capitulo 31

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El sonido era incesante..

Una..

Dos..

Tres veces..

Me levanté y abrí de mala gana las cortinas de mi habitación.. dispuesta dejarle saber el disgusto que estaba causando tirando cosas al vibrio.

—Al fin sales, ya se me estaba acalambramdo la mano, camina.. debo enseñarte algo— dijo Ben al instante, y sin esperar ninguna respuesta comenzó a caminar.

¿Acaso no había entendido mi sarcasmo?

Ya había oscurecido... Pero eso no quita el hecho de que realmente necesito aprender a controlarme.. No me intereso por ende que estuviera de noche, así que me puse un suéter, unas botas y baje las escaleras corriendo..

Tome las llaves y salí..

Nose cuanto tiempo duramos caminando y caí en cuenta que si iba a pasar tiempo con Ben debía aunque sea tratar de pasarla bien o olvidar lo que el chico había hecho antes..

Tenía tanto tiempo sin ir a la aldea que volver a ver aquella vista volvió a sentirse como la primera vez .. simplemente mágico.

Todos estaban en las calles, y era gracioso ver cómo cada 2 o 3 casas alguien detenía a Ben para hacerle preguntas.

Chávez le dicen.

Cuando cruzamos el muro todo quedó en silencio nuevamente.. Frente a mi la vista parecía sacada de una película de Disney.. La gran estructura que parecía castillo, la fuente y estanque.. era sin duda un lugar hermoso.

Entramos por las grandes puertas y luego de cruzar muchas esquinas llegamos a lo que parecía el despacho.

—Papa.. Aquí está la chica.— dijo Ben y si no fuera porque confíaba un poco en el y que estaba atonica con los detalles a mi alrededor tal vez me hubiera dado miedo.

El señor bajito levanto su vista de los papeles en su escritorio y me observó..

Lo recordaba, era el señor con el que cruze miradas el día que los niños se perdieron.. el día que me quedé en casa de Liam.

—Bienvenida.. — dijo el señor levantándose.

—Kassandra, el es Sand.. mi padre. — hablo Ben.

—Un gusto— dije cuando estuvo lo suficientemente cerca y estrujó mi mano.

—Igualmente cariño— respondió con una sonrisa amable.— mi hijo me contó sobre tu problema.

—Si.. Llevo semanas intentando controlarlo y aún no lo logro.. solo se contenerlo.

—¿Te parece bien si salimos fuera de estás 4 paredes..? Esto llevará tiempo.

<•••>

—Respira y piensa en lo que mas quieres.— dijo la voz pasible del señor Sand.

Salimos a lo que parecía ser un pequeño riachuelo, muy lindo, tenía dos grandes árboles que formaban una especie de arco y bajo de este habia una mesita y sillas, dónde perfectamente podías tener una tarde de té.

El sonido de la cascada a lo lejos hacia que mi cuerpo se sintiera más relajado y todo aquel lugar pareciese sacado de uno de mis sueños.

Me concentre en las palabras del señor Sand y a por mi mente paso mi mamá y todos aquellos recuerdos que teníamos juntas, también estaba Liam y todos los viejos recuerdos de cuando éramos solo unos mocosos, de cuando se me salio un diente por su culpa, o de cuando se callo de su bicicleta para no llevarme por el medio, cuando por su culpa ensucie mi vestido blanco de lodo y luego mi mamá me regaño y pego.. y pues también los nuevos recuerdos se hicieron presentes..

Asentí con mi cabeza para hacerle saber que ya había hecho lo que me había ordenado.

—Ahora imagina que pierdes eso que tanto quieres, o que alguien quiere quitartelo..

Que..

De repente todos esos lindos recuerdos se fueron consumiendo en fuego, uno por uno y sin siquiera pensarlo el final de aquellos recuerdos cambiaban.. todos los malos recuerdos llegaron y los reemplazaron..

—No.. no aprietes tus manos.. déjalas que salgan.— dijo pero ni siquiera sabía a qué se refería.—Bien.. ahora, dime tú nombre.

No podía, no sabía cómo hacerlo, era como si no tuviera control en mi cuerpo.. todo quedó en blanco y solo quedó el sonido de la cascada..

—Abre los ojos..— ordenó y no pude hacerlo tampoco.

Y volvieron las imágenes, agua.. sentía que me ahogaba, aquella voz.. aquellas manos, el sonido de la cascada, agua.. y blanco nuevamente.

¿Había muerto?

—¿Que diablos haces aquí?

—No, claro que no.. Kassandra nosotros vivimos en un  pueblo y déjame decir que es malditamente pequeño¿ y adivina qué?…nada.

—Lo que quieres es que alguien se muera o que?— pregunte a modo broma..

—Si.. y tal vez ser el estúpido chico que se meta averiguar y a la final termine muerto — dijo el..

Liam...

—Yo nunca lo había hecho...

—Mi mamá no le gustaba, decía que me enfermaría, asi que nunca me dejó hacerlo.

—Sea lo que sea, quiero que sepas que estoy aquí..

—Eres tan hermosa..

Su voz sonaba en mi cabeza.. y mi corazón se aceleró, lo supe porque pude sentirlo.. y sin más abrí los ojos.

En el lado oscuro©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora