Enemies in law (Fred Weasley)

El Olimpo

- We are still kids, but we're so in love. Fighting against all odds. I know we'll be alright this time. Darling, just hold my hand. Be my girl, I'll be your man. I see my future in your eyes - cantaba Fred por lo bajo mientras ambos bailaban lentamente al lado del mar en plena noche. 

Ella sonreía. 

Cuando terminó su canción, se quedaron mirando a los ojos con sonrisas adornando sus caras.

La mañana siguiente, Fred se levantó con el desayuno en la cama.

- Buenos días - saludó contento.

- Buenos días cariño - Afrodita destapó las cortinas dejando ver el sol - Hoy tenemos mucho que hacer. 

- ¿Cómo qué?

- Ver los templos, museos, monumentos, y...

- Que no nos de tiempo a todo porque somos Weasley.

- ¡Ahí le has dado! Pero tranquilo, sé que pensarás que será aburrido, pero juro que lo pasaremos bomba. Ya sabes. Hacerlo en un baño pública, probar ropa, ir a la playa y comer rico.

Fred se rió - Eres increíble. 

- Gracias. Soy tu mujer. 

- Desde que estamos casados pareces más...

- Rectifica. Desde que nos conocemos soy más abierta, desde que conocí el sexo, estoy más caliente, y desde que estamos saliendo me siento más valiente. 

- Tengo una mujer cien. - dijo Fred comiéndose una tostada.

- Perfecto. Desayuna y vístete. Prepara la cámara, pienso enseñarle luego todo a Angie y a tu padre.

- Isabella emocionada. 

- Que gracioso. 

Más tarde, Afrodita posaba sobre un balcón mientras Fred intentaba poses para fotografiarla mejor.

Y mientras visitaban lugares, se hicieron fotos y se divirtieron poniendo voces.

- Me siento divina. ¡Oh! Mírame señor, ¿le gusto? ¿Me esculpieron bien esa teta que se me ve? - Fred intentó imitar la voz de una mujer.

- Oh sí, perfecta. Esta noche me masturbaré pensando en tí hermosa mía - Afrodita imitó la voz de un hombre.

Ambos se rieron y fueron a por otra escultora y otro visitante.

- Hablando de masturbarse

- ¡Fred! - ella se rió - Aquí no. Cualquiera nos puede escuchar.

- Pero me lo prometiste - él puso morritos.

- En el baño del siguiente museo.

- Eso espero. 

Siguieron haciendo tonterías hasta que fueron al siguiente museo. A mitad de tour, se escaparon al baño. Casi se quedan encerrados, si no fuera porque Fred escuchó al altavoz anunciar el cierre del museo.

Al día siguiente estaban cansados, por ello, sólo disfrutaron en la playa. 

- ¿Quieres que te cante una canción? - le preguntó Afrodita a su marido.

- Sorpréndeme.

Afrodita se revolcó en la arena de la orilla delante de Fred y empezó - Don't go wasting my emotions. Lay all your love on me. 

Fred se rió en cuento Afrodita se levantó incómoda por la playa.

- Recuérdame por qué lo hice.

- Porque te gusta hacer el gracioso de vez en cuando.