al saber que los hermanos eran entregados en contra de su voluntad y aún más cuando quedo atado a los encantos del mayor, quería llevárselo y protegerlo de toda crueldad, pero no podían cuando su padre era el mismo demonio ya que no solo el quería liberar a esos pequeños de las garras del señor, Changbin lo había intentado y no pudo, su club era uno de lo que guardaban entre sus paredes los actos crueles. Nadie le gustaba ver esos actos así que desde entonces Kang y Jung asistían al club y solo para pagar por los servicios de los hermanos Choi, pagando incluso noches adelantadas para que los menores en esas horas se sintieran libres.

Los llevaban a comer, a pasear y lugares tranquilos e incluso los has llevado al hospital para asegurarse de que todo se encuentre en orden y puedas continuar con su vida en un intento de normalidad.

—Pero miren a quien tenemos aquí, al mismísimo Song Mingi— saludaba el rubio al notarlo en su sala VIP —¿Qué se te perdió? ¿No te habían encerrado en alcohólicos anónimos?

—Muy graciosos Sang, vine porque estoy cumpliendo con una actividad para la fundación— sin permiso alguno se sentó en el único sofá libre para ver a los primos con los hermanos Choi —. Yo ya cambié chicos.

—Tonterías, ¿qué se te a perdido?

—Al chico bonito que tienes a tu lado, Kang— señaló la menor que nuevamente dormía recargado a su hombro ajeno de lo que pasaba en el lugar —, ellos lo quieren.

—¿Y por qué a el? Song, no te metas en más problemas... sabes que tenemos a Hongjoong de nuestro lado y cualquier cosa ¡ups!— dejó caer el vino al interior de su copa sirviendo el líquido a un límite considerable —Vamos, bebe con nosostros que nadie te lo impide, porque al menos yo no creó esa idiotez de que has cambiado.

La tentación la tenía enfrente, Wooyoung como siempre sabía mover sus cartas haciéndole poner sus nervios de punta. No quería beber pues sabía que se iba a descontrolar e iba a continuar hasta perder el conocimiento y olvidar a que iba por completo, una recaída a esas alturas podría ser fatal. Pero vamos, una copa de vino tinto no hace mal...

—Jongho es mío Song, así que olvida todo lo que te han dicho...

Fue lo último que escuchó antes de beber la copa y perder por completo su conocimiento, había mandado a la mierda toda la confianza que le habían brindado, de nuevo puso en juego el amor de su pequeño. Song Mingi no era nada más que un idiota alcohólico.

¿Y ahora como iba a saber Yunho sobre Jongho?

Sobredosis [2ho] •Editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora