Capítulo 5

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Shiganshina había caído, justo en un día tan terrible, la Legión de Reconocimiento había regresado con pocos hombres después de la última expedición, eran los únicos que tenían la mejor capacidad de enfrentarse a los titanes y la mayoría de los sobrevivientes estaban muy malheridos.

— Hange tenemos que movernos.

Levi había llegado corriendo a buscarla.

— Escuché todo el alboroto ¿qué sucede?

Ella había estado ayudando con los heridos después de llegar de expedición.

— Destruyeron Shiganshina, tenemos que movernos para evacuar, los que puedan levantarse que ayuden.

Ambos se apresuraron a salir de la enfermería.

— ¿Cómo pasó?

— Hasta donde entendí fue un titán más grande que la muralla, aunque creo que había otro.

— Eso... eso es emocionante.— dijo con una sonrisa que Levi no pudo entender.

— No digas tonterías idiota, mucha gente está muriendo.

— Lo siento, pero es un nuevo descubrimiento, tanto que investigar.

Llegaron a la cima de la muralla Maria, algunos barcos la estaban atravesando llenos de civiles, la puerta estaba abierta así que la misión era evitar que los titanes entraran, vieron a Erwin y Mike en acción, así como también habían soldados de la policía militar y de las tropas de guarnición siendo devorados por los titanes, era una vista espantosa.

— Tenemos que ir.— ambos tenían la mirada perdida entre tanta masacre.

— Apoya por el lado izquierdo, yo iré por el centro, así podré cubrirlos mejor.

— Pero Levi...

— Solo cuida tu maldito trasero y no mueras.— la miró de reojo.

— Tú también ten cuidado.— ella le dio una pequeña sonrisa.

Ambos se lanzaron de la muralla, rebanando nunca tras otra. Hange salvó a unos cuantos jóvenes policías militares que habían sido enviados a apoyar, luego corrió para ayuda a reclutas con las chaquetas de entrenamiento, estaban aterrados, no pasaban de los 15 años y los habían mandado a enfrentar a los titanes, cuando oficiales mayores se habían quedado encima de la muralla a salvo, eso le repugnaba, los mandó a recargar gas pues la mayoría estaban en el límite, sus miradas perdidas eran las que tantas veces había visto en el campo de batalla fuera de las murallas, estaba segura de que no había manera de detener a los titanes a menos que cerraran la muralla, no tenían más opciones que hacer tiempo y cuidar sus vidas.

— Sargento ya recargamos.

— No vayan solos, no podrán contra un titán, organicen quién distrae y quien ataca, los más fuertes, no se hagan los héroes, necesitan trabajar en equipo si quieren sobrevivir.

Los ayudó a que se organicen mejor y los dirigió para que pudieran atacar.

No se había fijado cuánto tiempo estuvo atacando, defendiendo, matado, cuando en un intento de cortar la nuca de un titán su fuerza le falló y el corte no fue lo suficientemente profundo para matarlo, no tuvo tiempo de reaccionar y se golpeó contra un tejado, sus piernas también estaban agotadas, respiraba con dificultad, después de todo no había podido ni descansar luego de regresar de la expedición. Vio al titán acercarse, quería seguir, pero el cuerpo no le estaba reaccionando, ¿así sería su muerte? Maldijo internamente, no había dado lo suficiente, no quería morir, necesitaba seguir investigando, saber que eran los titanes y como extinguirlos, aún no había visto a la humanidad ser libre...

— ¡Cuatro ojos!

Levi de un golpe le había rebanado la nuca al titán y había aterrizado a su lado.

— ¿Qué te pasa? ¿Te quieres morir?

La vio respirando agitadamente y su brazo sangraba.

— Lo siento, estoy exhausta, no reaccioné a tiempo.

— Estás herida.— señaló su brazo.

— Ah sí, eso también.

Levi se acercó y rompió parte de su capa para detener el sangrado de la herida de Hange.

— Voy a sacarte de aquí.

— Pero la gente...

— Derribaron la puerta, dieron la orden de retirada.

— ¡Maldición! ¿Perdimos a mucha gente?

— No lo sé, pero eso creo.— dijo mientras apoyaba una rodilla en el piso y le daba la espalda.— Súbete.

— ¿Seguro que puedes? Debes estar cansado.

— No lo suficiente como para dejarte morir aquí, arriba.

Hange pasó sus brazos por el cuello de Levi y se apoyó en su espalda, él la tomó por debajo de las rodillas y se levantó con ella para poder salir de la zona de peligro.

— Mis pies no llegan al suelo.— Hange balanceaba sus pies en el aire.

— ¿Qué? Idiota.— la regañó cuando entendió la indirecta.

— Deberías ir al baño más seguido, para quitarte ese ánimo de estreñido.

— Si cagas de la misma manera en la que dices estupideces vas a desaparecer, no pesas ni una mierda cuatro ojos.

— No es como que pueda controlarlo.

— Tsk, vámonos de aquí.

Se impulsó en unas casas para poder avanzar y llegar a la cima de la muralla, sus compañeros los vieron asombrados por la forma en la que habían aparecido, pero también aliviados porque ambos estuvieran con vida.

Hange en la espalda de Levi y Levi sujetando a Hange, no sabían que esas acciones los habían relajado a cada uno pues habían vuelto con vida de una de las peores tragedias de la humanidad y aunque nada parecía alentador, los confortaba de alguna manera saber que aún estaban ahí, los dos, seguían siendo fuertes.

Mira que lejos hemos llegado (LEVIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora