"Bajo la sombra de la misma luna"

En conmemoración del mes del orgullo LGBT+ hago esta fic para mostrar el lado oscuro de la comunidad, donde no solo el amor entre el mismo sexo es prohibido, sino también el de hermanos.
Espero que les guste este ultimo trabajo que estará divido en dos partes, por ahora disfruten esta primera parte

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Los 7 preceptos del Tora, una guía de leyes del judaísmo rabínico, las cuales consisten:

1. No adorar ídolos.

2. No blasfemar.

3. No cometer pecados de índole sexual.

4. No robar.

5. No asesinar.

6. No comer la carne de un animal vivo.

7. Establecer cortes de justicia para implementar el cumplimiento de dichas leyes.

"El Creador vio la tierra y observó que era corrupta, porque toda carne había corrompido su sendero en la tierra. Y el Creador dijo a Noé: El final de toda carne ha llegado. La tierra está llena de violencia por su causa y por eso, los destruiré a ellos con la tierra..."

El miedo, es la base de todo orden, mientras exista el miedo habrá un orden, una guía para el camino hacia el Gran Eden; es por ello, que, en vida, se hacen sacrificios, grandes sacrificios y uno de ellos, es renunciar al amor, pero no cualquier amor, un amor que, bajo las leyes de Tora, es considerado, una completa abominación.

Es incluso peor, cuando abarca mas prohibiciones de esa misma ley, las cuales son la homosexualidad y el incesto. ¿Qué palabra podría describir tal acto despreciable?

- Incomprendido- dice una voz masculina de tono bastante sínico- ¿inexplicable? ¿inaceptable? ¿abominables? -comienza a reír- la palabra que yo utilizaría, es... -bufa- deprimente. El echo de no aceptar lo que eres y lo que sientes, mi amigo.

Pensar que todo comenzó desde el vientre de nuestra madre, nacidos de un mismo corazón, siendo tres seres completamente distintos, uno siendo un ser de amor y alegría, yo siendo un ser completamente opuesto a ti y el tercero, era peor de los tres, un ser completamente despreciable, que solo gustaba de hundirme; aun así, eso no me importaba, mientras pudiera estar con mi pequeño ser, el hermano menor de una triada; Steven, mi pequeño Steven. Él y yo, éramos los más unidos de los tres hermanos, ambos nos queríamos, nos amábamos, como los hermanos que se supone que teníamos que ser. Pero un día, ese amor cambio, ese amor se transformo en algo que ninguno de los dos esperaba y comenzó como un inocente juego, como todos los juegos que solíamos jugar cuando éramos niños, ahora jugábamos como unos jóvenes de 12 años.

- ¿Una película sucia? – pregunto Steven tomando el disco que le daban- ¿No estamos aun pequeños para eso?

- Claro que no -dice el hermano mayor- recién cumplimos 12, estamos grandes para esto.

- No lo sé Marc, mamá podría enojarse, además que eso también es pecado-

- No antes de los 13 y nosotros tenemos 12, así que es válido aun, además quiero hacer esto antes de nuestro bat mitzvah, luego de eso, no nos dejaran hacer nada hasta los 22-

- Pero ¿Una película sucia? –

- Tranquilo, todos lo hacen en la escuela- le quita el disco a Steven- además solo será una vez y mamá y papá no están.