Sueños húmedos contigo.

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Era un muy bonito y tranquilo sábado por la tarde.

El sol no se encontraba en su punto más alto, por lo que el pronóstico ameritaba un apaciguado calor que todo tipo de persona era capaz de disfrutar en un día como este. Las nubes eran de un tierno tono almendrado teñido del atardecer en el cielo vivaz, tan hermoso que se desearía más veranos como este en la ciudad de Yunmeng Jiang.

Las vacaciones de la época veraniega casi llegaban a su fin cruzando la vuelta de la esquina, un hecho que la muy revoltosa y revolucionaria Wei WuXian lamentaba si alguien se dignara a preguntarle, no queriendo para nada el regresar a sus pesadas clases cotidianas que le brindaba la universidad como rutina de estudio.

Jodida tortura, la odiaba tanto.

Ser adulto no daba en absoluto la más mínima gracia, y mucho menos ser una estudiante que cambió apróximadamente no una ni dos, sino que tres veces de carrera.

Al principio de toda esta trágica travesía se había decidido por la carrera especialista en veterinaria. Wei WuXian no tenía algo que le atrajera o apasionaba con sinceridad como para dedicarse el 100 a ello, así que, ¿qué mejor que dedicar su vida a los animales? ¡Son tan lindos y tiernos! La joven pelinegra debía confesar que estaba un poco emocionada por ejercer esta profesión tan prometedora como los cupones baratos que su abuela compraba en las loterías, ella podría pasarse horas y horas conviviendo y hablando de los animales. Eran, a su perspectiva, de las pocas cosas que nunca cambiaría por nada existente en el mundo, teniendo en cuenta el bohemio agujero en constante movimiento que tenía por vida.

Una experiencia sin duda emocionante, claro que sí, hasta que en una de sus prácticas trajeron a un condenado caniche.

Era tan horrible.

No hace falta que les cuente cómo acabó todo este asunto, ¿verdad? WuXian suplicaba tanto por auxilio como nunca creyó haberlo hecho antes en su vida, escapando por todo el recorrido del salón de esa espantosa nube de rulos blanquecinos con dientes que derribó todo orden impuesto.

El consultorio literalmente estaba patas para arriba, ni siquiera hacía falta que la corrieron de inmediato de clases ya que Wei Ying se aferraba a uno de los árboles más altos de toda la universidad sin intenciones de bajar por temor al pequeño canino y luego de los sucesos, que graciosamente salieron en el periódico semanal universitario, varios compañeros de carrera se hicieron chequear por un médico a causa del severo daño que recibieron en sus oídos.

Un muy fatídico final.

Pero, ¿cómo podrían atreverse culparla? De haber sabido con previa antelación, aunque bastante obvio era, que tratarían con esas bestias peludas en específico hubiera pedido un pase directo a veterinaria de animales de granja, no obstante el trauma y sus marcas fueron tantas que ni siquiera quería ver los folletos de las inscripciones que repartían por todo el campus.

Lo peor es que los folletos tenían fotos de diferentes caninos impresos en él, ¡caninos, su peor pesadilla! Qué horrible y cruel de su parte.

Tampoco hace falta que llegue a mencionar las interminables cargadas que se ganó como regalo de sus mejores amigas, observando muy indignada y ofendida a una Jiang Cheng que no paraba de dislocarse de la risa en el suelo de la sala de su casa, y si bien en otra ocasión hubiera estado encantada de presenciar en primera fila esa gran y muy rara sonrisa en el rostro de su amiga, no era para nada entusiasta ser el objetivo de la misma.

Cielos, cuánto extrañó Wei Ying el clásico humor arisco de su Shimei en esa oscura etapa de su corta vida.

Nie Huaisang, la malvada y doble cara de Nie Huaisang era otro tema a recalcar, porque salvo que esta no se burlaba de una manera tan directa como lo hacía la Jiang, siempre tenía que apuntar la cuestión en concreto en los momentos más vergonzosos e inoportunos como aquella vez que intentó ligar con una Senior de otra facultad y esa noche de fiesta en la casa de los Jin fue protagonista de más pérdidas que victorias.

Wet Dreams ➢ XianCheng. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora