Principe Sapo (Tsukishima y Tú).

Capítulo XI.

Yamaguchi se alaciaba por última vez su atuendo, estaba emocionado y nervioso a la par. Nunca había invitado a una chica a salir por su intorvertividad y prejuicios que tenía sobre si mismo, claro que le habían gustado unas chicas en el intituto, lamentablemente estas no gustaban de él y centraban su atención de su mejor amigo, Tsukishima Kei.
Sonrío tonto recordando su época de estudiante en el Karasuno y como tuvo un pequeño crush con su sempai Shimizu, pero cuando conoció a la pequeña manager que la iba a sustituir cuando se graduara pudo conocer lo que es enamorarse de su mejor amiga.
Un movimiento en falso, una palabra de más y sentiría vergüenza al verla.
Todo se volvería un desastre y lamentablemente en ese entonces los únicos desastres con los que podía lidiar era el duo dinámico de Karasuno.

Soltó un suspiro pesado antes de tocar el timbre de la puerta que se alzaba ante él en espera de encontrarse con ____, pero en su lugar la puerta fue abierta por un hombre rubio de lentes, que para desgracia conocía.

-¿Tsuki? -murmuró perplejo al notar que detrás de este se encontraba un gran descandalo, de forma sorprendente el rubio mayor se acercó saludandolo.

-Tadashi, ven estamos hablando sobre el embarazo de Tsukishima.

-¿embarazo?

-Akiteru, no. -suplicó entre susurros, pero para su desgracia su hermano no era capaz de entender la situación.
Su mejor amigo estaba enamorado de la chica a la que había embarazado.

-¿de qué hablas Kei? tu invitaste a Tadashi, ¿verdad? -le sonrió mietras que pasaba su brazo sobre los hombros del peliverde. -al fin de acabo es tu amigo de toda la vida, se ofendería que no fuera el padrino de tu hijo.

-¿hijo? -el ambiente en el que se encontraba parecía ser una pequeña fiesta, los padres de su mejor amigo se encontraban hablando animadamente con un hombre alto y un poco gordo el cual les hablaba de como había preparado los panes que se encontraban comiendo los invitados.
También habían dos femeninas que aparecían en las fotografías de la casa, por lo cuál asumió que se trataban de las hermanas de ___.

-Claro, sería genial que lo fueras después de soportar tantos años a ese gruñón. -una de las hermanas de ___ se levantó saludando al recién llegado y tomando las flores que había traído para su hermana, la cual desconocía donde se encontraba.

-¡Traemos licor para los adultos y jugo de manzana para la embarazada! -anunció entre voz alta una voz algo conocida, a la cual pudo identificar a la amiga de ____ que no tenía mucho que acababa de llegar a trabajar a su misma área. -¡Jefe! -le saludó. -Mañana a primera hora tendrá el informe, no era necesario que me viniera a ver.

-En verdad vengo por...

-Tadashi. -interrumpió la dulce voz de la castaña, que cargaba el cabello suelto ligeramente ondulado. -yo..., lo siento debí avisarte que tenía un compromiso.

-mientras más mejor, ¿no? -interrumpió Akiteru aún ignorante de la situación que vivían los futuros padres. -Verás _____, andaba hablando con Tadashi de que él es la mejor opción de padrino para tu bebé.

¿SU bebé?
Los oídos de Tadashi zumbaron ante el procesamiento de la situación en la que se encontraban.
Akiteru había dicho que Tsuki iba a ser padre, situación que le desconcentro puesto que él desconocía esa información. Sabía que Tsukishima había comenzado a salir con una chica, incluso tuvo la oportunidad de verla en una foto que su amigo tenía en el celular.
Pero claramente esa chica no era ____.

Su mirada bajo rápidamente al casi inexistente vientre de _____ para después hablar. -¿estas embarazada?

-Si

-Felicidades. -murmuró mordiéndose el labio dolido.
¿_____ se le había acercado por el rubio? no, no habían tenído la oportunidad de coincidir.
Ni siquiera se lo había presentado, ¿en que momento sucedió todo eso? ¿es que acaso nunca sería capaz de encontrar el amor ya que todas preferían a su amigo? ¿tan feo era? antes así lo creía, era debilucho y tenía unas horribles pecas en el rostro, estás causante de que lo molestarán en su época de estudiante, pero ¿y ahora? tenía un curpo algo ejercitado, había sido capitán de Karasuno por lo que sentía que ya no era el mismo niño torpe y tonto de ese entonces, incluso tenía un buen trabajo.
¿a caso la vida se estaba burlando de él una vez más?
-Creó que estorbo aquí.- dijo con la mirada en alto. -será mejor que me retiré.

-Quedate Tadashi. -pidió Akiteru. -Esta es una pequeña fiesta.

-Solo venía a dejarles mis mejores deseos, si me permiten tengo otro compromiso. -informó para salir sin mirar atrás.

Una vez más cargaba consigo un corazón roto.